Dominguet jugando con la posmodernidad, antes de que la posmodernidad sea la que juegue con él
Cómo ser uno mismo en la posmodernidad líquida
La posmodernidad amenaza todo lo conocido y al final acaba desintegrando hasta los principios. Por suerte yo nací en verano, y los nacidos en verano somos más inteligentes. Que el mayor número de fracasados escolares hayan nacido también en verano, no indica nada, salvo que yo también soy un fracasado escolar. También los esquizofrénicos nacen en verano, pero en la última analítica, de momento no hay rastro ni de colesterol ni de locura en mi torrente sanguineo
Para vivir en la posmodernidad hay que haber nacido en verano. Se requiere un mínimo de inteligencia para moverse en la posmodernidad sin que esta me zarandé demasiado y me lleve a la deriva en su alborotada corriente. Así que he decidido salir con muchas chicas. Es decir, voy a utilizar los recursos de la posmodernidad para estimular mis principios, perder la timidez, ser menos miedoso, y en fin, después morir.
Por suerte tengo una teoría que me permitirá pasear y comprender un mundo que se cae. En realidad se me ocurrió ayer y está a medio hacer, y en fin, puedo utilizarla a favor de la conciencia revolucionaria y el crecimiento personal. La base de mi teoría está construida sobre un principio que dice que "Somos diferentes cuando estamos solos, a cuando estamos siendo observados, o con los otros" Acérquese a un psiquiátrico donde haya personas diagnosticadas de esquizofrenia crónica, observará un descuido a la hora de vestir, de moverse, en cada uno de los gestos del cuerpo y el rostro. La mirada del otro no afecta su estar con los demás. Efectivamente; la mirada del otro y el estar con los demás nos transforma. Cuando alguien se enamora se lava con más disciplina los dientes, y se ducha hasta tres veces al día. Cuando estamos con chicas que nos gustan nos transformamos, y leemos todo lo que las gusta leer a ellas, beber lo que beben, comer lo que comer y subir a las mismas montañas.
Ya hemos dicho que si te descuidas, la posmodernidad acaba por arrebatarte los principios y abandonarlos a la deriva. Por eso mola haber nacido en verano y en fin, ser muy inteligente. Los nacidos en verano siempre tenemos principios porque salimos el fin de semana con chicas con principios. La posmodernidad puede enviar a las chicas que te gustan al polo norte, pero siempre se quedan los principios contigo. Cuando dos personas se gustan sus miradas construyen al otro. Esto es muy importante; porque depende de quién me guste voy a ser uno u otro. Por eso los fines de semana hay que salir con chicas contrarias a las corporaciones y al estado o al menos izquierdistas o que quieran serlo, que quieren ser atrevidas o que quieren serlo, amables o que quieren serlo, altas o que quieren serlo, por ejemplo. Uno puede estar en forma, comprender mejor la vida, estimular el sistema inmunitario, y disparar su cociente intelectual si sale con chicas con principios durante el fin de semana. Y esto me lleva al hombre nuevo que estoy tratando de construir durante todos estos años y que al final siempre se cae por las escaleras. Y es que quizá el hombre nuevo siempre se va a caer escaleras abajo si se trata de una construcción exclusivamente individual. Se me acaba de ocurrir una teoría del nuevo hombre nuevo. El hombre nuevo será una construcción individual, si, y colectiva, al estar construido bajo la mirada y mirando a las mujeres con principios que a uno le gustan
1 comentario:
Del hombre postmoderno y, como nosotros, nacido en verano el mejor resumen nos lo hizo Chico Buarque. Te dejo la última estrofa:
Amou daquela vez como se fosse máquina
Beijou sua mulher como se fosse lógico
Ergueu no patamar quatro paredes flácidas
Sentou pra descansar como se fosse um pássaro
E flutuou no ar como se fosse um príncipe
E se acabou no chão feito um pacote bêbado
Morreu na contramão atrapalhando o sábado
Seguramente explica las escaleras y otras caídas.
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