Una familia asistente a uno de mis cursos
Curso acelerado para llevar vida interesante
En la actualidad existen todo tipo de cursos, el que me estoy preparando es uno llamado "Curso para llevar una vida interesante" Ir al trabajo, volver, comer, echarse la siesta, beber, hacer el amor y dormir, no está nada mal, pero en mi opinión no es lo suficientemente interesante. Yo abogo porque cada día sea lo más parecido a una comedia de situación.
Me levanto, preparo un café y construyo un personaje. Puedo enfrentarme contra el hombre o contra mi mismo, pero hoy elijo enfrentarme contra el mundo. Al mismo tiempo me apetece vivir un slapstick, ya saben, ese tipo de comedia fácil donde se reparten tortas, así que voy a hacer una tarta y se la voy a tirar a ese presidente de la Comunidad de Mandril que nadie sabe su nombre. En realidad no se la voy a tirar a él, sino al rostro del poder, aunque tampoco sé el nombre que tiene el poder. De repente mi vida tiene sentido.
Tengo 24 horas para hacer una tarta, ir al curre, volver a por la tarta y arrojársela al presidente. En realidad será mi madre la que prepare la tarta. La diré que es para el presidente y ella será un poco más feliz. Cuando baje las escaleras encontraré a una vecina que me gusta, es su cumpleaños, la regalaré la tarta y ella me invitará a su piso. En ese momento desplazaré la lealtad a mi mismo y mi guerra contra el mundo y meteré mi lealtad en la cama de la vecina, pero no es fácil llegar al orgasmo mientras uno piensa en la cara del presidente. En ese momento se producirá un conflicto cómico, mi vecina me preguntará si es que ya no la quiero, y yo la responderé que es al presidente al que quiero entregar la tarta. Esta escena es terrible, ella llorará y yo abandonaré el piso con la tarta ya empezada.
No es fácil abandonar el amor e ir en busca del presidente, pero al menos me convertiré en un tartalari, después despertaré en una celda y construiré un nuevo personaje, hoy elegiré enfrentarme contra el hombre. Tengo 24 horas para construir mi historia, preparar una fuga masiva, un motín, o una huelga de hambre, sin embargo escaparé en el interior de uno de los altavoces del cantante Imanol y me convertiré en poeta. En ese momento mi relato da un giro radical, es lo que en los manuales sobre "Cómo orquestar una comedia", se denomina "abrir la puerta". Tengo el mundo y el día ante mis ojos. Escucho la sirena de la cárcel y me pongo a correr. Mientras escapo ocurrirá algo, se abrirán las puertas de una casa donde una mujer que me gusta me dará cobijo.
1 comentario:
Estas como una regadera! Me gusta!!
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