¡¡Nos estamos organizando!!
Un puñado de mujeres y hombres organizados pueden realizar algunas cosas, por ejemplo, abandonar el cuerpo incorrupto de Esperanza Aguirre, y que curre por por primera vez en su vida. Al parecer el cuerpo incorrupto de Esperanza Aguirre no era tan incorrpto.
Si un hombre apocado y tartamudo puede realizar algo en común con otro, es probable que esos dos puedan ponerse de acuerdo con otros dos. Esto es, crear una organización.
Es cierto que existen muchas organizaciones, pero es hermosísimo organizarse a sí mismo y organizarse junto a los otros. Es decir, llevar la política a cualquier rincón del planeta. Un puñado de hombres y mujeres organizados pueden realizar muchísimas cosas, desde emplumar a un presidente, rescatar un bloque de pisos abandonados para montar orgías, editar un fanzín como contrapeso a la sociedad del espectáculo, o pegarse un tiro en las escalinatas de parlamento de Mandril, por ejemplo.
A medida que los mandrileños nos vamos organizando se multiplican las cosas que podemos hacer, y cuando hay demasiadas cosas haciéndose y en marcha, resulta imposible detenerlas. No existen cámaras de seguridad, policías, ejércitos, ni microchips suficientes capaces de parar una masa crítica de mandrileños organizándose. Una lata. Cuando los mandrileños les da por organizarse, el poder empieza a pintar menos.
Y cuando el poder comienza a pintar menos entonces sucede. Sucede que un día la voz grave, si, grave, que resuena por los altavoces de todo mandril y que nos eriza el pelo y nos hace temblar cuando la escuchamos (aunque esta vez la oimos aflautada) ,encomienda una tarea a un hombre cualquiera, podrías ser tú. Entonces es cuando ocurre que de los labios del hombre cualquiera brotan las primeras palabras, palabras mágicas, que dicen; "No, bwana" y es entonces cuando cambia todo y comienza aparecer en lo que era antes La Nada un puntito infinitesimal de futuro, en expansión.
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