Esperamos la llegada de la clase obrera, pero al parecer se entretuvo por el camino
Esperando a la clase obrera
Mientras los acontecimientos se aceleran todo el mundo espera. Y yo me asomo a la ventana, inquieto, por si acaso llegara la clase obrera, pero nunca llega.
Tan solo es posible escuchar una vocecita melancólica que dice:
"¡Sacadme de aquí!" "¡Sacadme de aquí!"
Y a veces ni tan siquiera es posible oirla
Cuando fue miniaturizada la clase obrera hasta poblar la palma de una mano, se lanzaron algunos fuegos artificiales, y allí vivió algunos años. Vivió algunos años hasta que la mano se cerró y la clase obrera quedó atrapada en el interior de un puño
Los días pasan en Mandril y yo me asomo a la ventana inquieto. No sé si llegará pero la espero. Espero la proximidad de sus pasos, sus canciones y risas. Pero solo escucho una vocecita apagada y muy triste.
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