Primero fué un palillo mondadientes clavado en la espalda, más tarde una astilla en la uña, después le arrancaron la uña entera
Le cortaron el dedo, la mano y el brazo, y continuaron por los pies, el bazo y el cerebro. Le querían arrancar hasta el corazón.
Un día Dominguet y sus compañeros propusieron a los sindicatos encerrarse el trabajo. Su respuesta fué "No". No era el momento.
Pasó un mes y todavía no era el momento. Y mientras tanto Dominguet seguía perdiendo miembros, órganos y vísceras. Y un día, sin esperar el momento, los compis de Dominguet convocaron una asamblea. Una asamblea donde acudieron cientos de trabajadores despiezados.
Se consensuo el encierro.
Los sindicatos volvieron a decir No. Que todavía no era el momento. Que no era el momento. Que no era el momento. Que se fueran casa. Pero en vez irse a casa se encerraron en el curre.
Y a los pocos minutos, a Dominguet le brotó una flor en el muñon.
1 comentario:
somos las flores en los culos desperfectos
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