domingo, 20 de marzo de 2016

Notas sobre el mundo en cuesta arriba


 Arrastramos hombres horribles en extraños trineos

Nociones sobre el mundo en cuesta arriba

Es mejor pensar que sentir. Si me hubiera dejado llevar por las sensaciones me  hubiera vuelto loco. Sentir que me canso, que enfermo, que envejezco, que engordo, o que el liberalismo me zancadillea a cada paso, enloquece. Es mejor pensar que sentir, dejarme llevar por la reflexión, por nuevos significados, descubrir que es el mundo el que se está trasformando, que se está convirtiendo en una cuesta arriba.

No es una cuestión de subjetividad, la evidencia empírica lo demuestra: aumenta la pendiente, y los llanos y las cuestas abajo desaparecen.  El mundo está cambiando de forma. Usted dirán que "Si existe una cuesta arriba, simultáneamente también existirá una cuesta abajo" Eso era antes, cuando con solo cambiar el sentido la cuesta arriba se transformaba en una cuesta abajo. Ahora la realidad es diferente, es algo parecido a un hoyo. Con desplazarse tan solo un milímetro se encontrará inmediatamente con una cuesta arriba, como la cuerda de un equilibrista.

He dibujado este esquema para que ustedes se hagan una idea de lo que supone el mundo cuesta arriba.

Vaya donde vaya usted, la cuesta arriba siempre aparecerá. Da igual que se dirija al baño o a la cocina o al supermercado, la pendiente siempre aumentará. Como si la fuerza de la gravedad estuviera continuamente creciendo, como si la atmósfera se duplicara a cada instante.

Necesitamos más petroleo y calorías para transportar nuestros cuerpos, convirtiendo el país en una dictadura fofa, cuando podríamos haber construido una especie de democracia atlética desarrollando nuestras potencias.  Las dictaduras fofas se organizan en el abuso, en lo pesado, donde los otros han de llevarnos  cargando sobre sus espaldas.  La democracia atlética se organiza en lo leve, en lo ligero. 

No sé cuanto tiempo durará la dictadura fofa, pero el petroleo se acaba, los cuerpos envejecen, las cuestas se empinan. En la democracia atlética el mundo se organiza cuesta abajo, allí donde nuestros cuerpos dejan de ser una carga pesada, donde la gravedad pone en marcha los mecanismos, donde no es preciso el abuso ni llevar a hombres horribles en extraños trineos. Dejar sentir la dictadura fofa que quiebra nuestros cuerpos e inteligencias. Es mejor pensar, reflexionar, crear, dar la vuelta a la cuesta arriba para convertirla en una democracia atlética, ligera. Ese lugar donde todos estemos invitados.


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