Para qué queremos un piso para vivir si tenemos preciosos pisos psicológicos
¡¡Guerra psíquica contra el frío!!
La medida del gobierno es la siguiente; bajar los sueldos. Lo que aumenta el coste de la calefacción y por lo tanto la sensación de frío. Para combatir el frío, el gobierno está inundando la ciudad de carteles que dicen "¡Beba vino!" Es cierto, el vino reduce temporalmente la sensación de frío pero aumenta el embotamiento cerebral. Se observa también una caída en la respuesta social e intelectual, probablemente ocasionados por el uso continuado de un vino demasiado barato. La estadística demuestra que el consumo de analgésicos se ha disparado
A pesar del vino y del embotamiento cerebral, han aumentado las pintadas callejeras que dicen "¡Tenemos frío!" El gobierno no se muestra indiferente ante las demandas sociales y ha dicho "¡El frío es psicológico!". A pesar del vino y del embotamiento cerebral los vecinos se organizan y crean las primeras brigadas psíquicas para combatir el frío. Caminan alegres y sin camiseta en pleno invierno y tienen calor siempre. No, no quieren entrar en calor enfrentándose a la policía, ni calentarse alrededor de un ministerio de economía en llamas. Ellos entran en calor tirando piedras a los palacios, y a veces un propietario se asoma a la ventana de su mansión gritando a las brigadas psíquicas "¡Hijos de puta!" y recibe el impacto de un pedrolo en la cabeza y le rompe la ceja. Las brigadas psíquicas responden gritando "¡El dolor no existe, es psicológico!".
Para entrar en calor hay que entrenar la mente y apartar el vino a un lado. Para entrar en calor no es preciso quemar nuestro piso, como en Watts en el 65. Hay que entrenar la mente para saber que es lo que hay que quemar y entrar en calor quemando palacios. El efecto es inmediato. Desde el interior del palacio alguien llamará a la presidencia del gobierno y dirá "¡Están quemando mi palacio conmigo dentro! ¡Bajen el precio de la calefacción! ¡Aumenten los salarios! ¡Háganlo ya! "
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