sábado, 26 de septiembre de 2015

Reflexiones durante mi paseo por el museo Ikea de arte contemporáneo



Nadie te llama la atención si te abrazas a una escultura Ikea


 Una tarde en el Centro Nacional de Arte Contemporáneo Ikea


No dejo de maravillarme por el giro que han dado los museos, me encanta. Da igual que la mayor parte de las obras no sean originales, lo asumo y disfruto perdiéndome en su interior. No, no voy a comprar ninguno de los cuadros, pero no puedo resistirme y me dejo llevar por los innumerables proyectos e ideas que me asaltan.

Pasear por los interminables pasillos del Centro de Arte Contemporáneo Ikea estimula de sobremanera mi imaginación. Ya saben, se conectan los dos hemisferios del cerebro, así que siempre llevo un cuaderno de bolsillo en mis tardes de museo, por si acaso, aunque apenas tomo notas. Al final siempre sucede lo mismo, me olvido de todos los proyectos que durante la visita parecían tan sugerentes.  Aunque da igual, pues nunca los materializo. No tengo tiempo ni vitalidad suficiente, pero el propio recorrido por el museo Ikea supone para mí una experiencia poética, también intelectual.

Para nada me molesta que las obras sean copias, aunque después tenga que montarlas en casa.  Me imagino el equipo de artistas trabajando para Ikea, meros empleados. He pensado amenudo si estarán viviendo su propia experiencia artística, el flujo de la creación, ¿qué importa si no fuera así? Quizá solo piensan en crear una obra técnicamente preparada para ser reproducida en serie, adaptable a los espacios y lo suficientemente económica para que todos podamos tener su escultura o instalación en nuestros pisos. Quizá no tengan ninguna experiencia artística al crearlas, pero yo sí al verlas, y comparten esta experiencia, aunque no la hayan vivido jamás. 

Yo no soy de los que compran cosas, pero entiendo que los demás lo hagan, aunque sea para tapar alguna grieta en casa. Lo bueno de los cuadros Ikea es que no tienen punto alguno desde el cual deben ser observados. Los puedes girar y doblar para que encajen en el lugar más apropiado del piso, lo mismo ocurre con las esculturas de plástico Ikea. No crean ustedes que son simples objetos decorativos. Al verlas siempre me impregno de una felicidad inesperada, automática, que me retrotrae a la infancia, cuando en el mismo centro del museo, después de horas entre muchedumbres recorriendo sus laberínticos pasillos sobrecargados de obras, acabábamos comiendo sus conocidos perritos calientes por sesenta céntimos. 

Si fuera por mí, coleccionaría todas las esculturas Ikea, pero tengo problemas de espacio. Me molesta la gente que las abandona en la basura pasado un tiempo, pues siempre las podrían donar o vender de segundamano. Lo bueno del arte Ikea, es que no alcanza precios desorbitados en las subastas, suelen adjudicarse por debajo de su precio de mercado, quizá porque esté usadas.

En los museos de arte contemporáneo Ikea puedes tocar cualquier obra sin que nadie te diga nada, incluso abrazarlas, aunque no estoy seguro de que sea yo el que las abraza o sean las obras las que me abrazan a mí.





jueves, 24 de septiembre de 2015

La plaga de los hombres interesantes


 Me imagino que la plaga de hombres interesantes se expandirá por otros mundos. Por otra parte añadir, que simultaneamente a la plaga de hombres, hay otra plaga de mujeres interesantes.

La plaga de los hombres interesantes

Están apareciendo por toda la ciudad. Son interesantes, inmortales, documentan su existencia, examinan su vida, y aunque no se reproducen,  les gusta imaginar que rescatan a niños de los vertederos. Y aún así, todo el mundo está en su contra.

Confieso que me parezco demasiado a ellos, o al menos vivo en esa fantasía, por eso he titulado este artículo "La plaga de los hombres interesantes" en vez de "La plaga de hombres sin sentido". Soy parte de la plaga. No, no somos mejores que los otros, lo que ocurre es que tenemos mucho apetito.

La plaga se extiende por todo Mandril, parece inofensiva, pero explicita que el equilibrio ya está roto, y que tras él, aparecerá otra cosa, otro equilibrio. Es cierto que esta plaga, como todas las plagas, se alimenta de lo existente. 

Ustedes ya lo saben, una gran parte de lo existente no mola. Por eso, los de la plaga, nos gusta comernos esa parte del mundo que no nos gusta, la devoramos. Nos estimula la imaginación, hacemos chistes al respecto, planteamos soluciones. Si somos interesantes es porque al devorar lo que no nos gusta dejamos al descubierto lo atractivo. Esto es lo que hace a la plaga interesante y por lo tanto una amenaza. También significa nuestra autodestrucción si es que devoramos todo lo que detestamos. Una plaga siempre tiene que avanzar, no puede quedarse en un solo lugar si lo que desea es sobrevivir.

Imagino que querréis saber cual es nuestro aspecto para poder disparar contra nosotros o fumigarnos, o al menos que dijéramos que es lo que deseamos devorar, y que alternativas brotarán al paso de la plaga. Se lo diré: tras nosotros quedará Nuestra Señora de la Renta Básica Universal e Incondicional, algo más de democracia, palabras. Es posible que tras nuestro paso desaparezca el arte. No se preocupen, siempre quedarán artistas, aunque serán del todo prescindibles. Su lugar será ocupado por la experiencia artística y poética, si es que no son la misma cosa.

viernes, 11 de septiembre de 2015

¡El Toro Habla!


 "¡Detente!" -Dija la diosa Razón.

¡El Toro Habla!

"¿Sacrificio?"- Ha preguntado El Toro, que se ha erguido sobre dos patas y hablado en perfecto español antes de morir, pero eso no es lo más horroroso,  lo peor de todo es que se ha convertido en un sujeto político.

"¿Sacrificio? Pensaba que el sacrificio era una acción individual, como cuando alguien entrega su existencia por otro, pero nada de esto es cierto. Tan solo se trata de elegir a otro para que muera por ti. Creo que el sacrificio es el acto supremo de la cobardía.

Dicen que La Tradición exige la muerte. Le encanta la sangre de Isaac, de las las vírgenes y los corderos. Los partidarios de La Tradición  piden mi sacrifico, y yo me niego; ellos me arrastran. Los partidarios de La Tradición dicen que es precisa mi muerte para preservarla.  Mujo, bramo, me río. De La Tradición tan solo queda un cuerpo abandonado en la cuneta. Sus partidarios recorren velozmente la autovía en sus bólidos; no pueden parar.  ¿Qué queda de La Tradición? Una imagen que duerme en el Museo de Cera, nada más.  Tengamos cuidado, La Tradición precisa de hombres y mujeres sin la palabra. La Tradición requiere de hombres sin voz a los que cortar el cuello. Si es posible matar a un hombre, a un perro, a un cordero, o a Isaac en aras de La Tradición, es que entonces las cosas van bien. Lo digo alto y claro; solo los cobardes exigen el sacrificio.

Mujo, bramo, río. Hablo y me pongo en pié, como un hombre. Los ojos me observan y sus bocas dicen que no soy El Hombre, que no soy El Toro. Dicen que soy el mismísimo Satán. Bramo, río, mujo, y avanzo entre la multitud, entre los hombres y las mujeres hasta perderme entre ellos. Esta vez el muerto no es El Toro. El muerto es La Tradición"


jueves, 10 de septiembre de 2015

Mariano Rajoy, analiza la crisis de los refugiados para ¡Terrible!, el periodiquito que dejó de estar de moda. Bueno, en realidad nunca lo estuvo.


 "La solución pasa porque cada uno de nosotros lleve a un refugiado a su mesa" - Ha comentado Rajoy a este periódico.


Rajoy analiza la crisis de los refugiados

De nuevo, el director de "¡Terrible!" entrevistará otra vez a Mariano Rajoy,  que analizará para este periódico las claves geopolíticas de la crisis de los refugiados. Incluso ha prometido sorpresas. Esto es, algunas soluciones producto de su propio pensamiento, por extraño que pueda parecernos.

Dominguet: Cada vez que una joven promesa neoliberal piensa por mí , me pongo a temblar. Siento su aliento en mi nuca...

Rajoy: ¡Venga hombre! ¡No sea Maricón! Además, ya no soy una joven promesa neoliberal. Estamos construyendo un mundo para usted, pero para nada ha de preocuparse, sus hijos nacerán en el nuevo paradigma ya perfectamente adaptados ¿quiere saber cómo será?

Dominguet: Pues casi mejor que no.

Rajoy: ¿Entonces...?

Dominguet: Yo quería que me diese su opinión sobre la crisis de los refugiados, si le parece bien.

Rajoy: Me parece fenomenal, en realidad todo se resume a esto: no existe tal crisis.

Dominguet: ¿Ah, no?¿No existe la crisis de los refugiados?

Rajoy: Lo que existe es una Zona de Perturbación en Oriente Medio y Próximo. La situación es la suguiente.... ¿Toma nota?

Dominguet: Prefiero memorizarlo, y después lo escribo directamente en el periodico, sin corregir, tal cual me viene a la cabeza, sin acentos ni comas.

Rajoy: Haga lo que quiera, a mi plim, como si mañana se deshielan los polos.... ¿qué estaba diciendo?

Dominguet: Que prefiero memorizarlo....

Rajoy: No, no, antes....

Dominguet: No recuerdo.

Rajoy: No importa, me lo inventaré... Ah, si... La Zona de Perturbación. Una zona de perturbación existente desde ante de la crisis del petróleo y antes del proceso descolonizador, antes del año de África, de antes la aparición de Estado de Israel, de antes de la Segunda Guerra Mundial, de la primera, de antes de la creación del canal de Suez, del colonialismo, de la llegada a la tierra de mi querido santo Leopodo II, de antes de...

Dominguet:  ¿Qué insinúa? ¿Qué nada de lo que sucede tiene origen político?

Rajoy: Efectivamente, ¿cómo lo sabe? Llevo toda mi vida investigando sobre este tema, y usted lo ha resuelto en breves segundo....

Dominguet: ¿Pero en qué consiste La Zona de Perturbación? ¿Se lo podría aclarar a nuestros lectores?

Rajoy: Una Zona de Perturbación, para que ustedes se hagan una idea, es algo parecido a un agujero negro, algo que va creciendo, y que acabará devorando a todo el planeta. Es importante no comprarse una segunda residencia por allí.

Dominguet: ¿Cómo un fenómeno meteorológico?

Rajoy: Si, algo parecido. Nosotros tratamos el fenómeno como si La Zona de Perturbación estuviera viva. Siempre que podemos apoyamos cualquier resolución para enviar soldados o bombardear La Zona...

Dominguet: Pero cada vez que bombardean La Zona, esta se duplica en tamaño....

Rajoy: ¿Pero usted qué sabe de geoestrategia militar, tiene algún máster, ha luchado cuerpo a cuerpo contra La Zona? ¿A qué se dedica?, ¿cuánto gana al mes? 

Dominguet: Pero todas estas intervenciones crean sufrimiento, dolor, muerte...

Rajoy: Bah, seguro que no es para tanto...

Dominguet: ¿Y esto no genera pobreza y desigualdad?

Rajoy: Que yo sepa, no. En cualquier caso,  ¿qué tiene usted en contra de los pobres?

Dominguet: Y qué me dice de los refugiados...

Rajoy: ¿Qué refugiados? Prefiero referirme a ellos como Otro Tipo de Turismo. Atravesar paises andando es bueno la circulación sanguinea, para las piernas, para mantener oxigenado el cerebro. Es bueno conocer el mundo. Mire que bien saltan las vallas.

Dominguet: ¿Entonces está a favor de acoger a un cupo de ese Otro Tipo de Turismo, como usted lo llama?

Rajoy: Si. Hemos habilitado una extensa red de cajeros automáticos abiertos las 24 horas, repartidos por todo el gran Mandril para dar solución al problema habitacional.... Incluso en Navidad, llevaré a uno de los Turistas de Otro Tipo a mi mesa...

Dominguet: Espíritu cristiano, ¿verdad?

Rajoy: Espíritu gástrico. Asados están mejor.

Dominguet: Y yo que pensaba que detrás de todos estos conflictos se encontraba el petróleo....

Rajoy: Se equivocaba, el petróleo no mueve el mundo... 

Dominguet: Ah, ¿no?, ¿entonces qué?

Rajoy: La digestión.










martes, 8 de septiembre de 2015

Geopolítica y semen en la cabeza

Esta dibujito lo hice pensando en un poema titulado "El mal llega a las bibliotecas públicas". Lo incluyo en este artículo sobre geopolítica y semen, aunque no tiene nada que ver. Igual mañana dibujo uno más apropiado.


  Geopolítica sexual


Una de las causas corrientes de la locura tiene su origen en la acumulación de semen en la cabeza. Cuando hace aparición en escena alguien extraordinario, un romántico que se vuela la tapa de los sesos o  un hombre que se cree el hijo de dios, siempre anda de por medio el semen que se les ha subido al cerebro, y que dejará algunos muertos por el camino.

En los estudios de geopolítica se han ido añadiendo los procesos electorales y migratorios, pero hay nuevos y sorprendentes elementos que nadie toma en serio. Esta es mi pequeña aportación a la geopolítica mundial en general y a la microgeopolítica en particular: el semen.

La gente se ríe de mí o de mi propuesta, quizá de ambas. Si tuviera la voz más grave se me tomaría más en serio, si tuviera mis estudios acabados, me harían más caso. Si tuviera bigote, la gente tomaría notas cada vez que hablo. No reuno ninguna de estas tres cualidades, y encima soy bajito. Sin embargo he podido constatar que a más represión sexual, más violencia. Chopednauer (¿Se escribe así?) decía que el cerebro no es nuestro órgano más importante, sino todo ese flujo de pulsiones y ansiedades que nos atraviesan. No, no es el petróleo lo que ha convertido a Oriente Próximo en una zona de perturbación constante; es el semen que se ha subido a la cabeza. No, no era la tensión entre el Antiguo Régimen, la Ilustración y un proletariado tomando conciencia de sí mismo, quienes habían convertido a Europa del siglo XIX en un foco de perturbación. No, era el semen que había subido a la cabeza. Matamos a alguien, y lo justificamos después argumentando que nos enviaba radioactividad con la mente, pero nunca decimos que lo matamos porque estamos locos. En realidad estamos locos porque se nos ha subido el semen a la cabeza. 

En los pueblos se folla menos que en las ciudades, y siempre hay más problemas de violencia contra los animales que las urbes. No, no una cuestión cultural, eso es insultante. Coja un hombre y hágalo trabajar doce horas diarias, y agótele. Acabará matando a su vecino, o lo que es mejor, a su jefe. Y el asesinato no estará motivado por llevar al límite a un cuerpo vejado, sino porque no le han dejado follar lo suficiente. Observen que los partidarios de la pena de muerte follan menos que el resto, que los miembros del gobierno que follan menos, siempre aparecen con nuevas normas restrictivas en derechos y libertades. Los wahabitas follan poco durante las guerras,  siempre y cuando consideremos que la violación no es sinónimo de follar. Si usted quiere conflictos y violencia en algún lugar del mundo en favor de sus propios intereses, ya sabe que tiene que hacer.

Allí donde hay más relajamiento sexual hay menos conflicto, aunque también podría ser lo contrario, esto es, que allí donde hay menos conflictos hay más relajamiento sexual, y entonces,  toda mi teoría se vendría abajo. 



miércoles, 2 de septiembre de 2015

Notas sobre la venida de Algerton al gran Mandril, o el fin del hombre


 Ha aparecido una cabeza en el cielo. De todas las cabezas posibles la que menos esperábamos era esta.

Una inmensa cabeza de ratón en el cielo

Hoy ha aparecido una cabeza gigantesca en el cielo. No es el rostro de Dios. Es la inmensa cara de un ratón.

Sé que está próximo el fin del hombre, su caída arrastrará a muchos, pero al menos el vacío que deje será ocupado por otros. Yo creo en los ratones. He leído la noticia, algunos dicen que falsa, de que su llegada está próxima. Es la siguiente:

 "Un grupo de científicos de la Universidad de Leeds ha logrado volver muy inteligente a un ratón y para ello solo ha tenido que modificarle un gen. Como resultado los ratones también eran menos propensos a sentir ansiedad o recordar el miedo. El estudio ha sido publicado en Nature.
Los investigadores alteraron un gen en ratones para inhibir la actividad de una enzima llamada fosfodiesterasa-4B (PDE4B), que está presente en muchos órganos del cuerpo vertebrado, incluyendo el cerebro. En las pruebas de comportamiento, los ratones de PDE4B inhibido mostraron una mayor capacidad cognitiva. Ello se traducía en que tendían a aprender más rápido, recordar eventos más tiempo y resolver ejercicios complejos mejor que los ratones normales.

 Por ejemplo, los "ratones inteligentes" mostraron una mayor capacidad que los ratones normales a la hora de reconocer otro ratón que había sido introducidos el día anterior. También eran más rápidos en el aprendizaje de la ubicación de una plataforma de escape oculta en una prueba llamada el laberinto acuático de Morris. Sin embargo, los ratones PDE4B inhibido también mostraron menos el recuerdo de un acontecimiento terrible después de varios días en comparación con los ratones normales.
los experimentos también mostraron que los ratones con la enzima PDE4B inhibida sufrían menos ansiedad, preferían pasar más tiempo en espacios abiertos, con más luz que los ratones normales, que optaban por espacios cerrados oscuros. Y aunque los ratones tienen miedo por naturaleza a los gatos, los ratones modificados respondían con menos miedo a la orina de gato, lo que sugiere que la inhibición de PDE4B podría incrementar las conductas de riesgo. Según explica el autor principal del trabajo y profesor de Farmacología de la Universidad de Leeds (Reino Unido), Steve Clapcote:
Nuestro trabajo con ratones ha identificado la fosfodiesterasa-4B como un prometedor objetivo para nuevos tratamientos potenciales".

Está próxima la llegada de Algerton  al gran Mandril. Ha vivido mucho tiempo asustado, oculto en lo oscuro, bajo tierra, y ya está aquí, pero nosotros no lo veremos. Las gentes que pueblan el gran Mandril están inquietas. La llegada de Algerton significa el anuncio del fin de la humanidad, aunque confieso que a mí no me da miedo. Cuando caiga el hombre, espero que los ratones no devoren los libros de las bibliotecas, aunque me gustaría que los leyeran. Tengo algo de esperanza, todavía son herbívoros, aunque no sé durante cuanto tiempo, son cosmopolitas, han conquistado todos los continentes y han llegado al espacio. Cierto que ha sido bajo sombra del ser humano, pero no podía ser de otra manera, el miedo les atenazaba. Estaban en todos los lados  y sin embargo no eran vistos.

No, no veremos a Algerton. Solo aparecerá cuando estemos muertos. Imagino que tras el fin de la humanidad los ratones crecerán algo de tamaño, aunque casi es mejor que sigan siendo tan pequeños. Tiene que haber proteínas para todos, extensas tierras que poblar. Me alegraría que no estabularan a otros seres, que  no esclavizaran a los suyos, que no cayeran en los mismos errores, esto es,  que compartieran el territorio, que sus actos no infringieran dolor a los otros continuamente. Para componer una melodía no es preciso que otro tenga que sufrir. Cuando cuento esto a mis amigos me escuchan con escepticismo, y me contestan que los ratones no tienen moral. Veremos si no la tienen.

Pero es que Algerton llegará dando un salto, un salto cualitativo. Espero que su inteligencia se encuentre la altura de mis esperanzas, y que esta vez sí, pueda escapar del laberinto.






 
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