En realidad tampoco es para tanto
¡Mandril se desintegra!
La única prueba escrita que tenemos del inicio del fin del mundo, es una tablilla mesopotámica de hace aproximadamente tres mil años que dice "“El mundo en el que vivimos ha alcanzado una fase crítica. Los hijos ya no obedecen a sus padres. El fin del mundo no está ya muy lejos”…
El fin del mundo se aproxima. Como corresponsal en Mandril del periódico satírico "La Gallina Vasca" estoy encargado de reunir hechos que lo certifiquen. Lo que no sé todavía es si el fin del mundo comenzará en Mandril o en otro lugar, o si quedará algún espacio en el planeta a salvo de la acción del fin del mundo. Sea como fuere, el fin del mundo ya ha comenzado, los autobuses llegan cada día más tarde, el número de hombres y mujeres sin dientes aumenta cada día sin cesar, algunos sueldos han comenzado a disminuir y a desintegrarse, la ciudad comienza a despoblarse, desaparecen adoquines del suelo, algunos pierden sus pisos y otros pierden sus vidas. Aun así, no podemos considerar esta información como prueba definitiva de que nos encontramos inmersos en el fin del mundo, pero no cesan de aparecer nuevos datos. Ayer mismo un compañero de curre me enseño un aparato capaz detectar la cantidad de oxígeno que había en el ambiente y que era fácilmente transportable en el bolsillo. Me temo que nos estamos quedando sin aire. Siempre me ha resultado complicado respirar en el Corte Inglés. Como periodista de investigación algunas personas me preguntan que por favor, les diga el día en el que comenzó el fin del mundo. He estado pensando sobre el tema. Es posible que el fin del mundo comenzara hace tres mil años en Mesopotamia, pero me temo que todo empezó el 19 de julio de mil novecientos sesenta y ocho "¿Qué ocurrió ese día?"- Me preguntan - "Es el día en el que nací yo".
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