viernes, 31 de octubre de 2014

Apuntes sobre la fiesta


Dibujito titulado "Esclavo transportando barriles de cerveza para la fiesta"


Apuntes sobre el humor

La vida es muy divertida, pero duele. Nos reimos de todo, ¿quién no se reído alguna vez tras contemplar a un viejecito rodando escaleras abajo?. A mi me gustaría ver rodar a los viejos escaleras arriba. Estoy seguro de que sería mucho más divertido.

Comerse un pollo es placerentero y muy divertido, pero no es tan divertido ni placentero para el pollo. El sufrimiento es divertido para unos, pero para otros no. Contemplar los abusos que suceden a diario en una ciudad horrible desde la azotea de un rascacielos a través catalejo, puede ser muy divertido para el observador, más aún, si el contemplador se divierte con lo horripilante en una fiesta que se celebra desde la azotea, y más todavía, si la fiesta solo es posible con lo horrible serpenteando por las calles. Llegado a este punto declaro que me encuentro en contra del sufrimiento. Me declaro partidario de la fiesta, pero en contra si el sufrimiento es condición sine qua non para la fiesta. Creo que es posible la fiesta, sin que sea preciso la violación en grupo. Es decir, una fiesta que sea divertida para todos. Pero atención, pues aquellos que lleguen anunciando la fiesta universal, serán los aguafiestas, ¿pues puede considerarse fiesta un evento donde no se puede jugar al fútbol con la cabeza de un hombre, ni comerse un niño frito criado para la ocasión, ni acuchillar hasta la muerte al Minotauro? O interrogado por el aguafiestas, ¿puede considerarse fiesta un evento en el que es preciso el dolor?




sábado, 25 de octubre de 2014

En relación a los últimos acontecimientos sucedidos en Hallowen

Lo ocurrido en Hallowen nos ofrece nuevas pistas para afrontar la geopolítica del futuro


Geopolítica en Hallowen


Que la mitad de la población de Mandril se disfrazara de zombie el 1 de Noviembre, es un hecho histórico, uno de esos acontecimientos que tan solo ocurren una vez en  la vida. Las consecuencias de este suceso han sido enormes. El origen de lo ocurrido el 1 de Noviembre podemos descubrirlo en un estudio sobre las máscaras y su uso. En el se detalla que las máscaras nos transforman.

Las máscaras pueden trasformar a las personas. Conduzca un Mercedes, colóquese una nariz de payaso, use corbata. Descubrirá en poco tiempo que se está convirtiendo en un personaje. Y este es el punto central de lo ocurrido en Hallowen: dos millones de personas disfrazadas de zombis solo podía llevarnos a un lugar, a la interpretación de un papel, de un drama que escapaba del escenario, o mejor dicho, a la aparición de un macro escenario que se extendía por toda la ciudad, a la escenificación de una obra teatral colectiva y sin límites. Seré claro. Dos millones de personas disfrazadas de zombis, comenzaron a comportarse como zombis. Y esto causó alarma, pues los primeros síntomas se manifestaron inmediatamente. Yo iba disfrazado de zombi en el metro mientras leía un libro de texto titulado "Geopolítica" camino a una fiesta. En el exterior, decenas de miles de zombis eran arrestados por la policía. Yo me pregunto el por qué se estudia en  geopolítica los recursos o los procesos electorales y no se tienen en cuenta los disfraces, o la vestimenta que se utiliza habitualmente. Vestir a los soldados de soldados, no se realiza solo por una cuestión de identificación, sino sobre todo para dotarles de un poder especial, para convertirlos en un personaje, el personaje de soldado. Y otro dato curioso, el numero de muertos aquella noche en Mandril se redujo a la mitad, pese haber disturbios toda la noche con  la policía, y esto nos lleva a hacernos otra pregunta: "¿Los zombis mueren? No, no mueren. Asómbrense ustedes de un posible ejército de soldados zombi, si es que ya no está inventado. Estrategas y geopolíticos del siglo XXI ya están tomando nota


viernes, 24 de octubre de 2014

Los últimos minutos del fin del mundo

El temor a no superar la anestesia tras una operación quirúrgica al fracturarme la muñeca, me ha llevado a pensar en la proximidad del fin del mundo, y en hacerme adventista del último día. 

Confesiones

Toda la vida esperando el fin del mundo para hacer esas cosas que nunca solemos hacer, como violar, asesinar, comer niño frito, y al final, nos dedicamos a limpiar y a recoger la casa. Precisamente, es verdad, hacemos lo que nunca hemos hecho en nuestra vida

¿Quién en este mundo no ha asesinado, violado, o comido niño frito? Y claro, lo excepcional es lo corriente, y lo corriente, se ha vuelto excepcional. Es normal que en los últimos minutos del fin del mundo nos pongamos a fregar el piso. Si usted pregunta qué hacer en el fin del mundo, le responderán que abrazarse a la familia y a los seres queridos. Yo no lo haré. Cálculo que para cuando llegara al abrazo de los que amo, ya habrá pasado el fin del mundo. Esto es lo que tiene vivir en Carabanchel Alto. Y eso sin contar que a esas horas del fin del mundo, el metro seguramente ha cerrado. Además, el fin del mundo llega en el momento más inesperado. Lo lógico, sabiendo que uno va a morir, es hacer el testamento en esos últimos minutos, y sin embargo, al menos por una vez, lo lógico y lo sensato no van de la mano. El fin del mundo es necesariamente surrealista, piensen en ello. Es el fin del mundo, y claro, hay que hacer cosas diferentes, como en los fines de semana, y al final acabamos haciendo lo de siempre. Así que lo único que puedo hacer es mantener la dignidad en estos últimos minutos, esto es, ducharme, afeitarme, barrer y recoger el piso, leer un poco, y escribir un artículo para este periódico. En estos últimos minutos había pensado muy seriamente hacerme adventista del séptimo día, por aquello de que llegan con facilidad a los cien años, pero me temo que tendría que cambiar de dieta y comer frutos secos. Me gustan los frutos secos, pero me produce cierto embarazo tener que explicar a todos el por qué como frutos secos justo segundos antes del fin de los tiempos



miércoles, 22 de octubre de 2014

El ejército surrealista de viejos de Mandril

Imagen recreada por ordenador de  un posible militar del ejército surrealista de Mandril


 El ejército surrealista de viejos de Mandril

Quisiera compartir con los lectores de este periódico algunas reflexiones sobre un futuro  e hipotético ejército surrealista para esta ciudad. Se trata de una inquietante propuesta; la creación de un ejército armado de viejos y pensionistas. Estas son las motivaciones que me obligan a hacer pública mi propuesta:




La propuesta es resumible en 35 palabras, pues se trata de la sustitución del actual ejército profesional de Mandril, por otro ejército  novedoso y surrealista, en el será preciso para participar un único y sorprendente requisito, esto es, cobrar una pensión de jubilación, sea contributiva o no, de viudedad, minusvalía, o una mera baja por enfermedad, para la participación en el glorioso ejército del gran Mandril. En otras palabras, al enviudar, al jubilarse, al perder un pie, o simplemente al darse de baja por enfermedad, se pasará automaticamente al ejército de Mandril, en situación activa, y disponible para cualquier contingencia, conflicto, guerra o desastre en cualquier parte del mundo. A nadie, efectivamente, se le obligará a participar en este fantástico ejército, pero la consecuencia de su negativa, será la retirada de su renumeración bajo forma de pensión o incapacidad temporal. Negarse a incorporarse al surrealista ejército de freaks, le privará de los ingresos de su pensión, pero podrá seguir trabajando o mendigar por las calles de Mandril. Este sorprendente ejército no rechazará a tullidos, ni a ciegos, enanos o locos. Todos ellos, viejos y viejas, dispondrán de armamento de última tecnología, y defenderán, si es preciso, con su sangre y su vida, el gran Mandril. 


En mi defensa:


Algunos lectores se han mostrado ofendidos con mi propuesta. No es para tanto.  Mis lectores/as se indignan ante la posibilidad de que un pensionista de 90 años, realice maniobras y cabe zanjas y trincheras.  Pero nada dicen de que un joven, en el esplendor de su vida, se vea forzado por la necesidad a embrutecerse tras caer en la resbaladiza pendiente del ejército español, dejando para un futuro incierto, la pasión por la lectura, formarse, bailar, montar en bicicleta, en globo, escribir poesía, dedicarse a la cuestión amorosa, o subir a las más altas e inaccesibles montañas

martes, 21 de octubre de 2014

Vacaciones en el planeta de los simios


Hay buenos grupos de música en el planeta


Vacaciones en el planeta de los simios

 Desde que las vacaciones pagadas han dejado de existir, recuerdo con añoranza el estío en el planeta de los simios. Sé que estoy condenado a travesar las calles de Carabanchel Alto con el viento en contra una y otra vez, envejecer, escribir algunas cosas que no tienen mayor interés que el de dejar de escuchar la voz del viento, ese viento recordándome siempre y de continuo la muerte. Y sin embargo, prometo volver.

 365 días de viento al año. Llevar lastre siempre en los bolsillos. He subido la escalera y miro desde lo alto, como ese personaje de El Tambor de Hojalata, y me he dejado caer rodando hasta el primer descansillo. El resultado es inmediato y perceptible: un brazo en cabestrillo y algunos días libres. Resbuscar en internet alguna oferta, de alguna agencia que me lleve al planeta de los simios. Un billete de ida. Da miedo no regresar. Da más miedo volver.

Aparentemente todo continúa igual en el planeta de los simios. Hay monos, muchos monos, y turistas, muchos turistas. Me he alojado en el hotel "El Mono Verde", sensiblemente el más económico. Es gracioso el bar del hotel y pedir una cerveza. Te atiende un mono. Siempre pone para picar un platito de frutos secos. Voy a la piscina. Los monos no acostumbran a bañarse en piscinas. Les pesa mucho el pelo y es un incordio. Así es imposible nadar. La realidad es que estas piscinas no están pensadas para el turismo interior, el de los monos, sino para el turismo exterior, el nuestro. Aquí no hace viento y hay sol. Ni recuerdo hace cuanto que no me tumbaba al Sol. Me duermo. Alguien se tira a la piscina y me salpica. Despierto. Ese despertar a lo real: no tengo dinero, ¿pero para qué volver? Sacar dinero a los turistas gracias a los monos. Antes quería ser dibujante de cómic, fotógrafo, dramaturgo, escribir poesía. Ahora solo pienso en los monos. Y de repente, como una maldición, se levanta el viento en el planeta de los simios.

lunes, 13 de octubre de 2014

La vida es un cambio continuo e inesperado


¡Advertencia! El autor ha escrito esta microobra de teatro, inhibiendo forzosamente el hemisferio izquierdo de su cerebro.  Esto es; potenciando el hemisferio izquierdo. Para ello, ha tenido que convertirse en zurdo por causas ajenas a su voluntad. Sea como fuere, todavía es pronto para advertir cambios en su proceso creativo, la inercia de toda una  existencia como diestro todavía le arrastra. Es como aquellos hombres a los que le han cortado la cabeza y todavía continúan levantándose a la misma hora para ir al trabajo, sin saber que en cualquier momento caerán fulminados al suelo. Y aunque todavía sea pronto para advertir cambios radicales en su proceso creativo, si pueden observarse algunas transformaciones al realizar los dibujitos que acompañan esta breve obra. Un nuevo estilo. Lo denominaremos, siguiendo el diccionario de la neolengua, como linea chunga plus

Sucedió una noche


La vida es un cambio continuo e inesperado
(Una terrible historia de ciencia ficción contada en tres minutos)


Cuando uno menos lo espera, encuentra compañía nocturna


1. La lógica es una broma ¡Larga vida al materialismo dialéctico!


(Son las tres de la madrugada y Dominguet duerme. Tiene el brazo escayolado. De repente se despierta sobresaltado, alguien aporrea fuertemente la puerta de piso)

(Golpes insistentes en la puerta)

Dominguet: (En calzoncillos y el brazo en cabestrillo) ¡Ya voy! (Tratando de ver a través de la mirilla) ¿Quién es?

Voz: Abra ahora mismo

Dominguet: ¿Ha ocurrido algo? ¿Es la policía?  Son las tres de la mañana...

Voz: ¡Abra!

Dominguet: (Aparte, dirigiéndose al público) ¿Lo ven? Es estos momentos echo de menos una maleta con lo imprescindible; ropa interior, monedas y billetes, un móvil de prepago con saldo, calzado por si acaso, una libreta con direcciones, billetes de metro y autobús, una peluca y un bigote postizo, algunos frutos secos...y una cuerda. Una cuerda para descender desde la ventana, pero yo vivo en un bajo, así que da igual...Siempre me pasa lo mismo...La maleta sin preparar. Además, hay rejas en la ventana.  No puedo escapar, estoy atrapado.

Voz: ¡Abra!

Dominguet: Ya voy, ya voy...Tanta prisa, tanta prisa...¡Ni que el mundo se fuera a acabar!

(Antes de que Dominguet pueda abrir, la puerta cede. Mejor dicho, cae abruptamente, con gran estrépito. Entran al piso unos tipos encapuchados)

Dominguet: ¿Esto qué es?, ¿quiénes son ustedes?

Encapuchados: Venga con nosotros, el mundo se acaba...

Dominguet: ¿Se acaba el mundo?

Encapuchados: Se acaba su mundo (Ríen)

(Se llevan a Dominguet en volandas)

Dominguet: ¡Mis pantalones, por favor, mis pantalones!

Encapuchados: A donde vamos no le hacen falta pantalones (Ríen)

A donde llegué, había un hombre que se aproximaba a la verdad


2. En busca de la verdad


(Lo siguiente que sabemos de Dominguet, tras su abducción a las tres de la mañana, es que ahora se encuentra con mucha más gente. Tienen mal aspecto; unos tienen los brazos rotos, otros las piernas, algunos simplemente son viejos)

Dominguet: ¿Qué es esto?¿Dónde estamos?

Cojo: Nadie sabe dónde estamos, pero nos han ido trayendo a cuenta gotas, durante toda la noche...

Dominguet: ¿Pero cual es el motivo? ¿Lo sabe?

Cojo: Observe a su alrededor, hay un patrón...

Dominguet: ¿Qué todos somos calvos?

Cojo: No, eso es una casualidad. Mire bien a su alrededor.

Dominguet: ¿Que usamos gafas?

Cojo: No

Dominguet: ¿Qué estamos en calzoncillos?

Cojo: No

Dominguet: ¿Que somos cejijuntos?

Cojo: No

Dominguet: ¿Qué somos de la mítica ciudad de Mandril? ¿Del gran Mandril?

Cojo: No

Dominguet: ¿Qué pertenecemos o hemos pertenecido al partido comunista?

Cojo: Tampoco

Dominguet: No puedo más, me rindo....¿Cual es ese patrón que nos une a todos aquí hoy?

Cojo: No lo sé

Dominguet: No lo sabe

Cojo: No lo sé. Yo pensaba que a todos nos unía algún problema físico, psíquico o psicomotríz, sorderas, o problemas visuales. Sin embargo, estoy equivocado. Mire a ese hombre de allí (Señalando a un viejo); no le pasa nada.

Viejo: ¡Es verdad! Estoy perfectamente. Puedo hacer el pino.

Dominguet: (Dirigiéndose solemnemente a todos los reunidos) Amigos, amigas, creo que he encontrado la solución a este enigma. Podemos resolver este misterio si miramos al fondo de la sala ¿Qué hay allí?

Voz de alguien entre los reunidos: ¡Hay un gordo! ¡Al fondo de la sala hay un gordo!

Gordo: ¡Tengo alto el colesterol!

Dominguet: Su problema no es el colesterol, amigo Su problema se encuentra en el lado opuesto de la sala. ¡Miren allí! ¡Hay un hombre que es feo!

Feo: ¿Yo? ¿Qué he hecho ahora?

Dominguet: Se lo explicaré, amigo. Se lo explicaré a todos y a todas. ¿Quieren escuchar el motivo por el que nos han sacado de nuestros pisos, separándonos de nuestras familias y amigos, durante la noche oscura para arrojarnos aquí; a un lugar del todo desconocido. ¿Quieren escuchar la verdad?

(Se produce un gran silencio en la sala)

Dominguet: ¿Quieren escuchar la verdad?

Voz de alguien entre los reunidos: Preferiría que no dijera nada

Dominguet: Al principio pensé que nuestro secuestro era parte de una acción meramente económica. Creía que el gran número de tullidos aquí congregados era la respuesta. Una retirada de hombres y mujeres de las calles que bajo la mirada de la lógica mercantil, habían dejado de ser necesarios, aun temporalmente. Me explico; personas que eran una carga para la economía. Pero estaba equivocado. El asunto es más simple y más terrible. Es una operación meramente estética. Se trataba de hacer más agradable la vida social a la vista, apartando y reduciendo lo desagradable de la vida cotidiana. Y nosotros somos lo incómodo y lo desagradable. La cosmética a una escala superior

Voz de alguien: No me lo creo

Dominguet: ¡Pues no se lo crea!

Feo: ¿Y qué hacemos?

Dominguet: Propongo destruir con nuestras escayolas, muletas y bastones, la puerta que nos encierra en esta sala

Cojo: ¡Es absurdo!

Dominguet: ¿Por qué es absurdo?

Cojo: Porque la puerta está abierta. ¡Miren! (El cojo abre la puerta)

(Voces de asombro)

Dominguet: Amigos, amigas, crucemos la puerta y vayamos al otro lado

Voz de alguien: Me niego, prefiero quedarme aquí

Dominguet: ¡Pues quédese! Nosotros iremos a ver que hay al otro lado ¿Quién me sigue?

(Nadie le sigue. Sin embargo Dominguet cruza la puerta.Segundos después, el cojo también le acompaña)

La vida es como un viaje a Sol


3. La realidad se pone caliente caliente



(Dominguet y el cojo han traspasado el umbral de la puerta y han llegado a otra sala llena de ventanas)

Cojo: Asombroso. Observe la cantidad de ventanas que hay en esta sala

Dominguet: Me temo que no son ventanas

Cojo: ¿Qué son sino?

Dominguet: Escotillas

(El cojo y Dominguet se aproximan a las escotillas y miran a través de ellas)

Cojo: Está muy oscuro allá afuera

Dominguet: Si, aunque hay lucecitas que centellean

Cojo: Eso de allí, ¿qué es?

Dominguet: Parece un planeta, ¿no?

Cojo: Es la Tierra

Dominguet: Si eso de allí es la Tierra, ¿dónde estamos nosotros?

Cojo: ¿En una nave espacial?

Dominguet: No perdamos la calma. Reflexionemos. Si nos encontramos en una nave espacial, es posible que orbitemos alrededor de la Tierra

Cojo: Es dudoso, si te fijas bien la Tierra es cada vez más pequeña

Dominguet: Cojonudo, nos estamos alejando. Ahora bien, ¿tendremos agua, oxígeno y víveres suficientes para llegar al lugar donde nos envían?

Cojo: Lo más probable es que no

Dominguet: ¿No?

Cojo: No es necesario. Fíjate en nuestra trayectoria...Nos dirigimos a Sol

Dominguet: Esto tiene mala pinta

Cojo: Muy mala

Dominguet: Seamos adultos. Es preciso decírselo a los demás. Tienen derecho a saberlo


El derecho a conocer la verdad

4. Mi vida como hombre público

(Dominguet y el Cojo se dirigen a sala donde se encuentra reunida la multitud de tullidos, viejos, feos y el resto de tejido adiposo. Sin embargo, cuando van a pasar, se encuentran la puerta cerrada)

Dominguet: ¡Abran la puerta, pardiez, abran!

Cojo: ¡Abran, es importante!

(Alguien entreabre la puerta. Es el Gordo y y el Feo)

Feo: Disculpen que hayamos cerrado. Como tardaban, hemos pensado que es mejor salvaguardar la seguridad del grupo y hemos preferido chapar por dentro

Gordo: No sabemos quién puede haber por allí fuera

Dominguet: ¡Si solo hemos tardado dos minutos!

Cojo: Incluso menos tiempo

Dominguet: Da igual. Escúchenme...¡Atención! ¿Alguien quiere saber lo que hay allá fuera?

Voz entre la multitud: Yo casi preferiría que no nos lo dijera

Dominguet: ¿Saben ustedes rezar?

Voces de la multitud: (A coro) ¡Siiiiii!

Dominguet: Es broma, chicos (Risas de la multitud) Allí fuera no hay nada, bueno, si, hay un señor con bigote, y me ha dicho que guarde el secreto ¡Pero no lo haré! Sabéis amigos y amigas....¡Nos preparan una sorpresa!

(La multitud aplaude)

Domiguet: ¡Nos van a subir las pensiones!

(Aplausos. Gritos de viva y hurra. De repente una explosión, la nave espacial se desintegra al llegar al Sol)


Fin























jueves, 9 de octubre de 2014

Mis estudios sobre El Hombre Nuevo

     Es cierto, este no es el hombre nuevo. 

Últimas informaciones sobre el hombre nuevo


Salvando las distancias,  no veo el porqué Afrodita puede nacer de la espuma del mar,  Jesucristo de una virgen, Atenea de la cabeza de Zeus, o  Dionisio del muslo del mismísimo Júpiter, y El Hombre Nuevo no podría nacer de uno de mis propios huesos. Bien, pues de hecho así ha ocurrido, El Hombre Nuevo ha nacido de mi radio. Mejor dicho, de una fractura del radio. 

Muchos han especulado con la posibilidad de que el Hombre Nuevo nacería con un libro bajo el brazo, tras la revolución, o durante un proceso electoral, o en un laboratorio donde experimentan con las futuras quimeras transgénicas. Todos creen que el Hombre Nuevo será mejor, más alto, más joven y más sabio.  Se equivocan. El hombre nuevo ya ha nacido, de forma violenta y dolorosa, de la quiebra del radio de mi brazo derecho, y no parece muy habilidoso. No tengo ni idea de cual será su cociente intelectual, pero le cuesta horrores subirse la bragueta. Tras nacer, todos los objetos y las cosas se han puesto en su contra, mantienen una actitud de resistencia pasiva. Ni yo mismo sé como resolverá este entuerto. Digámoslo claro, el hombre nuevo es zurdo y no sabe escribir. Su primera linea "Llevé las botas viejas al zapatero" la plagió de los cuadernos "Rubio" y la ha tenido que repetir cinco veces. No puedo revelar todas las cosas que hace con su mano izquierda, pero en la mezquita le miran mal. Si los dioses existen, el hombre nuevo ha podido nacer como producto de una broma o  un castigo divino. Es un chiste enfrentarse todos los dias con la vida cotidiana. El hombre nuevo mira a todos los lados, por si acaso hubiese cámaras que le estuviesen filmando. O quizá sea un castigo por exceso de hybris.   Tanto reirse de los dioses, tanto escribir chistes reyes sobre desnudos, que el hombre nuevo ha nacido sin poder escribir, sin la posibilidad de tomar notas. Solo hace garabatos que ni el mismo sabe lo que significan. Tiene una mano impura y le sobran cuatro de los agujeros de la flauta.


miércoles, 8 de octubre de 2014

Entrevista exclusiva a la ministra Ana Mato, sobre la cuestión del ébola

Algunos matemáticos afirman que origen del ébola se encuentra en el Consejo de Ministros


¡Entrevista a la ministra!


"No tendremos olimpiadas, pero Mandril tendrá su propio ébola" Ha declarado la Ministra de sanidad a este períódico en una entrevista que publicamos en exclusiva.

El periodismo es un oficio de riesgo. Dominguet, el corresponsal zurdo de La Gallina Vasca, ha tenido que acostarse -es decir, follar-  con la ministra de sanidad para conseguir una entrevista. Aproximándose a la erótica del poder, ha obtenido por fin la exclusiva, aunque todos esperamos que el roce no establezca las bases de una hermosa amistad. Para leer y comprender bien la entrevista, los lectores deben recordar que esta ha sido realizada mientras entrevistador y entrevistada se encontraban desnudos en la cama.

Dominguet: ¿Puedo llamarte "mi menestra"?

Ministra: ¿Menestra?

Dominguet: Cariñosamente, en vez de ministra que parece muy serio ¡Oh, mi menestra!

Ministra: Pues no te encariñes conmigo, y llámame Ministra o Ana, pero bajo ningún concepto te dirijas a mi como menestra, es casi insultante. Te seré sincera, lo nuestro debe acabar, es un imposible. Es una relación circunstancial, yo necesitaba aliviar y dar salida a mis tensiones...

Dominguet: ¿No puedo encariñarme contigo?

Ministra: No nos volveremos a ver, tengo que salir de viaje

Dominguet: Siempre que llega el ébola a Mandril, tienes que hacer un viaje...

Ministra: Precisamente, a una pequeña isla perdida en la polinesia...

Dominguet: Pero, ¿qué tienes contra el ébola? Parece que le evitas...

Ministra: ¿Evitar el ébola?, ¿yo? Para nada. El ébola es nuestro amigo, o podría serlo, si quisiera acabar con la pobreza...

Dominguet: Tú dijiste que iba a acabar con los pobres

Ministra: Acabar con los pobres es otra manera de finiquitar la pobreza. La pregunta que deberíamos hacernos todos, es si es la pobreza la que crea a los pobres, o si es porque hay pobres, por lo que existe la pobreza

Dominguet: Yo pensaba que los pobres eran un producto de la acumulación de poder y recursos por parte de unos pocos...

Ministra: No, no son un producto de la acumulación de poder

Dominguet: ¿No?, ¿entonces que son? 

Ministra: Un subproducto

Dominguet: ¿Y el ébola?

Ministra: Una oportunidad

Dominguet: ¿Una oportunidad para qué? 

Ministra: Una oportunidad para hacer un viaje a las antípodas, para hablar de otras cosas, antes de que quiebre el banco Santander,  por ejemplo. Lamento la pérdida de Botín, pero ha muerto en el mejor momento. Escúchame, Mandril es perfecto, está situado en el centro del mundo y como un paradójico efecto, lo invisible, como el ébola, se hace visible, y lo visible, como la corrupción, se vuelve invisible. Y si no se ve, no se habla de ello. Solo se habla de lo que se ve, y el ébola ¡Por fin! se ha hecho visible. 

Dominguet: Estoy petrificado

Ministra: ¿Lo ves? Se puede desmoronar el mundo, privatizar el agua, que el centro de salud se encuentre cada día más lejos. Se puede vivir sin dignidad perfectamente. Pero lo que no se puede es mirar el rostro sin afeitar del ébola, sanguinoliento, hinchado, haciendo "¡uhhh!" a los telespectadores, sin sentir el miedo

Dominguet:¿Pero existe o no existe el ébola?

Ministra: ¿Y qué más te da? Exista o no, tan solo deberían morir los pobres...


Dominguet: ¿Y el perro?

Ministra: ¿Qué perro?

Dominguet: El perro de la chica con ébola, del paciente cero ¿Lo vais a sacrificar?

Ministra: Pues claro, hay que empezar por algún lado

Dominguet: ¿Y no hay otras alternativas?

Ministra: Según el protocolo de actuación de economía neoliberal, no hay alternativa

Dominguet: ¿Y el reparto?

Ministra: ¿El reparto de recursos y poder? El reparto ya no está de moda

Dominguet:  Te miro, y no se qué decir. Te amo. Eres fascinante

Ministra: Lo sé, pero no me toques












martes, 7 de octubre de 2014

Giro inesperado



"Si es que las cosas, los objetos, han comenzado a rebelarse, esto es, a tener vida por fin, o si por el contrario, somos nosotros los que hemos comenzado a convertirnos en cosas"


Las cosas ya no me obedecen


La vida cambia por sorpresa. El mundo es raro, si, pero ahora un poco más. Las cosas, los objetos, ya no me obedecen. 

 El mundo comienza a adquirir una forma inesperada. Mis relaciones con los objetos es diferente. Afirmo que desde ayer mantienen una actitud de resistencia pasiva conmigo. Se niegan a ser utilizados. Ya no obedecen. La vida también es algo hostil en lo cotidiano, por ejemplo, los frutos ya no se dejan pelar.  La bicicleta impide ser montada. Los bolígrafos y los lápices, han dejado de escribir de forma coherente; en vez de letras realizan garabatos. Los árboles ya no me permiten subirme a ellos. Ya no existe ese dominio suave sobre los objetos, que por regla general antes se doblegaban a mi simple voluntad. Ahora requieren ser forzados para que me obedezcan, y en gran parte ni siquiera es posible. Ya no es fácil someter a las cosas. Me gustaría dejar de utilizar el lenguaje de la violencia con los objetos ¡En cualquier caso los objetos y las cosas van a hacer lo que les plazca! A no ser que invite a alguien a casa, y claro, entre dos o varias personas es mucho mas fácil obligar a las cosas. El mundo cambia de forma inesperadamente. Me acuesto diestro y me levanto siendo zurdo. Me sorprendo de que tengo la mano derecha atada a la espalda. No quiero saber como llegó allí. Si es que las cosas, los objetos, han comenzado a rebelarse, esto es, a tener vida por fin, o si por el contrario, somos nosotros los que hemos comenzado a convertirnos en cosas.
 
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