miércoles, 26 de junio de 2013

Efectos de la tormenta solar en Mandril

Y de repente, sin saber por qué, las gentes, comenzaron a levantar el puño

La tormenta solar en Mandril

La tormenta solar ha comenzado y ahora los mandrileños ya no saben quienes son. Nadie sabe que ocurre. Es como despertar después de un día de fiesta y descubrir que te encuentras en la cama junto a alguien que desconoces. Puedes echar a esa persona de casa, llamar a la policía, encontrarte muy incómodo, o preparar un desayuno

No recuerdas nada. No sabes quién es esa chica que duerme a tu lado en la cama, ni si tienes un empleo, ni donde. Ni  siquiera recuerdas tu propio nombre. Has pasado los últimos treinta años tratando de conocer y lo has olvidado todo. En realidad, es como si acabaras de aparecer en el mundo. 

Sales a la calle y encuentras a otros como tú, deambulando, sin saber donde ir ni qué hacer. "¿Quién son todos esos desconocidos?" - te preguntas - Ni el pasado ni el entorno pueden condicionar ya tu existencia. La tormenta solar ha llegado como una tabla rasa, y los antiguos miedos, las humillaciones, la servidumbre,  o la propiedad, han desaparecido. Ha desaparecido la propiedad porque nadie sabe qué le pertenece. En tan solo un instante, nadie es más ni es menos que tú. Tan solo encuentras hombres y mujeres perdidos en la ciudad y que ahora, por primera vez, se encuentran. No puedo asegurar que nueva ciudad ni que tipo de ser humano resultará después de la tormenta. Quisiera pensar que será más amable. 

No. No se ha destruido la historia de la humanidad en tan solo una fracción de segundo. Es cierto que  la tormenta solar ha barrido el pasado, sin embargo, se mantienen intactas todas las bibliotecas del mundo en pie. 





jueves, 20 de junio de 2013

"¡No va a haber verano!" Una comedia inconclusa que transcurre durante una divertida conferencia que se celebrará 2018


¡No va a haber verano!
La conferencia de Mandril en 2018
Una obrita de teatro en permanente construcción

"Se abre el telón. Sobre el escenario encontramos una mesa desnuda. Poco después va llegando un nutrido grupo de expertos que toma asiento". Así se presentan las decisiones políticas actualmente, algo teatralmente, para informar sobre el desarrollo y las conclusiones de la Conferencia de Mandril de 2018, también conocida como "El fin del verano". El público asistirá a está obra de teatro atónito, al cual, le resultará imposible distinguir si se encuentra presenciando una obra de ficción, de ciencia ficción, una comedia, una inevitable tragedia o ante la realidad. Y ni siquiera sabrá que debe hacer al finalizar el espectáculo, si es que así puede denominarse; si aplaudir o salir corriendo.

Sobre los personajes que intervienen en esta comedia

He tratado de escribir una comedia sobre el fin del verano, y resulta que he escrito una tragedia. Lo peor de todo, sin duda, no serán tanto los efectos del cambio del clima, sino las propuestas de los expertos sobre el cuerpo humano. Los expertos no son un problema en tanto que son expertos, sino en tanto que son asalariados. Todo el mundo conoce expertos sensibles y sentimentales, pero que por otra parte, no reciben ningún sueldo. El problema estriba en cobrar un salario. En cuanto reciben un sueldo, ya no trabajan para sí mismos, sino para otro, ya sea una corporación o un estado, y esto incluye pensar como quién les paga. Su falta de imaginación es asombrosa. Utilizan un lenguaje hueco, a base de frases hechas y clichés. Les gusta revestirse de una autoridad curricular para esconder su mediocridad moral e intelectual. 



Comienza la obra

Un Periodista de Televisión nos presenta a tiempo real el informe público de los expertos. El fondo del escenario es una gigantesca pantalla donde aparecerán los rostros de los intervinientes a medida que sean grabados por un cámara.

Presentador de Televisión: Ya han tomado asiento. Me resulta imposible precisar quién es cada cual y a quién representan, si al gobierno o a la esfera financiera. Da igual, son voces reputadas, avaladas por impresionantes curriculum, y parece que se disponen a intervenir. Un señor con bigote toma la palabra

Experto Nº1: Buenas tardes a todas y a todos, nos hemos reunido aquí, en este agradable teatro, con el propósito de informar de las conclusiones y los resultados de la Conferencia de Mandril, posiblemente conocida en el futuro como La Conferencia del Fin del Verano, donde un equipo multidisciplinar ha preparado a lo largo de este año las posibles alternativas al mañana y que a partir de ahora deberán concretarse en leyes orgánicas, de obligado cumplimiento, jejeje. (El experto Nº1, es interrumpido por el experto Nº2. que continúa la presentación)

Experto Nº2: Queremos comunicar a la ciudadanía una buena y una mala noticia

(Se produce un silencio, como si se esperara algo. El experto rompe el silencio haciendo una pregunta al público)

Experto Nº2: ¿Alguien de entre el público desea hacer alguna pregunta?

Alguien entre el público: (Levantando la mano y poniéndose de pie)  Si, yo...

Experto Nº2: Adelante por favor

Alguien entre el público: ¿Nos podría decir exactamente en qué consiste la buena noticia?

Experto Nº2: Por supuesto, pero para ello es mejor que informe el Experto Nº3.  Experto Nº3, su turno...

Experto Nº3:  La buena noticia es que por fortuna, los mandrileños, somos cada día mejores. Mejores en todos los aspectos. Las perspectiva que se abrirán de ahora en adelante serán asombrosas, probablemente lleguemos a Marte

Alguien entre el público: ¿Quiere decir esto que somos superiores?

Experto Nº3:  Si, claro, somos superiores...pero no todos. Así que para evitar algunas confusiones y malos entendidos, quizá sea necesario retirar derechos políticos a algunos mandrileños. En cualquier caso esta medida no deberá afectar en absoluto a sus vidas cotidianas. No olviden que una buena parte de la población ya había renunciado, de una forma o de otra,  a la ciudadanía.

Experto Nº 4: Para poder distinguir a los mejores de los otros....es decir, de los tontos. Un diseñador de moda ha confeccionado un distintivo que podrán llevar estos últimos en sus abrigos o sus camisas. Aquí tengo un boceto...es chulo, ¿verdad? (El experto Nº3 muestra el proyecto de distintivo al público)



Alguien entre el público: Parece una estrella judía...


Experto Nº4: Pero no lo es...Las modas vuelven, es cierto, pero tan solo es un distintivo que nos permitirá reconocer a los tontos de los mejores. Y es muy práctico. Imagine por un momento que se cuela un tonto en una conferencia de prensa, en una fiesta, entre sus amigos, en la escuela, o se adentra en su barrio...Eventualmente este distintivo podrá ser llevado también por feos y gordos.

Experto Nº3: Más tarde continuaremos con esta cuestión, y como no todo van a  ser buenas noticias, tenemos comunicar también una mala noticia.

Experto Nº2: (Carraspeando) Ejem...Se está reblandeciendo el cerebro, en términos generales, a toda la población...

Alguien entre el público: ¿Esto quiere decir que se nos está encogiendo el cerebro?

Experto Nº2:  Efectivamente, y lo que es peor, el tamaño de la cabeza se está reduciendo

Alguien entre el público: ¿Han determinado las consecuencias?

Experto Nº2: Si. En pocos años habrá que renovar la talla de nuestros sombreros

Experto Nº4: Nos encontramos ante dos escenarios futuros e inmediatos: la necesidad de identificar a los tontos a distancia, y el triste espectáculo de tener que cambiar de sombrero cada tres meses. Estos dos escenarios futuros se pueden resumir en uno solo y que ya está sucediendo. Es lo que el hombre del tiempo ha venido a denominar "La llegada del fin del verano" (Es interrumpido por el Experto Nº3)

Experto Nº3: ¿Me permite? 

Experto Nº4: La palabra es suya

Experto Nº3: No vamos quedarnos cruzados de brazos viendo como el periodo estival se marcha de Mandril. Tenemos alternativas al verano y propuestas

Alguien entre el público: ¿Podría adelantarnos alguna de estas propuestas?

Experto Nº4: Por supuesto, ahora que el verano ha acabado, resulta del todo absurdo mantener las vacaciones en periodo estival

Alguien entre el público:  ¿Y la paga extra?

Experto Nº4:  Tampoco

Alguien entre el público: ¿Podría ser más explícito en cuanto a las consecuencias del fin del verano?

Experto Nº4: Además de las pequeñas hambrunas, las migraciones masivas, y los problemas domésticos sin importancia, nos vemos obligados a informar, que todos aquellos que se compraron un refugio nuclear en los años 70' y 80' del siglo pasado, pueden ir desempolvándolo

Alguien entre el público: ¿Y los que no dispongamos de refugio nuclear?

Experto Nº4: No importa, no sirven para nada. Aún así debemos mantener nuestros refugios nucleares barridos y fregados semanalmente. Ante todo somos un pueblo limpio. Y quién sabe si el final del verano o la llegada del invierno nuclear coincide con el inicio de una maravillosa relación romántica. Por nada del mundo desearíamos un fracaso sentimental por desavenencias sobre la limpieza del refugio nuclear


Aviso

La sesión informativa no ha acabado todavía, pero el autor de esta obra se ha ido a comer unos bollos rellenos de crema. Así que por el momento, vamos a dejar esta obra inconclusa.  Será reanudada durante los próximos días, semanas o años, según se revele  la nueva situación planetaria. Continuar esta obra, requiere de ingenio y algunos ingredientes para convertirse en una original comedia de éxito entre adolescentes. Lo contiene todo; nazis, expertos encocados, cabezas reducidas, y campos de exterminio por razón de estatus social, pero aún así no es suficiente. Precisamos para continuar la comedia de la presencia de James Lovelock, Adelson, y la famosa invasión de Marte por los mandrileños.







domingo, 16 de junio de 2013

Los monstruos de Mandril pesarán 21 gramos más en junio de 2018

Desde que los monstruos pesan 21 gramos más, se les puede ver por las calles, haciendo por fin de las suyas.

La noche de los monstruos en la tienda de espejos

En Mandril existe una tienda de espejos que abre por la noche. Hasta allí se acercan monstruos de madrugada, cuando todo el mundo duerme.

"Tilín" Es lo primero que oye el vendedor de espejos cuando un monstruo abre la puerta del establecimiento. Hay noches en las que la tienda de espejos parece el cuartel general de los monstruos, debido al elevado número de estos que se encuentran allí, probando espejos de todos los tamaños. 

Hoy se encuentran en el local muchos monstruos. A algunos de ellos le gusta especialmente los espejos que no devuelven su imagen o aquellos en los que aparece otro ser, en vez de ellos mismos. Durante la noche en la que se aproxima el verano, el vendedor de espejos suele preparar canapés y los ofrece bandeja en mano a la voz de "¡Un refrigerio señores!". Y entonces los monstruos se acercan a él, arrastrando los pies, jadeando, con su piel verde y mohosa, tropezando y arrancándole los canapés para comérselos de pie, ansiosamente, llenándolo todo de migas. 

Vendedor de espejos: ¡Un refrigerio señores! ¡También tengo cervezas! ¡Esta noche todo es gratis!

Las decenas de monstruos que se encuentran en la tienda de espejos no pueden evitar dar rienda suelta a su júbilo, sin embargo, en vez mostrar alegría y alboroto, solo pueden gruñir. No están acostumbrados a la generosidad, y se han olvidado de la risa. 

El vendedor de espejos pone canciones en el tocadiscos, y entonces, una bola de espejos colocada estratégicamente en el techo comienza a girar. Y los monstruos se mueven, sin delicadeza, como si bailaran pogo, haciendo que los espejos caigan y se rompan. En las noches locas en la tienda de espejos, los monstruos se desinhiben, y como si fuera la primera vez, comienzan a hablar, a borbotones, unos con otros. 

Monstruo de piel escamosa:  (Gruñendo) ¡Hacia siglos que no me lo pasaba también! Ya he roto doce espejos, y bailo sobre ellos con mis pies desnudos, y apenas sangro

Monstruo de dos cabezas y lengua bífida:  (Haciendo que ríe) Ha, ha, ha. Lo diré otra vez: ha ha ha. Otra vez más: jajaja

Monstruo de aliento pestilente: (subiéndose sobre  una báscula) ¡Hey chicos, estoy engordando! 

Es cierto lo que dice el monstruo de aliento pestilente. Ha engordado 21 gramos. 

El vendedor de espejos: Esto es memorable, y deberé escribirlo en mi dietario. "Hoy domingo, a 16 de junio de 2018, un monstruo ha engordado 21 gramos" 

En las noches en las que los monstruos se desatan, siempre aparece un imbécil que llama a la policía. Tiene que dormir porque al día siguiente debe madrugar y levantarse pronto para ir a trabajar, es decir, ser Eichmann. Prefiere que los monstruos continúen llevando una existencia sigilosa y oculta a las miradas, de palabras vacías y clichés. Sin embargo esta noche ha ocurrido algo especial; un monstruo ha engordado 21 gramos. Esto es muy importante porque significa que hay esperanza. Continúo escribiendo en mi dietario: 

"Hoy domingo, a 16 de junio,  un monstruo ha engordado 21 gramos.  21 gramos es lo que pesaba el alma. Y digo "pesaba", porque el alma murió hace años, durante aquella epidemia donde los cuerpos continuaban vivos, haciendo su vida cotidiana, y las almas languidecían hasta morir, dejando manchurrones en el suelo muy difíciles de quitar". 

Ha amanecido en la tienda de los espejos. Fuera espera la policía. "¡Salgan de uno en uno con las manos levantadas!" -dicen mediante un megáfono- Y los monstruos salen, no de uno en uno, sino juntos, a luz del día, sin que el sol les deslumbre, visibles a las miradas de los otros. No levantan las manos ni se llevan espejo alguno, pero pesan 21 gramos más. 



sábado, 15 de junio de 2013

Noticias alrededor del fin de los silbidos en Mandril

 
Los silbidos estaban desapareciendo de Mandril. En realidad era un síntoma de que algo le estaba ocurriendo al alma. Quizá se estaba muriendo. Si había que elegir entre la muerte del alma y la supervivencia del silbido, yo me quedo con la muerte del alma.

El fin de los silbidos

No era necesario que se prohibiera silbar en Madrid; ya nadie lo hacía.  No, no era el silbido lo que nos molestaba, lo que nos molestaba era la gente que silbaba. Esa forma de manifestar abiertamente  sus emociones en el trabajo, durante sus paseos, o en los días de holganza.

Nos hace sentir mal que alguien silbe, nos recuerda que ya no estamos vivos. Esa sensación de que se les sale el alma por la boca, nos irrita. El fin del silbido no coincidió tanto con la aprobación de un decreto que lo prohibiera, sino con la certeza de que el alma vivía menos tiempo que el cuerpo. Las almas se morían, una detrás de otra en Mandril, pero nuestros los cuerpos seguían haciendo su vida en la ciudad.  


miércoles, 12 de junio de 2013

Juicio contra usted


La fotografía de arriba no corresponde al futuro, sino al pasado, cuando usted vivía en un mundo donde se hacía exactamente lo contrario a los deseos. Nos hubiera gustado publicar alguna instantánea del juicio donde usted fue declarado culpable, pero no tenemos ninguna, por la sencilla razón de que ese tribunal y ese futuro, quizá, nunca existió

¡Juicio contra usted!

Un día ocurrirá. Usted volverá de su trabajo y alguien a su espalda le preguntará el nombre,  y sin apenas tiempo a reaccionar sentirá el frío paso de una aguja en su piel. Perderá el sentido. Cuando abra los ojos, se encontrará muy lejos de casa, ocupando el asiento del acusado en la sala del tribunal. Se ha iniciado el proceso que le juzga a usted.

Usted se ha declarado inocente. "Lo que yo hacía era absolutamente normal" -dijo en una ocasión al presidente del tribunal-  Le midieron el cráneo y parece ser que sí, que su cabeza tenía los centímetros cúbicos necesarios para ser considerada normal. Para ser normal en los tiempos en los que usted vivió, tan solo había que hacer exactamente lo contrario a lo que se pensaba, o simplemente, acabar pensando como se actuaba. Era muy fácil. El método que se seguía para ser normal era el siguiente: usted deseaba la hermosura y el equilibrio, pero en cuanto se levantaba, iniciaba los trámites para destruir el mundo. "¿Qué podía hacer yo?" -preguntó a la parte acusadora- Uno de los testigos del fiscal demostró que usted se dedicaba a destruir más trozos de mundo que los que salvaba "¿Qué es lo que hacía?"- preguntó el presidente de la sala al testigo-  "Lo recuerdo perfectamente, amaba la belleza e iba al campo en coche".  Usted siempre respondía al tribunal lo mismo, que en aquel tiempo lo que hacía era "lo normal". Sus respuestas se tornaron huecas a base de repetir clichés "Entonces existían seis millones de parados, y era imprescindible que creciera la economía. Había que potenciar el consumo".  Fue entonces cuando el público de la sala comenzó a bostezar.  Usted no se dio cuenta, se lo habían repetido tantas veces que había interiorizado y hecho suyas las palabras de Adelson, entonces ministro de fomento, y eso fue que le condenó. Usted mantuvo su inocencia hasta el último momento, pero ya era tarde. Nadie le creyó



domingo, 9 de junio de 2013

Apuntes sobre la construcción de una cabeza transparente

Además de los niños, que podrían guardar el secreto hasta los 16 años, día en el que se les regalaría una cabeza trasparente, quizá también se les debería mantener su original cabeza a los vulcanianos y al resto de animales no humanos.


Una cabeza transparente

Sueño todos los días con la posibilidad de no haber vivido en vano, con dejar tras de mi algo que pueda servir a todos y nos permita mejorar en las relaciones interpersonales y la convivencia. Que el mundo tras mi muerte pudiera ser mejor que antes de mi irrupción en la escena de la vida. Mi pequeña aportación a la humanidad será una cabeza. Una cabeza transparente.

La mentira y la ocultación son muy practicas. Mediante la mentira y la ocultación podemos conseguir algunas ventajas respecto a los otros y llevar una vida más tranquila y placentera, incluso algunos beneficios económicos. Sin embargo, este invento tan práctico se ha encontrado con sus propios límites, y ya solo ofrece a la humanidad más perjuicios que beneficios. Así que me he puesto a trabajar, en mi pequeño laboratorio de Carabanchel Alto, en la construcción de una cabeza trasparente que permita a los demás conocer a tiempo real nuestras intenciones. Durante un primer estadio esta cabeza  funcionará mediante un complejo sistema de colores. Cualquiera podrá saber si uno se encuentra triste, alegre o enojado, porque su cabeza irá cambiando de color. De la misma manera uno podrá conocer si el otro está desilusionado, enamorado, o siente odio hacia nuestra persona, permitiéndonos un acercamiento o una huida antes de que sea demasiado tarde. Pero la cabeza transparente tiene que ir más allá, no vale solo con parecer un semáforo.  Conocer las emociones de los que nos rodean está muy bien, pero queremos más, es decir; conocer el secreto. Ustedes dirán que esto es una intromisión en la intimidad, tanto individual como colectiva. Pero yo no estoy hablando de pisos trasparentes, sino de cabezas trasparentes. Por un lado, es cierto, que si el poder conoce nuestros verdaderos pensamientos, podría actuar contra nosotros mucho antes de que, por ejemplo, decidiéramos entrar en un piso vacío dando una patada a la puerta en vez de pasar la noche con frío y expuestos en un banco del parque. Eso es verdad, y parece que al poder mismo le interesaría más que a nadie mi propuesta de una cabeza trasparente. Por eso propongo ir instalando paulatinamente cabezas trasparentes de arriba a abajo. Me explico: aquellos que tuviesen más poder acumulado, ya sea poder político, económico, espiritual o de influencia social, serían los primeros que obtendrían su cabeza trasparente. Los últimos, después de un proceso que se prolongaría en el tiempo decenas de años, serían los niños, que no solo no tiene acumulado ningún poder, sino que además, todavía no han perfeccionado con sutileza la estrategia de la mentira.  Hasta aquí es todo perfecto, ¿pero como podríamos poner una cabeza trasparente a un alto ejecutivo de una multinacional, o a la de un sofista antes de que iniciara un discurso con el que trataría de convencernos para aceptar algo que atentara contra lo más bello de la existencia? En otra esfera, durante un breve encuentro con nuestro jefe en el que nos dijera"hola", ese "hola", podría ser reconocido por nosotros como aquello que significa, es decir, por "te voy a despedir o rebajar el sueldo". La mentira y la ocultación traen ventajas, pero la verdad también nos permiten reconocer con más facilidad el mundo en el que vivimos. Pero conocer la verdad no tiene porque convertirse en una lucha. Igual que las palabras de los otros nos cambian, la verdad nos trasforma. Como queremos ser intensamente ser amados, cada cual tratará de que sus pensamientos sean los más aceptablemente queridos por aquellos con los que nos apetece estar. Las cabezas trasparentes no tienen porque ser la vanguardia de una sociedad distópica, sino el inicio de una sociedad abierta, donde habrá desaparecido la desconfianza. Entonces, podría ocurrir que en vez de proponer ante el legislativo una nueva ley denominada "Ley de armonización inmobiliaria" esta pasaría a llamarse "Ley para pasar la noche con frío en las calles", y probablemente jamás fuera aceptada. Quizá nadie volvería a dar patadas a las puertas, pero no tanto porque conociéramos su secreto, sino porque porque ya no habría nadie durmiendo en las calles.




jueves, 6 de junio de 2013

El hombre que se reía veinticuatro horas antes

El hombre que percibía el futuro 24 horas antes, un día, de repente, sin saber el por qué, se aleja de Mandril

El hombre que se reía antes de tiempo

Existe en Mandril un hombre, que de repente, cuando todo el mundo guarda silencio, ya sea porque se encuentra en mitad de una tragedia o un conferenciante inicia su discurso, comienza a reírse. Todo el mundo cree que está loco. Lo que ocurre es que al día siguiente ocurrirá algo inesperado, gracioso, y no lo puede evitar. Veinticuatro horas antes de que suceda, él ya comienza a reírse.

El hombre que se ríe con antelación a los hechos, también llora antes de tiempo. Cuando alguien se ríe solo enseguida se abre un círculo y un silencio a su alrededor. Por el contrario, cuando alguien comienza a llorar, siempre aparece un amigo que se aproxima a consolarte. Sin embargo, cuando se le pregunta al hombre que se reía antes de tiempo el motivo de sus risas o llantos, él no puede contestar, pues ni siquiera lo sabe. Se ríe o llora de un suceso del cual todavía no tiene conciencia. Sin embargo sí puede llorar en una fiesta por algo muy triste que acontecerá y decir que se siente feliz. Se siente feliz por el ahora, sin poder expresar el por qué brotan sus lágrimas El hombre que se ríe veinticuatro horas antes, a veces, se pone a gritar. Él dice que se encuentra bien, pero cuando le quitamos la camisa, su cuerpo se encuentra amoratado, cubierto de golpes. Todavía no ha salido a la calle en pro del derecho a expresarse libremente, y ya ha sido lo suficientemente maltratado por la policía. Y sin embargo hay días en los que no ha ocurrido todavía nada extraordinario, y su corazón palpita enloquecido. Se ha enamorado, y ni siquiera sabe de quién.



miércoles, 5 de junio de 2013

En contra de la evolución

En busca de otro camino donde la vida no se tenga que comer a sí misma


Algunos pensamientos sobre una posible escapada al proceso evolutivo

La vida es maravillosa, si, mientras nadie te coma. La evolución me ha llevado a un callejón sin salida. Me gustan mucho los animales, pero más me gusta comérmelos, y esto no puede continuar así.

La evolución nos ha dotado de placer, pero para satisfacerlo tenemos que matar. Los que estamos en contra de la evolución estamos decididos a que esta busque otro camino, ¿pero cual? Quiero proponer a la evolución un paso más allá o un cambio de dirección hasta llegar a un lugar donde la vida no se coma a sí misma

Muchos de ustedes me dirán que si la vida no se come a sí  misma, se producirá un colapso medioambiental por superpoblación. Yo no estaría tan seguro.  En cualquier caso podemos lanzar la pregunta "¿Hay algún ser vivo que no se coma la vida?" Quizá los árboles. Todavía no conozco el caso de un árbol que se coma a otro árbol y persiga una cría de foca. El problema de este tipo de existencia es precisamente su quietud, bastante molesta cuando se aproxima un incendio estival. Para escapar del horror del fuego es recomendable tener piernas o patas, pero claro, esto exige un gasto de energía extra. En otras palabras, la movilidad demanda un aparato digestivo, y esto nos lleva irremediablemente al asesinato. 


lunes, 3 de junio de 2013

Propaganda para un teatro de incógnito en tiempo de crisis

Estas pequeñas obras que suceden en la vida cotidiana acaban muchas veces con la intervención de la policía

La pequeña compañía inexistente de Dominguet

La gente se va del país y los hombres siguen cayendo. En este contexto Dominguet ha dado una patada a la puerta,  y tras ella ha aparecido un lugar muy pequeño, la verdad, pero muy mono, y ahora es un pequeño teatro. No caben más de 15 o 20 personas. Es casi gratis. Allí debe estar sucediendo algo inesperado

En el teatrito Dominguet se pueden comer palomitas y tener el móvil encendido. Y esto, claro, puede tener consecuencias. Lo bueno del teatro es que siempre es político, aunque uno no lo sepa. A veces, la pequeña compañía de Dominguet sale de teatrito y se va al mundo. Representan una obra que sucede en cualquier lado, un supermercado, el metro, el trabajo. Estas pequeñas obras que suceden en la vida cotidiana acaban muchas veces con la intervención de la policía. Lo que en realidad está ocurriendo es que nadie sabe que está viendo una obra de teatro. Ahora bien, hay que construir toda una filosofía alrededor de estas obras. Dominguet había pensado que estas representaciones fueran capaces, como el chasquido de los dedos de un ilusionista, de que derrumbaran el modelo mental sobre el mundo que tiene el público, que ni siquiera sabe que es público, en tan solo un instante. Es muy difícil. Nadie lo ha conseguido. Y quizá no sea muy justo. Imagínense esta escena: 

"Un hombre se dirige al trabajo, durante su trayecto tropieza con una de estas representaciones de incógnito de la compañía de Dominguet. Algo tan grave sucede en el alma de este hombre al ver inesperadamente la obra, que abandona su trabajo, a su pareja y a sus hijos"

Evidentemente esta forma de teatro estará prohibido. Porque la compañía ya no solo se dedica a crear mundos paralelos que los inserta en este, donde vivimos, sino que además cogen hombres que encuentran en las calles y los transforman en otro. Los actores ya no son solo interpretes e imágenes, sino que además son demiurgos. Probablemente sean una amenaza más terrible que la bomba atómica o la "Invasión de los ladrones de cuerpos"
 
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