"En La Odisea (17.541-550), cuando Penélope oyó que su esposo Ulises podía estar vivo, dijo que él y su hijo podrían finalmente castigar a los pretendientes. En ese momento, su hijo estornudó fuertemente, y Penélope rio, llena de felicidad, ya que lo consideró una señal de los dioses.
El 3 de septiembre del 401 a. C., antes de una batalla contra los persas, el soldado ateniense Jenofonte pronunció un dramático discurso instando a sus colegas a acompañarlo a la libertad o la muerte. Después de una hora de arenga, un soldado estornudó, lo que sus compañeros consideraron una señal favorable de los dioses hacia Jenofonte.
Los católicos romanos popularizaron el uso de la bendición como respuesta al estornudo. La costumbre de exclamar «¡salud!» tras un estornudo comenzó hacia el año 590, cuando la peste comenzaba a acechar Europa. Para combatir la peste, el papa Gregorio Magno (540-604) ordenó letanías, procesiones y plegarias constantes. Aquel que estornudara debía ser inmediatamente denunciado mediante la exclamación «¡salud!», que funcionaba como una oración para bendecir el lugar y evitar el desarrollo de la peste, pero que también estigmatizaba a quien acababa de estornudar como si fuera un campesino portador de la desconocida enfermedad. La costumbre permanece aún entre los hablantes de varios idiomas, entre algunos de los cuales se sigue utilizando algún tipo de bendición, como «Jesús» o «Salud». En los países anglosajones se suele utilizar la expresión «Bless you» (‘[Dios] te bendiga’), con el mismo fin que el «¡salud!», de los países hispanohablantes.
Gradualmente la exclamación perdió su connotación negativa, y pasó a ser considerada un acto de cortesía.
En Rusia, Hungría y Eslovenia, un estornudo que ocurre después de hacer una afirmación se interpreta a veces como una confirmación por parte de Dios de que lo que se dice es cierto. En India, Pakistán y Guatemala se cree que cuando alguien estornuda es que recuerda o es recordado por alguien querido. En El Salvador, cuando alguien estornuda siempre se hace la broma que la causa del estornudo es por que no se ha ingerido bebidas alcohólicas. En Japón, estornudar es señal de que alguien está hablando de la persona que estornuda. En México se cree que si un varón estornuda significa que su esposa le está siendo infiel.
En Mandril, el estornudo de un ciudadano, lleva implícito, nuevas medidas gubernamentales con el fin de reducir el concepto de ciudadanía"
Primeros estornudos en Mandril
El plan está diseñado en varias fases. Primero se empuja a los trabajadores a acudir enfermos a sus puestos de trabajo, y desde allí a esparcir su carga vírica a sus propios compañeros, a los alumnos, en caso de ser profesores, y a los pacientes, en el caso de trabajar en el Sistema Nacional de Salud
A partir del momento en el que los trabajadores acuden enfermos a sus puestos de trabajo y diseminan por doquier sus miasmas, comienza la epidemia, y en poco tiempo una parte de la población de Mandril se encuentra debilitada por la fiebre y agotada por la combinación de enfermedad y trabajo. Con fiebre y con síntomas de agotamiento no es fácil acudir a las reuniones para derribar al gobierno. Ni tan siquiera es fácil leer o pensar. Pero lo que sí es posible hacer con alguien que tiene fiebre, es golpearle. Seguramente ni siquiera se resista. La teoría es la siguiente; al iniciarse una epidemia debilitante, las probabilidades de recibir un golpe inesperado aumentan. En otras palabras, en las próximas semanas nos encontremos con un nuevo golpe gubernamental, con pocas posibilidades de respuesta, debido a la acción de la epidemia debilitante en el cuerpo humano. Pero no está todo perdido. Hagan acopio de vitaminas, descansen lo que precisen, alejen el estrés de sus vidas, háganse zumos naturales y refuercen su sistema inmunitario. Entonces ocurrirá lo inesperado. El gobierno llegará y le golpeará con una violencia extrema. Pero lo que no sabe el gobierno es que usted ya no tiene fiebre y que se encuentra aceptablemente descansado. El gobierno creía que se iba a encontrar con un cacho de carne aturdido por la fiebre y sin embargo se encuentra ante alguien despierto, lúcido y con la mente despejada. El gobierno pensaba que podría golpearle cuanto le viniese en gana, pero lo que no sabía es que usted tomaba vitaminas a escondidas.
1 comentario:
Curiosamente, los franceses ante alguien que estornuda le dicen "à tes souhaits", esto es, "a tus deseos"...
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