Durante el aplazamiento de la realidad uno puede dedicarse a hacer un montón de cosas
Primeras notas sobre el aplazamiento de la realidad
Desde la izquierda se habla a menudo de la importancia de transformar la realidad. Quizá sea importante. Sin embargo mi propuesta es diferente, no se trataría de trasformar la realidad, sino de pararla. Propongo aplazar la realidad.
Durante el aplazamiento de la realidad ningún hombre moriría. Si te apetece, podrías dejarte caer desde el edificio más alto de Mandril e instantes antes de colisionar contra el suelo, descender a cámara lenta, posándote suavemente sobre la acera. Es importante una tregua de realidad durante el tiempo que sea necesario. Me imagino un hombre que va a ser despedido o desahuciado. Si consigue aplazar la realidad durante años es probable que viva en su piso o conserve su trabajo el tiempo que él considere necesario. Es cierto que aplazando la realidad no se acaba con la máquina de la miseria, pero si consigues aplazar la realidad puedes darte un paseo durante una tarde de hambruna sin necesidad de morir de hambre.
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