La ciudad de las puertas
Dominguet se dirige a Mandril, como todos los días. Sin embargo, al tratar de abrir la puerta que da acceso a la ciudad, esta no se abre. Quiere forzar la puerta para entrar, pero en ese momento aparece un Vigilante.
Vigilante: ¡Oiga usté!
Dominguet: ¡Ya era hora! Llevo más de veinte minutos tratando de abrir la puerta y no lo consigo
Vigilante: ¿Ha utilizado su correspondiente llave?
Dominguet: ¿Qué llave? He entrado y salido de esta ciudad mil veces sin necesidad de una llave
Vigilante: ¿Y qué quiere que yo le diga? Sin llave no puede pasar
Dominguet: ¿Cómo que no puedo pasar?
Vigilante: Puede hacer lo que quiera, pero necesita la llave ¿No ve la cerradura?
Dominguet: Si, si, la veo, ¿pero por qué han puesto una cerradura para entrar en Mandril?
Vigilante: Jajaja, ¿no será usted un indeseable? La cerradura se ha instalado, precisamente, para impedir el paso de los indeseables
Dominguet: ¿Un indeseable? ¿De qué está hablando? ¿Me está tomando el pelo?
Vigilante: Me temo que a partir de ahora deberá vivir fuera de la ciudad
Dominguet: ¿Vivir fuera? Tengo todas mis cosas dentro
Vigilante: Pues ya sabe lo que tiene que hacer para llegar a sus cosas
Dominguet: ¿Dar una patada a la puerta y qué se venga abajo?
Vigilante: ¡Ni se le ocurra! Tenemos un edificio apartado de la ciudad donde albergar a los pateadores de puertas. Además, no le serviría de nada, tras esta puerta hay otras puertas, cada una con su correspondiente cerradura.
Dominguet: No se confunda usted, he vivido siempre en Mandril y sé por mi experiencia que hay extensas zonas sin puertas
Vigilante: Todas en franco retroceso. Si no me equivoco, a estas horas ya están instalando cerraduras en las últimas áreas de la ciudad, que hasta ayer, no tenían puerta
Dominguet: ¿Qué me dice?, ¿han puesto una cerradura al parque?
Vigilante: Si
Dominguet: ¿Y a la plaza?
Vigilante: Si
Dominguet: ¿Y a la salud?
Vigilante: Si
Dominguet: ¿Y a...? (Le interrumpe el Vigilante)
Vigilante: Si. Hay cerraduras por doquier. Jajaja. Allí se necesita un buen manojo de llaves para desenvolverse en su interior. Jajaja. Una llave llama a otra, y esa otra a otra. Jajaja. Mira, mira esta foto, es de mi hija. Mira como una inmensa llave impide que pueda rescatar a su muñeca. Jajaja
Dominguet: ¡Pero usted tendrá la llave!
Vigilante: Yo tengo la llave que me permite abrirle la cabeza si se empeñara en pasar sin llaves
Dominguet: Entonces voy a tener que conseguir una llave para entrar
Vigilante: Perfecto, a eso se le llama "pasar por el aro" Pero ni aun así muchos consiguen acceder a la ciudad, ya sea porque son demasiado gordos para entrar por el "hula hop", o bien, porque sus principios les impiden pasar. Jajaja
Dominguet: Si me esperas un momento, ahora vuelo. Voy a por mi llave.
Dominguet se va. Desaparece de nuestra visión por unos momentos. El vigilante le increpa.
Vigilante: ¡Eh, usted! ¡Es por aquí! ¡Para conseguir la llave tiene que pasar por el aro!
Dominguet vuelve a aparecer, pero esta vez llega con una pértiga
Dominguet: Ya está ¡Aquí está mi llave! (Dominguet corre hacia la puerta y da un asombroso salto impulsándose con la pértiga hasta traspasar el muro que le impedía acceder a la ciudad)
Vigilante: ¡Eh, usted!
Dominguet: (Sobrevolando todas las puertas y gritando al mismo) ¡Yuuhu!¡Viva la democracia atlética!
Bien amigos, Dominguet ha llegado al interior de la ciudad, pero nada sabemos de él; si ha sido detenido o si dio con sus huesos en el frío suelo del albergue para pateadores de puertas, o quizá, se haya encontrado con otros pertiguistas, y al caer la noche, se dedique a abrir las puertas, una tras otra, destrozando todas las cerraduras que vaya encontrando a su paso.
En cualquier caso, existen múltiples técnicas para traspasar los muros de la ciudad. En la foto, un individuo descubierto al tratar de introducirse en la ciudad sin la llave correspondiente.
Todo es posible
1 comentario:
En realidad Dominguet no fue a por una pértiga sino a pasar por el aro. Si, Dominguet pasó por el aro, pero a él gusta pensar que se encuentra una realidad alternativa. A eso se le llama ensoñar y evasión de la realidad. Me ha dicho que un día pondrá su existencia a examen. No sé si aprobará.
Publicar un comentario