Con y sin sombrero
¿Por qué llevo sombrero?
Tengo una cabeza diferente, fuera de lo común. En otras palabras, me temo que soy un hombre demasiado avanzado para mi época, es decir; un incomprendido.
Si, soy un incomprendido a pesar a mi enorme potencial, por llamar de alguna manera a mi formidable cráneo. No es que los demás no me comprendan, en realidad soy yo el que no se comprende. Puedo analizar la realidad, incluso cobrar un sueldo por dar mi opinión ¿Ustedes pueden imaginarse por un solo instante lo agradable que sería recibir dinero por pensar, en vez de por cargar pesos a la espalda? Cuando se carga peso a la espalda uno deja de pensar, no es fácil analizar la realidad cuando los sacos que transporto pesan más de 20 kilos.
Mis sorprendentes capacidades intelectuales se reequilibran gracias al trabajo brutal que desempeño en la vida cotidiana. Paso desapercibido, como si fuese un infiltrado, aunque no del todo, porque tengo que usar sombrero. Se ríen todos de mi porque llevo sombrero; es mejor que se rían de mi a que se asusten. Llevo cargas y pesos con mi sombrero puesto, bailo por la noche con mi sombrero, voy a la piscina con mi sombrero, hago el amor con mi sombrero. Podría ofrecer grandes discursos y vivir exclusivamente por dar mi opinión, pero entonces, me tendría que quitar el sombrero, ya sea para saludar o porque el protocolo lo exigiera, y entonces todas mis opiniones se derrumbarían. No quisiera que todo el mundo se asustara en cuanto me descubriera la cabeza.
Me preguntan a veces, "¡Por qué trabajas cargando pesos teniendo este formidable cerebro?" "Porque si no tendría que trabajar en un circo"-Les respondo-
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