¡Apagón en Mandril!
El apagón de Mandril ha llevado a la oscuridad a la ciudad. Han dejado de funcionar televisores, cocinas vitrocerámicas, aspiradores y microondas.
Nadie reconoce a nadie. Nadie puede verme y la gente comienza a tocarse ¡tocarse! y a caminar desnudos por las calles. Es fácil tropezar con muchos de los enseres ahora inútiles que fueron arrojados desde las ventanas. De nada sirven. De nada sirven sin energía eléctrica. Alguien trata de dar órdenes, pero sin electricidad sus voces han dejado de amplificarse. Nadie les hace caso. En la oscuridad la gente deja de tocarse y ahora se acarician ¡Parece que hay tanta luz en Mandril!
El suministro debe reestablecerse inmediatamente
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