lunes, 25 de agosto de 2014

Cuando los hombres se convirtieron en seres apolineos

Hubo un tiempo en el que los hombres llevaban burka

El regreso del hombre


Se creía que bajo el burka se encontraban los monstruos de piel granulosa y mirada de roca, sin apenas voz, embrutecidos. Cuan equivocado estaba el mundo. Es difícil precisar cuando, pero el día que los hombres se despojaron del burka descubrimos luminosos seres apolineos.

¿Cómo ocurrió esto?, ¿por qué ahora son preciosos, de movimientos gráciles, livianos?, ¿por qué su voz es ahora melodiosa y nos aproximamos todos a escucharles?, ¿por qué poseen ahora las palabras, y estas, ya no pasan inadvertidas? Para respondernos, deberíamos hacernos otras preguntas, conocer por qué el hombre comenzó a usar el burka, por qué se ocultaron y dejaron de hablar en alto, siempre bajo el susurro.

No tengo pruebas, pero creo que los hombres  fueron muy guapos. Otra cosa es que la belleza fuera considerada una amenaza. Por favor, hagan ustedes un esfuerzo fantástico, imaginen sus cuerpos en gracia llevando grandes piedras sobre sus hombros. Esto no podía ser, de ninguna manera. Había algo en esos cuerpos, su sola presencia, que rompía el cómo debían ser las cosas. Entablar conversación con ese cuerpo y esa voz revelaba la miseria en el otro. Había que reprender seriamente al hombre, empujarle al agotamiento, al desgaste, dejar caer sus cuerpos, conseguir que se inclinaran cada día más hacia la tierra. Era preciso que el hombre dejara de hablar. Se invirtió demasiado tiempo y energía en la caída del hombre. Si este esfuerzo se relajaba, el hombre volvía a levantarse y su mirada buscaba de nuevo el horizonte. Digámoslo en otras palabras; la belleza regresaba.

La invención del burka pretendió ocultar la belleza del hombre. Es cierto que bajo el burka el hombre ya no podía realizar la fotosíntesis, enrareciéndose el aire del planeta. La falta de oxígeno fue deteriorando progresivamente los cerebros, salvo el del hombre, me explico; nadie sabía que bajo el burka se estaba formado un microclima estable, una biosfera particular, condensándose pequeñas nubes de sudor, suaves lluvias que caían sobre diminutos océanos donde brotaban las microalgas que oxigenaban el interior del burka. Ocultos al sol, su piel se volvió más delicada y sensible, a salvo de los terribles efectos sobre el cuerpo humano de los rayos ultravioleta. Lo que al principio fue un instrumento para anular al hombre,  se había convertido en la herramienta para su liberación. La vida da enormes vueltas. Aquellos que pretendieron reprimir la belleza del hombre, eran los monstruos. La falta de oxígeno ambiental les había transformado en verdaderos imbéciles, su piel agostada por la quemazón de la radiación. Todo estaba ya dispuesto, solo faltaba un pequeño gesto. Desembarazarse del burka. 
















viernes, 22 de agosto de 2014

Nuevos chistes sobre la muerte y los viejos

El problema es el siguiente. Si decidimos morir politicamente y convertirnos en viejos bomba generando micro explosiones, debemos ser cuidadosos de aquí en adelante,  más que nada, para no provocar algún pequeño manchurrón de hollín en el suelo. 

La muerte futura


Los mandrileños se van a morir a Zúrich, ¿pero por qué morir en Zúrich pudiendo morir en Mandril?


Por favor, no miren el calendario, es mejor no hacerlo. Lo cierto es de 47 millones de mandrileños en 2014, seremos 42 millones en 2050. Esto es, los nacidos entre 1960 y 1980 ya estaremos muertos. Muy muertos. Algunos, pocos, se habrán encaminado a Zúrich -con billetes de solo ida- Todavía puede escucharse el eco de las palabras de Cristine Lagarde, esas palabras que decían que ibamos a ser un problema para la economía. 

Para morir ya no eran necesarias las pastillas que uno podía conseguir en Zúrich. Para morir, lo que había que hacer era:

- Reducir los sueldos

- Eliminar servicios sanitarios ( Ya saben, de tal manera que cuando uno se quería dar cuenta, ese simple grano, podía convertirse en alguien al servicio de la economía)

- Introducir la mala vida

- Ir acabando con la alegría

-Aumentar la edad de jubilación

- Reducir las pensiones

En Mandril, en tiempos del Partido Popular, se construyó una enorme estatua dedicada a Christine Lagarde. Era tan grande, que todos los días teníamos que pasar por debajo de las piernas de Cristine. A sus pies, una leyenda: "Hay que hacer algo con los viejos"

Morir en Suiza era caro. No todos podíamos desaparecer dignamente en Zúrich. El resto, la mayor parte, moría en silencio en sus pisos de Mandril. El Partido Popular, ya con un discurso moderno y sin complejos lo decía "¿Por qué el Estado debería financiar la muerte de los viejos? ¡Qué hubieran ahorrado para viajar a Zúrich! ¡Qué hubieran estudiado!" Y la gente aplaudía a rabiar

En realidad no era preciso viajar a Zúrich. La esperanza de vida ya había caído y los pobres morían antes -Bueno, en realidad todavía se creían el rollo ese de que eran clase media- a veces, ni siquiera llegaban a viejos. Esto, claro, aumentó la productividad. 

Lo bueno de que la muerte formara parte de la agenda política, era precisamente eso, que la muerte se había convertido en un asunto político. Todos podíamos hacer un último gesto político, por ejemplo:

A) Morir en silencio en nuestros pisos

B) Viajar a Zúrich

C) Convertirnos en viejos bomba.















viernes, 15 de agosto de 2014

¡Hacia un mundo más joven!

Mi vecino, atravesando los vagones del metro. Tiene ahora 135 años. Morirá pronto. 

¡Hacia un mundo más joven!

Hoy he visto a uno de mis vecinos del bloque donde vivo pidiendo en el metro. Parecía mayor. Sin embargo, su partida de nacimiento indica que tiene 50 años. No es cierto, en realidad tiene 135 años.

Saber la edad de la gente nos permite conocer lo horrible. Todo empezó cuando una chica que me gusta me envió un correo con un enlace a un artículo de Beatriz Preciado. Desde entonces, es decir, desde ayer, tengo un bulto en el cráneo. Me explico. Al leer el artículo me caí de espaldas, golpeándome la cabeza contra el suelo. La vida ha cambiado. He dibujado el edema que ha brotado como un volcán en la parte posterior del cráneo, para que ustedes se hagan una idea:


Ahora tengo un edema.  Lo que no sé es si el edema me permite conocer el mundo desde una perspectiva novedosa, o si por el contrario, distorsiona la realidad. Lo cierto es que ahora veo la edad real de la gente. Me explico: existen grupos extensos aunque poco visibles que han superado los cien años de edad real, no la edad ficticia que figura en el DNI. Su muerte es inminente, si es que ya no están muertos. 

Me interesan todos/as aquellos que tienen una renta, si la tienen, que se mueven en los márgenes próximos al umbral de la pobreza, esto es, 650 euros. El margen podría ser de 650 a 950 euros, por decir algo. Es decir, toda la gente, incluido yo mismo, que nos encontramos muy próximos a caer por la resbaladiza pendiente de la pobreza y la extrema pobreza, si es que no hemos caído ya.

Asignaré, al igual que hace Beatriz Preciado, un suplemento extra de edad. Pero no lo añadiré exclusivamente a las mujeres, sino a todos aquello/as que transitan entre la pobreza y sus márgenes próximos. Quince años extras. Automáticamente serán menos atractivos a la vista. Gustarán menos. Un ejemplo:

Mi vecino, si es que cobra alguna  pensión no contributiva por invalidez, esta será alrededor de 365 euros al mes. Ya no tendrá 50 , sino 65 años. Es lo que tiene ser pobre, que uno envejece rápidamente.

Pero a esta asignación de 15 años de envejecimiento por pobreza, hay que sumar algunos pluses a los signos donde se manifiesta la pobreza. Ahí van algunos que se me han ocurrido:

- Plus de edad por falta de dentadura o alguna de sus piezas: dos años extra
- Plus por problemas con la drogaina: otros dos año como poco
- Plus de edad en caso de que le falte algún órgano o miembro,  brazo, pierna, oreja, nariz,ojo, por ejemplo: sume dos años más
- Plus por falta de vivienda: mínimo dos
- Plus por desempleo: dos años
- Plus por fealdad producida por envejecimiento, por hábitos inducidos por la pobreza o trabajos de baja renumeración que deforman los cuerpos: otros dos años más
- Plus de edad generada por una alimentación proletarizada, obesidad, disgustos: dos años
- Plus por depresión generada por la pobreza, separaciones, falta de autoestima: otros dos años
- Plus de edad al pedir en el metro: dos años como poco
- Plus de edad por apariencia, ropa lumpen, por ejemplo, o cualquier signo de identidad de la pobreza: dos años
- Plus por discriminación de edad y género: quince por ser mujer mayor de 45 años, quince por ser hombre mayor de 55, quince por ser transgénero, sea de la edad que sea, quince años más por ser mayor de 65, porque sí, por viejo.

Ahora calcule su edad real. No se asuste si supera los 85 años. Ya lo sé, es viejo, muy viejo, es pobre y no gusta ¡Cómo se van a enamorar de usted! Ahora  ya lo sabe, vive en un mundo que odia a los viejos y a los pobres, en una economía heterocapitalista y probablemente nazi, aunque lo disimula muy bien .

Christine Lagarde, la directora del FMI, ya lo ha dicho "Los ancianos viven demasiado. Esto es un riego para la economía. Hay que hacer algo ya"  Me imagino cual es plan de Lagarde y no me interesa. La alternativa es que a los viejos se nos aparezca Nuestra Señora de la Renta Básica Universal e Incondicional. Eso, o convertirnos en viejos bomba.

Me gustaría acabar como empecé, es decir, hablando de mi vecino que tiene 135 años y morirá pronto, pero puede y tiene que rejuvenecer. El mundo se está haciendo más viejo a cada minuto, es hora pues de rejuvenecerlo.





lunes, 11 de agosto de 2014

Breve historia de Microlandia

Primeros habitantes de Microlandia. Un país donde por fin serían libres.



Orígenes de Microlandia


La humillación durante siglos fue terrible. Se les utilizó como bufones en las cortes, como material para chistes, como objetos. La gente se reía de ellos  y por lo general eran excluidos del mundo laboral. Un día, un grupo de ellos, decidió organizarse para crear un país. Un país donde sus habitantes no midieran más de 1,10 m de altura. Querían llamar a este nuevo estado Micronesia, pero alguien se les habían adelantado. Así que lo llamaron Microlandia.

Los hombres y las mujeres más bajitos habían confeccionado una  especie de Constitución a la que habían denominado Estatuto Orgánico de los Hombres y Mujeres libres de Microlandia. Lamentablemente, los hombres y las mujeres muy bajitos tenían un Estatuto Orgánico pero todavía no tenían un país. Sin embargo, todo cambió inesperadamente. Los hombres más pequeños del mundo consiguieron un Estado gracias a Dominguet, o quizá por su culpa. Es el problema de hacer chistes sin gracia, que la gente se los toma en serio. El chiste de Dominguet  en cuestión, pero resumido, era el siguiente:

"Propongo la compartimentación del mundo en diferentes cuadrantes, por ejemplo, en un cuadrante vivirían los más feos, en otro, la gente con graduado escolar o sin estudios, en otro lugar los jubilados, en otro lugar más todos aquellos con formación superior, y haciendo frontera, los intelectuales. El mundo ya no estaría dividido por nacionalidades, ni ideologías, sino por aspectos concretos, como la calvicie"

Así es como nació Microlandia, un lugar donde los enanos podrían vivir en paz. Nadie sería jamás discriminado por su altura.  La ONU vio con buenos ojos el chiste de Dominguet, esto es, la creación de un mundo dividido por compartimentos, y metió en un cuadrante a todos los enanos del planeta. Esto hizo felices a muchos de los enanos, aunque conllevó algún sufrimiento, pues el traslado de enanos a Microlandia fue forzoso. También se tuvo que expulsar a los habitantes primigenios de Micronesia, que tuvieron que abandonar sus casas, pero bueno, uno se acostumbra a todo. Y ahora Microlandia existe. Tiene una bandera, muy pequeñita, eso si, y allí no pueden hacerse chistes sobre enanos. Lo que está de moda en Microlandia son los chistes sobre enanos negros.

martes, 5 de agosto de 2014

Sobre los rayos láser

He construido un prototipo de traje inmune a los rayos láser, con el fin de pasear de una punta a la otra de Mandril sin ser convertido en un esclavo. Observen la importancia de la gracia en los movimientos para poder llevar este traje plateado y especular con dignidad


Prototipo de traje anti-rayos láser


La noche de Mandril es preciosa. Francotiradores apostados en las azoteas disparan rayos láser al azar, que impactan, en el cuerpo de cientos, de miles de mandrileños.

Haces de luz coherente sobrevuelan la ciudad, como en una discoteca. Parece una fiesta nocturna, y esto ocurre a diario, cada vez más, cada vez más deprisa. Al principio teníamos miedo del impacto, de ser paralizados, desintegrados, de perder nuestra condición de ciudadanos al ser alcanzados por el rayo. Ahora es lo normal, e imposible por otra parte, atravesar la ciudad de una punta a otra sin convertirse en un esclavo. Sin embargo alguien ha salido a pasear por las calles de Mandril envuelto en un traje de papel de plata, como un espejo, que devuelve los rayos al lugar de donde vinieron. Que sea así. Haya o no haya esperanza, pronto, otros también saldrán, resplandecientes, de paseo.




sábado, 2 de agosto de 2014

Entrevista al presidente del mundo

Una de las pocas fotografías del presidente del mundo. Al parecer no sabe caer.

Entrevista al presidente del mundo
-Periodismo de investigación-

Tenemos grandes noticias: hemos encontrado al presidente del mundo. Llevamos años buscándole y ¡alehop!, resulta que estaba aquí, muy cerca de nosotros, y nos ha concedido una entrevista. La publicaremos nosotros mismos, ya que ningún medio se va atrever

Dominguet: ¿Por qué se escondía? ¿Por qué se ha ocultado durante todos estos años?

Presidente del mundo: ¿Yo? Yo no me escondía, estaba saliendo del bar...

Dominguet: ¿Y qué hacía allí?, ¿bebía algo especial?

Presidente del mundo: No lo sé, no me acuerdo...

Dominguet: ¿A dónde va?

Presidente del mundo: A descargar unas cajas del camión

Dominguet: ¿Cajas? 

Presidente del mundo: Si, hay descargarlas y llevarlas adentro, al almacén

Dominguet: ¿No pesan demasiado para hacerlo una sola persona?

Presidente del mundo: Antes eramos tres...pero han ido desapareciendo

Dominguet: ¿Quienes eran?

Presidente del mundo: Ya no recuerdo sus nombres...

Dominguet: ¿Cuanto cobra? 

Presidente del mundo: Setecientos euros al mes

Dominguet: ¿Eso eso legal?

Presidente del mundo: Si, por lo visto si

Dominguet: ¿Qué proyectos tiene actualmente para cambiar el mundo?

Presidente del mundo: No muchos, la verdad. Cuando llego por la noche a casa, estoy muy cansado. Si acaso me tomo unas cervezas. A veces pienso en escribir a alguien. Tengo un sueño...

Dominguet: ¿Tiene sueño?, ¿duerme mal?

Presidente del mundo: Tengo un sueño, un sueño que se repite. Me imagino escribiendo diez cartas, diez cartas a diez personas desconocidas, escogidas al azar...

Dominguet: ¿Para qué sirve?

Presidente del mundo: No, no sirve para nada

Dominguet: Da igual, lo importante es tener un objetivo...¿y qué les dice?, ¿qué les cuenta?

Presidente del mundo: No, no he escrito nada. No sé que escribir. Es solo un sueño.

Dominguet: Esta entrevista, sin duda, se va a publicar, ¿quiere decir algo?

Presidente del mundo: Si, que no tengo novia

Dominguet: ¿Cuanto mide?

Presidente del mundo: Antes media un metro y sesenta y nueve centímetros

Dominguet: ¿Y ahora?

Presidente del mundo: Ahora mido tres centímetros

Dominguet: Ah, vale. Ahora ya lo comprendo todo.












 
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