Todo lo que ha quedado de Julio Verne
¡La cultura se desintegra!
Quisiera informar al lector sobre los últimos acontecimientos ocurridos en la ciudad de Mandril y que transformarán para siempre nuestra existencia. No se trata del amor llamando a las puertas de la ciudad para instalarse definitivamente en nuestras vidas, es otra cosa, un suceso inimaginable, sin embargo debemos decirlo alto y claro antes de que este texto desaparezca ¡La cultura se está desintegrando!
Léanme bien por favor, este texto desaparecerá en 78 horas. No, no se trata de censura. Lo que ocurre es que la cultura se está desintegrando. Todos los registros están afectados y las letras desaparecen de los libros. Las primeras en caer fueron las vocales, después cayeron las consonantes y notas musicales. Ya no hay libros en Madril. Usted puede copiar rápidamente su libro mediante cualquier técnica, pero desaparecerá al poco tiempo de entre sus manos. Es posible crear un ejercito de copiadores, de gente dedicada a fotocopiar, a escanear o transcribir a mano todos los registros escritos cada cuatro días, para ver como desaparecen una y otra vez.
No hay música, todas las grabaciones se degradaron y a día de hoy son inescuchables. Hay que recuperar la memoria y prender a tocar el laúd, a cantar como asignatura obligatoria. Cada hombre se tiene que transformar en una biblioteca andante, en un trovador, y tiene que recordarlo todo y recordárselo a todos. Cuando todo haya desparecido, cuando todas bibliotecas, museos y pinturas hayan caído; cuando hayan caído los templos, los teatros, los cines; cuando a la vista le sea imposible encontrarse con pedacitos del pasado, habrá hombres, millones, como los hombres libro de Bradbury, recitándolo todo, cantándonos en las noches del estío, narrando que llegaron muy lejos y lo vieron todo.
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