martes, 30 de diciembre de 2014

Tres propósitos para 2015 (1. Dejar de fumar)


Propongo la gratuidad del tabaco


Propósitos para 2015
(1. Dejar de fumar).


La lista de propósitos es inacabable. Tardaría varios años en completarla. Me es imposible asegurar si ser un creador de propósitos es un oficio de futuro, del futuro, o simplemente incierto. Así que me atendré a los tres principales propósitos del hombre y la mujer occidental.

La mayor parte de la población de Mandril ha dejado de proponerse objetivos para 2015, con todo lo que implica, pues hay muchas cosas por hacer. Algunos todavía quieren encontrar trabajo, una acción bastante complicada, si no imposible. Imagino que los vecinos del gran Mandril han abandonado la idea de los propósitos, por culpa de esa gran y densa niebla que envuelve la ciudad, y que apenas nos deja ver. Si me permiten, me ofrezco para postularme como creador de propósitos para 2015. Es hora de acabar con esta espesa niebla. Y se puede acabar con esta niebla mediante los tres propósitos esenciales de toda experiencia humana. Esto es; dejar de fumar, hacer ejercicio, y encontrar trabajo. Empezaré con dejar de fumar, o en su versión moderna, dejar de comprar tabaco.

"Dejar de fumar" es sinónimo de "dejar de comprar tabaco"

Para acabar de una vez por todas con la niebla que envuelve el gran Mandril, hay que dejar de fumar. No vemos nada. Si queremos ver algo, hay que apagar el cigarro. Las volutas de humo nos impiden ver la realidad. Dejar de fumar, aunque sea por cambiar de perspectiva. He leído en algún lugar que todos los esclavos fuman. Así que para dejar de ser un esclavo, hay que dejar dejar de fumar, aunque no es imprescindible. Lo importante es no comprar tabaco.  Dejar de fumar debe ser sinónimo de dejar de comprar tabaco. No es tanto dejar de pedir cigarros a los amigos, es mejor mangarlos. Propongo crear un nuevo modelo de delincuente, una especie de héroe que asalte estancos y cultive tabaco en la terrazas. Dejar de fumar o de comprar tabaco tiene que convertirse en un gesto revolucionario. Hay que asociar mentalmente la idea de no fumar con la de pertenecer a un club muy peligroso. Un no fumador o no comprador de tabaco, debe convertirse en sinónimo de transformador social, que comparte el tabaco, y por tanto los recursos. Un nuevo modelo de comunista, que lleve una chapa en su jersey de punto con la siguiente leyenda: "El humo del cigarro me impide ver el Sol". Hay que ser absolutamente moderno y no volver comprar tabaco. Propongo la gratuidad del tabaco. Podría implementarse esta medida mediante el requisamiento del 50% de la producción del tabaco para ponerla a la libre disposición del público. Algunos dicen que esta medida incitaría a un aumento del tabaquismo. No lo creo. Y aunque no tengo pruebas ni argumentos convincentes que puedan demostrar mis teorías, es probable probablemente que la gratuidad del tabaco estimule el abandono del tabaco. Por alguna extraña razón, hay una tendencia a evitar el consumo de lo gratuito. 


sábado, 20 de diciembre de 2014

Un artículo para la noche del sábado





Me eximo de toda responsabilidad por este articulito

Nacer dos veces en la vida


Nadie ha pedido nacer. Es por ello que no tenemos ninguna responsabilidad con nadie. Una fuente de derecho aceptable sería aquella en la que cada individuo naciera dos veces. Una con permiso y otra sin él.

Un nacimiento es como un barco portugués en un puerto en Angola. Uno de esos barcos en busca de hombres libres con los que traficar en comercio de esclavos. Nadie ha pedido nacer, como nadie pide ser un esclavo.

En la Grecia clásica los esclavos era despreciables porque podrían dar por finalizada su condición en cuanto quisieran, y sin embargo, no lo hacían. Tan solo debían suicidarse. Esto me recuerda a aquellas conversaciones y discusiones que llegan al climax en cuando alguien dice "Yo no he pedido nacer". La respuesta evidentemente es: "Suicídate".  

Que los padres sean responsables de por vida de sus hijos hasta su muerte debería ser un derecho. Hemos dicho que nadie pide nacer. El nacimiento es algo que se le antoja a dos personas, como un esclavo es algo que se le antoja al comprador y al comerciante de esclavos. Traer a alguien al mundo debe tener consecuencias, esclavizar a alguien también. Creo que toda persona que nace debe estar exenta de obligaciones y sus padres deben cargar con todas las responsabilidades hasta el día de sus muertes. Todos aquellos que hemos nacido sin ser consultados antes - y creo que somos mayoria- No deberiamos estar sujetos a responsabilidad alguna, es decir, podriamos matar, quemar iglesias, o cortar de raíz nuestra existencia. En mi opinión, deben ser los padres los que deben afrontar las culpas de los males que ejerzamos durante nuestra existencia. 

Para relajar a los padres y a los lectores que deseen ser padres, debemos permitir a los nacidos volver a nacer. Volver a nacer debe ser una elección. Si nacer se convierte en una decisión propia, al ejercerla, nos encontraríamos también con algunas obligaciones, como alguien que llega a un país con normas diferentes. La vida que transcurre del primer al segundo nacimiento, debe ser una vida exenta de todo tipo de responsabilidades. En el siguiente nacimiento, todo cambia radicalmente. El problema es que nadie nace dos veces, y como no podemos volver a nacer, propongo un segundo parto simbólico, plenamente decidido por el naciente. Podríamos elegir una edad para que uno naciera de nuevo: 14, 16, 18 o 50 años, cualquiera vale. Este nacimiento debería ir acompañado con una especie de juramento, ya saben, para poder convertirse en un ser plenamente social y político. Este segundo nacimiento debe ser, efectivamente,voluntario. 

Quizá ocurra que no todo el mundo quiera nacer una segunda vez. Esto complica las cosas, aunque considero varias opciones. La primera posibilidad es que los padres continúen siendo responsables de la criatura, aunque haya cumplido 46 años, y él pueda mientras tanto seguir quemando iglesias. La segunda opción es el suicidio. La tercera opción es la reducción del no nacido a la esclavitud - como no ha nacido, no existe, y por lo tanto nadie le está esclavizando-. Esta última opción es la que me gusta menos.  Soy más favorable de la primera. Que se me entienda bien, por favor. Lejos de pretender parecer un nazi encocado, lo único que he pretendido es buscar o dar soluciones al viejo asunto de la existencia y libertad. Es evidente que no lo he conseguido del todo. Espero que hombres y mujeres más sabias que yo, seres de cerebros enormes, de portentosas inteligencias, se aproximen a la resolución de este enigma. Mientras tanto, voy a prepararme la cena y rebuscar en el cajón, un paracetamol para la fiebre. 





martes, 16 de diciembre de 2014

Permanecer en la cama para salvar al mundo.


El gobierno sabe que salvar al mundo de esta manera, le proporcionará réditos políticos.


Permanecer en la cama para salvar al mundo
-Un cuento reaccionario-

No me puedo levantar de la cama. La vida del planeta está en juego. Si lo hiciera, comenzarían los desastres, el Sol se pondría, se iniciarían los terremotos.

Ver el día soleado tras la ventana, en la cama. El mundo funcionando, sincrónicamente, como un inmenso engranaje. Levantarse y percibir que la realidad escapa a mi control. Se nubla el Sol, hay pequeños temblores en todo el mundo, se inician los desastres. Volver a la cama y retorna la calma, la realidad se reordena, sale el Sol de nuevo, los niños ríen y juegan en las calles. Constatar empíricamente que esas ganas mías de adentrarme al mundo, significa paradójicamente el fin de todo. 

Mis amigos se preocupan. Llevo un mes sin salir de casa para salvar al mundo, salvo salidas esporádicas al baño y al supermercado, con todo lo horrible que significa; el derrumbe de un edificio, un incendio, la rotura de una presa. Acostarse corriendo, antes de complicar aun más la realidad. ¿Cómo explicar a mis seres queridos que no me puedo levantar, qué la existencia está en juego, sin parecer un loco? Hay que hacer pública mi decisión. Que se enteren todos de que mi compromiso con la vida me procurará algunas úlceras por presión. Permanecer en la cama tiene también riesgos. Riesgos para mi propio cuerpo. Hay que dar aviso al gobierno.

No soy una persona díscola. Aun así, el gobierno ha decidido enviar a tres funcionarios que se turnan e impiden que me levante para evitar que cause males mayores. Hay un aspecto positivo; la renta del piso es pagada por los contribuyentes, no tengo que acudir a un trabajo que me desagrada. Ahora soy un personaje público y mediático. Me cuidan, me envían flores. Recibo masajes y friegas de aceite por todo mi cuerpo para evitar que se ulcere. Me he convertido en una especie de dios. La existencia de la humanidad está en mis manos.  Sin embargo, permanecer en la cama tanto tiempo, no es ningún privilegio. He engordado.


domingo, 14 de diciembre de 2014

La famosa guerra de los subnormales contra los normales.

Mientras que los normales podían construir eficaces armas de destrucción, los subnormales habían aprendido a respirar en ambientes irrespirables. 


La guerra de los subnormales


Hay un temor profundo que se oculta en lo más íntimo de cada uno de los mandrileños, y nadie se atreve a hablar de ello. Ese temor a ser descubierto. De ser señalado por lo que en realidad se es, como un subnormal.

¿Qué hacer con los subnormales? Todo el mundo estaba de acuerdo en que los subnormales podían desempeñar todo tipo de trabajos, pero, ¿por qué iban a realizarlo los subnormales? La gente normal también podían trabajar en ellos. En otro tiempo se debatía si era ético que los subnormales realizaran las labores más penosas y repetitivas, como una vía para poder integrarse en la sociedad. Ese debate es historia. El trabajo para todos ha acabado. Todo es suceptible de ser automatizado y computerizado. Para conseguir más cotas de poder no son precisas las plusvalías generadas por el trabajo, el poder se consigue mediante plusvalías generadas en la esfera financiera, exenta de impuestos y de huelgas. Hay poco trabajo. Los mongólicos podrían realizar las tareas más alienantes, ¿pero por qué iban a realizarlas  los mongólicos? Existían miles de universitarios sin alicientes dispuesto a ello. "¿Volver a la eugenesia?" -Se preguntaban algunos, pero con otras palabras-.  La incertidumbre se extendía por toda la ciudad de Mandril.

Cuando el cúmulo de incertidumbres supera el de certidumbres, las probabilidades de que aparezca un giro inesperado, aumenta. De entre todos los giros inesperados, el más más inesperado fue la guerra de los subnormales contra los normales. Para ser comprendido, no olvidemos que los ciegos han desarrollado mejor que los videntes algunas habilidades. La ceguera les ha permitido afinar el oído y el sentido del tacto. Los subnormales, también consiguieron afinar sus propias habilidades. Mientras la telekinesia era para los normales una potencia latente, los subnormales consiguieron hacer de la telekinesia una realidad. Mientras los normales utilizaban  grúas para mover objetos de un lado a otro, los subnormales empezaron a mover los objetos con la mente. La guerra había empezado.

"La famosa guerra de los subnormales contra los normales", así es como se conoció, fue una guerra ideológica. Los normales aseguraban que existían seres más inteligentes que otros. Los subnormales negaban esto. Decían que no se trataba de más o menos, sino de diferentes inteligencias. Llegaron a decir que una ameba no era menos inteligente que un ser humano, sino una inteligencia diferente. Aseguraban que el ser humano no era menos inteligente que las plantas por no poder realizar la fotosíntesis, ni menos inteligente que el perro, por no saber ladrar. Por mucho que tratara de ladrar, el ser humano tan solo conseguiría imitar a los perros.  Todo intento en convertirse en perro, una planta o una ameba, estaba llamado al fracaso. Los normales, no consiguieron reírse del chiste.

Decir que los subnormales ganaron "La famosa guerra de los subnormales contra los normales" Los normales disponían de tecnología punta, los subnormales, de telekinesia. Un solo subnormal podía elevar con la mente una montaña y lanzarla contra todo un ejército soldados normales. Esta es mi visión. Solo puedo ver el futuro hasta aquí. Me resulta imposible saber que fue de los normales o qué tipo de economía establecieron los subnormales. Solo sé una cosa, que los test de inteligencia presentados por los normales para asegurar que eran más inteligentes que los subnormales, cayeron en descrédito. Los subnormales también presentaron sus propios test de inteligencia, en los que se demostraba que los subnormales eran más inteligentes que los normales.







miércoles, 10 de diciembre de 2014

El problema de fregar los cacharros como iniciación al mundo de los problemas


En realidad todavía no tengo una teoría unipersonal sobre los problemas, pero si una pequeña visión. Quizá los problemas sean irresolubles, pero pueden ser trasladados hacía los otros, o al menos, sustituidos por otro problema.



El problema de fregar los cacharros


"Una vida sin problemas" Este es el sueño de muchos. Allí donde hay un problema esperando ser resuelto, hay siempre otro problema agazapado a punto de saltar sobre nosotros. Los ejemplos son múltiples: supongamos que me tengo que enfrentar al problema de fregar los cacharros. Podría soslayar el problema fácilmente dejando que se acumulen nuevos cacharros sin fregar, pero para cuando me atreva a fregarlos el problema habrá crecido, así como el número de cacharros acumulados sin fregar.

Podría dejar de fregar para siempre en aras de acabar definitivamente con el problema del fregado, y lo conseguiría, pero aparecerían nuevos problemas derivados. Esto es, podría comer todos los días fuera de casa,  contratar a alguien para que me fregara los cacharros, o tirar a la basura los cacharros una vez utilizados, pero aparecerían nuevos problemas de índole moral, medioambientales, y de presupuesto, así como un traslado de mis problemas hacia los otros. Otra persona se tendría que hacer cargo de mis problemas con los cacharros. Además, los problemas presupuestarios, me obligarían a buscar un nuevo trabajo para hacer frente al pago de la comida fuera de casa o a la contratación de personal con un sueldo digno que me fregara los cacharros. Pero este nuevo problema incluiría otros nuevos problemas; la falta de tiempo. La búsqueda de un nuevo trabajo para que alguien me fregara los cacharros me impediría hacer otras cosas deseables en un tiempo libre que ya no dispondría. Me enfrentaría al problema de soportar una vida absurda, alienada y no vivida.

Quizá esto venga a cuento, pero es posible que encierre una pista para mis investigaciones sobre los problemas:  En una ocasión Platón se encontró a Diógenes lavando unas hojas de lechuga. Platón le dijo "Si trabajaras para la corte, como yo, no tendrías que lavar las hojas de lechuga tu mismo". A lo que Diógenes respondió: "Si lavaras las hojas de lechuga tú mismo, como yo, no tendrías que trabajar para la corte".


miércoles, 3 de diciembre de 2014

El sueño de Salvador Sostres

Tras la misteriosa desaparición de Salvador Sostres, el gobierno de las finanzas del gran Mandril le levantó una estatua. Pudo haber sido un gran periodista, una gran figura pública, un gran financiero incluso, un ministro, pero se desvaneció en el aire.

La estatua de Salvador Sostres

Salvador Sostres ha pasado una mala noche. Ha soñado que era una cucaracha. Por suerte ha despertado aliviado al descubrir que tenía brazos y piernas. Su alivio ahora es alegría. Se ha tocado las manos, el cuerpo, las piernas. Es feliz. Ya no vive en su cuerpo, vive el cuerpo de otro. 

Salvador Sostres ha bajado a por el pan. Se encuentra contento en su nuevo cuerpo. Está tan contento que la policía le ha solicitado su documentación. La alegría siempre es sospechosa en Mandril. Salvador Sostres jura que es Salvador Sostres, pero la policía no da crédito a sus palabras. Salvador Sostres se ha convertido en el principal sospechoso de la desaparición de Salvador Solstres. Poseé su DNI, su cartera, sus tarjetas de crédito y las llaves de su casa. La prensa se hace eco de la misteriosa desaparición de Salvador Sostres "¿Dónde está Salvador Sostres?" -Se pregunta todo el mundo- Salvador Sostres se encuentra muy cerca de Mandril, pero nadie lo sabe. 

Algunos años después, tras salir de la cárcel de Soto del Real, Salvador Sostres ha conseguido un trabajo embolsando las compras en un gran hipermercado. Tiene setenta años y necesita descansar. Ha preguntado al encargado cuando podría tomar sus vacaciones. "Cuando quieras" -le han respondido- "Pero antes recoge el finiquito".  En la plaza del centro comercial hay una estatua y Salvador Sostres la mira. La mira y se mira, la mira y se vuelve a mirar, pero ya no se reconoce.



 El gobierno de las finanzas del gran Mandril le levantó una estatua, si, con parte del sueldo de los ancianos embolsadores de las compras en hipermercados de futuros. 


martes, 2 de diciembre de 2014

Transición hacia un rey invisible

Posible prototipo de rey . El uniforme de milico es optativo

Transición hacia un rey invisible


Tras la decapitación de la familia real -sin querer, eso si-. Los mandrileños sentimos extrañeza. Estamos vacíos. Hemos perdido toda una colección de personajes con los que hacer mofas y chistes; y ahora la vida es mucho más aburrida.


Desde que la cabeza del rey cayó, la vida es mucho más aburrida. Todo el mundo prestó atención al cuerpo del rey, olvidando que su cabeza rodaba calle abajo, sin control. Desapareció. Cuando la encontraron fue demasiado tarde: un célebre desconocido, por hacer la gracia, la jibarizó. Una cabeza reducida e insignificante que solo podía contemplarse bajo un potente microscopio. Nos reimos, si, pero no está bien reírse de un hombre decapitado. Lo confieso; perdimos la cabeza. 

La vida sin rey es muy triste. Queremos reírnos, pero ya nada nos hace gracia. La vida está empezando a perder el sentido. Aumentan las visitas a los centros de salud mental y desciende la productividad. La curva desciende. Necesitamos un referéndum. La vuelta de la monarquía. El pueblo hablará y votará "Sí".

Cuando hay voluntad política la acción es inmediata. La presentación pública del nuevo rey creó grandes expectativas, y cuando el presidente corrió la cortina inaugural la sorpresa fue mayúscula. El nuevo rey era invisible. Un rey invisible tiene muchas posibilidades para la comedia, los chistes y las gracietas de sobremesa. Podemos decir que por primera vez en la historia tenemos un rey donde prima la transparencia. 

Tenemos un rey invisible, y hasta donde  llegan mis luces, los hombres invisibles carecen de ADN. Sin ADN  es imposible multiplicarse. La pregunta es si un rey sin ADN podría considerarse vida. Todavía hay controversia científica al respecto. El único problema de tener un rey sin ADN es que precise de alguien donde alojarse y replicarse, y eso ya no es tan divertido. Sea vida o no, nuestro rey es invisible. De aire, etéreo, como sus cuerdas vocales, que le impiden verbalizar su tradicional mensaje navideño. Un rey de aire no puede condecorarse ni inyectarse dronga intravenosa. Si se pincha, se desinfla.




martes, 25 de noviembre de 2014

Carretera hacia el cielo

El espíritu de Ggeorge Orwell, se ha puesto a examinar de nuevo las realidades del gran Mandril


Camino al cielo 
(Parte primera)

Por primera vez he  puesto en marcha un coche, y enseguida me ha envuelto la niebla. Cuando se ha despejado ya no había rastro de Mandril. Me encontraba en el cielo.

Yo debo ser uno de esos socialistas excéntricos de los que hablaba George Orwell en el delicioso "El camino de Wigan Pier" Solo me falta la barba, aunque reconozco que tengo cierta tendencia hacia el zumo de frutas y una inclinación al vegetarianismo. 
Sea lo que fuere, ocurrirán cuatro cosas en el mundo simplemente porque no hay más remedio. Las enumero, aunque desconozco el orden.


1) La conversión de la población mundial al vegetarianismo

2) Reducción drástica de automóviles y automovilistas

3) Encarecimiento sensible de las materias primas

4) Implementación de la Renta Básica Universal

Estos cuatro puntos serían gestionados por lo que se denominará como "ecocapitalismo". El término es contradictorio en si mismo, es cierto. Se nos ofrecerá la eugenesia como alternativa, y aunque no está de moda, ya saben ustedes que ocurre con las modas. Siempre vuelven. De hecho la eugenesia ya ha vuelto, solo que esta vez se ha aplicado voluntaria y masivamente entre los izquierdistas. Observen esta estadística: cuanto más de izquierdas se es, menos hijos se tienen. Antes la eugenesia se aplicaba a los pobres y a las gentes -también pobres- con taras físicas y mentales. Ahora la izquierda es la víctima. Solo que se lo aplica voluntariamente a sí misma El sueño del poder, hecho realidad. 

Como en la eugenesia aplicada voluntariamente por los propios izquierdistas a sí mismos, ocurrirá algo parecido con los tres primeros puntos. No se forzará a nadie a ser vegetariano. Lo más probable es que un día usted se encuentre siendo vegetariano. En realidad ya le está sucediendo. Si se fijan, hay una caída en el precio de las bandejas de carne en los supermercados. Todos sabemos que un kilo de maíz no puede ser más caro que un kilo de carne de cerdo, y sin embargo el maíz comienza a a ser más caro que la carne. Esto, evidentemente es imposible, entre otras cosas porque al cerdo se le alimenta con maíz. El secreto está en la etiqueta. Entre un 20% y un 40% de la carne de cerdo, no es cerdo. Es soja. Un camino indirecto para llegar al vegetarianismo, vía el libre mercado.



jueves, 20 de noviembre de 2014

El oráculo barbudo del gran Mandril

He buscado por todos los lados una fotografía del oráculo del gran Mandril, pero no he encontrado nada. Así que he tenido que hacerle un dibujo. Las orejas puntiagudas y el color verde de su rostro es un licencia artística. Mis enemigos dicen que dibujo no se corresponde con la realidad del oráculo. Es posible, nunca lo he visto. Los detractores del oráculo afirman que jamás ha existido, que quizá sea una metáfora. Lo que es seguro es que jamás sabremos lo que significa

Oráculo

En el mismo centro del gran Mandril se encuentra el oráculo que todo el mundo visita. Hay qué pedir hora, por cierto,  para consultarlo. 

La cola es enorme. Da varias vueltas a la manzana. Miles de personas esperan su turno. Estadistas, inversores, estudiantes, politocólogos, empleados y desempleados, por decir algo. Todos quieren acceder al futuro. Cuando por fin traspasamos el umbral del oráculo encontramos un hombre barbudo sentado junto a una mesa y rodeado de millones de libros. Su saber es enciclopédico. Nada escapa a su conocimiento. Geopolítica, biopolítica, micropolítica, incluso finanzas. Todo dispuesto para aquellos que deseén encontrar una solución, una decisión, entrar en acción. Sus respuestas evidentemente son contradictorias. 

Cuando un partidario de la eugenesia llama a su puerta, el hombre barbudo responde " Hay que esterilizar a dos terceras partes de la población". Si usted cree en el decrecimiento, el hombre barbudo avisará, "Hay que poner en común los recursos" Si un neoliberal pide su consejo, el hombre barbudo contestará, "Saqueé". Como habrán comprobado, las respuestas que ofrece el oráculo son individualizadas, de manera que todo el mundo sale contento de ese pequeño y asfixiante templo del saber. ¿Cómo imaginar que el gran oráculo de Mandril podría tener enemigos? Y sin embargo el oráculo ha muerto. Su cadáver ha sido encontrado semienterrado entre pilas de revistas y libros usados. Nadie lo sabe. Murió cuando su memoria echo de menos un nombre. Un recuerdo juvenil, quizá, un beso, o simplemente un pensamiento olvidado. En uno de los últimos anaqueles de la estantería guardaba un cuaderno, un territorio escondido donde dormía su pasado. En su búsqueda la librería cedió. Y ahora que ha muerto el oráculo hay que descubrir la moraleja que encierra todo este asunto. Probablemente se resuma en esta enigmática frase que he encontrado: "Hay que fijar las estanterías a la pared para evitar morir aplastados".








sábado, 15 de noviembre de 2014

Cosas que a usted le ocurrirán mañana

Usted tiene que decidir 

Cosas que ocurren todos los días

La existencia está completamente inmersa en giros inesperados. Por ejemplo, usted sale a comprar el pan y cuando regresa, su vivienda ya no existe.

Su vivienda ha desaparecido y se encuentra con lo puesto. Acude a denunciar este sorprendente suceso y le comunican que es absolutamente normal. Ocurre todos los días. Le consuelan diciendo que al menos compró una barra de pan antes de que su vivienda se desintegrara. Llama al trabajo con el fin de avisar de que por motivos personales llegará algo más tarde, pero nadie le atiende. En realidad lo sabe; sabe que su lugar de trabajo ya no existe. Sabía que esto iba a suceder. Lleva toda su vida esperando que ocurra. Se pregunta qué hacer y al mismo tiempo observa sus emociones. Se encuentra en el aire, cayendo al vacío, y sin embargo no tiene miedo. Todavía le quedan unas pocas monedas y decide gastárselas tomando un café. Lee la prensa. En el periódico descubre que nadie habla de usted, ni un titular, ni una sola fotografía suya. Se derrama el café, sus manos tiemblan y ahora tiene que decidir, si desaparece para siempre o se hace completamente visible


martes, 11 de noviembre de 2014

Breve entrevista a un árbol

Cómo no tengo cámara de fotos, he realizado un dibujito con la mano izquierda de la entrevista realizada árbol


"Declaro la guerra al hombre"


Hoy tenemos como invitado en nuestro estudio a un árbol, un árbol cualquiera. Tiene algo importante que decirnos. 

Entrevistador: ¿Qué es eso tan importante que nos tiene que contar?

Árbol: ¡Bah! Nada del otro mundo, una simple declaración de guerra...

Entrevistador: Una declaración de guerra, qué interesante...¿Nos podría explicar algo más de esta novedosa iniciativa?

Árbol: Ya sabe, la rebelión de los árboles contra los hombres. Dicho de otra forma, declaramos la guerra al ser humano.

Entrevistador: Permítame que me ría...

Árbol: ¿De qué se ríe?

Entrevistador: Principalmente de usted. No se da cuenta usted que no tienen armas. Por no tener ni siquiera tienen brazos...Es una guerra perdida antes de comenzar

Árbol: ¿Antes de comenzar? Es una guerra de hace miles de años declarada de forma unilateral por el ser humano...

Entrevistador: Pero es que nosotros nunca os hemos declarado la guerra...

Árbol: Y esto es lo peor de todo, ni siquiera os habéis dado cuenta de que estáis en guerra contra la arboleda.

Entrevistador: Es todo lo contrarío, nosotros os queremos.... 

Árbol: Bonita declaración de guerra. Decís "Os queremos", y acto seguido nos cortáis en dos, nos transformáis en muebles, serrín, y nos arrojáis al fuego...

Entrevistador: Yo diría más bien que escribimos poesía bajo vuestra sombra, nos abrazamos a vosotros en nuestros paseos matinales, repoblamos tierras yermas con plantones de enebros y robles, apagamos fuegos cuando ardéis, aun a riego de nuestras vidas...

Árbol: Dejadnos en paz. No os preocupéis tanto por nosotros, que nos buscaremos la vida...

Entrevistador: No se da cuenta. Nada tenemos contra ustedes, es parte de nuestra naturaleza, de nuestra búsqueda de la felicidad...

Árbol: ¿Vuestra naturaleza, de la felicidad?, quizá...pero dónde está escrito que el ser humano tenga violar, abusar, destrozar, cortar, rasgar, manipular y matar...al otro, continuamente, siempre, sin cesar, para encontrar la felicidad. ¿No pueden contenerse? No pueden parar por un instante...¿o no quieren?. Me temo que simplemente están enfermos, muy enfermos...

Entrevistador: Le seré sincero...Podríamos ser de otra manera, es cierto, pero no queremos. Lo confieso, no sólo ustedes son una fuente innegable de riqueza...Desde mi punto de vista tan solo son recursos. Si, es cierto, ustedes tienen vida, ¿y qué?, pero no tienen sistema nervioso...

Árbol: ¿Y si tuviéramos sistema nervioso?

Entrevistador: Tendríamos que actuar de la misma manera....

Árbol: ¿Sólo somos números, verdad?

Entrevistador: Si...

Árbol: Comprenderá que tenemos que declarar la guerra al hombre...

Entrevistador: ¿Y que harán? En la guerra es precisa la acción. Y ustedes los árboles, no son muy activos que digamos...

Árbol: Somos más, muchos más que ustedes...

Entrevistador: ¿Y...?

Árbol: Ganaremos...

Entrevistador: ( Ríe) Y cómo se desarrollará esa guerra, ¿se dejarán caer en los parques, aplastando a nuestros niños?

Árbol: Si, haremos eso...

Entrevistador: ¿Sólo eso?

Árbol: Nos dejaremos morir...moriremos todos los árboles...

Entrevistador: Disculpe...

Árbol: ¿Se encuentra bien? Le veo algo pálido

Entrevistador: Si, estoy bien...Quizá un poco mareado...

Árbol: Si ya ha acabado la entrevista, voy a hacer mis cosas...Ya sabe, realizar la fotosíntesis. Encantado de conocerle...

Entrevistador: Espere...¿Desde cuándo los árboles hablan?



Fin de la entrevista











jueves, 6 de noviembre de 2014

El mundo fuera de control

Nadie sabe qué sabe lo está muriendo, si el viejo mundo o el nuevo

La vida fuera de control

La vida siempre ocurre al revés de los deseos. Los deseos se cumplen, o simplemente se enrevesan hasta perder el control. Las pruebas se acumulan. Cómo aquel que se encerró en su casa entrenando y jugando con la máquina de pinball, para encontrarse al salir al mundo, que las máquinas de pinball ya no existían, que habían desaparecido.

El futbolín desapareció de los bares, siendo desplazado por las maquinas de pinball. La hegemonía del pinball cayó ante  la llegada de las máquinas de marcianitos. Ya no hay máquinas de marcianitos en los bares, su espacio ha sido ocupado por las máquinas tragaperras. La economía productiva ha dejado paso a la economía financiera, la sociedad sólida se licúa y la izquierda se desplaza al centro. Mientras tanto los deseos siempre se cumplen; como aquel que deseaba encontrar la manera para dejar de trabajar y encontrar tiempo para escribir su primera tragicomedia. Fue escuchado por los dioses: se rompió un brazo.Todo funciona, pero todo está fuera de control. Las bicicletas fueron apartadas del camino de los coches, y ahora los coches están siendo desplazados por las bicicletas. Ya no sabemos que tipo de mundo es el que está llegando, si el viejo mundo o el nuevo. El petroleo se acaba. Las máquinas tragaperras dejan paso al futbolín.


sábado, 1 de noviembre de 2014

Despertar todos días siendo otro

Al fin y al cabo, resulta muy complicado que los otros sepan quién soy

Despertar siendo otro

Abrir los ojos y encontrarme en un cuerpo diferente, todos los días, en cuanto me duermo y despierto. En realidad no despierto tan solo en otro cuerpo, sino en otro mundo.

Despierto en otra casa, en otra cama, en otro lugar. Junto a mi, a veces hay alguien. Unos días despierto junto a una mujer, otros, en los brazos de un hombre.  Cuando despierto no recuerdo nada de la persona en la que me encuentro. Aquellos le que aman se preocupan, le ven diferente. A veces me ingresan por urgencias, creyendo que he caído en la amnesia o en la locura. Son ya tantos cuerpos en los que he habitado que sigo la corriente, al menos un poco, para evitar disgustos, incidentes, y graves preocupaciones en los otros. Y sin embargo mantengo mi identidad, pero apenas hay manera de mostrarla. En general, se asocia  a la gente por su cuerpo, su estilo, su peinado o su ropa. Cuando me miran a mi, siempre ven a otro. Por eso es importante, por más veces que despierte, saber quién soy, mantenerme fiel a mi mismo, no perder jamás mis principios, pero nadie me ve. Hay días que despierto en el cuerpo de un hombre anodino. No sé lo que piensa, a no ser que rebusque en sus cosas, que hable con amigos, con su esposa. Observo su casa, la decoración, sus cartas. Otras veces despierto en el cuerpo de un hombre doliente; descubro asombrado sus heridas y sus cicatrices. Trato de comprender cómo ha llegado a ese estado. Despierto todos los días en cuerpos diferentes, con más estatus, o en la pobreza. Despierto en cuerpos de donde uno jamás querría irse. Trato de no dormir para no irme, pero al final me vence el sueño, y despierto en otro mundo. A veces el cuerpo y el entorno en el que despierto no me gusta, es horrible, no se puede vivir ni un segundo en él. Entonces, busco como sea, una pastilla para dormir.



viernes, 31 de octubre de 2014

Apuntes sobre la fiesta


Dibujito titulado "Esclavo transportando barriles de cerveza para la fiesta"


Apuntes sobre el humor

La vida es muy divertida, pero duele. Nos reimos de todo, ¿quién no se reído alguna vez tras contemplar a un viejecito rodando escaleras abajo?. A mi me gustaría ver rodar a los viejos escaleras arriba. Estoy seguro de que sería mucho más divertido.

Comerse un pollo es placerentero y muy divertido, pero no es tan divertido ni placentero para el pollo. El sufrimiento es divertido para unos, pero para otros no. Contemplar los abusos que suceden a diario en una ciudad horrible desde la azotea de un rascacielos a través catalejo, puede ser muy divertido para el observador, más aún, si el contemplador se divierte con lo horripilante en una fiesta que se celebra desde la azotea, y más todavía, si la fiesta solo es posible con lo horrible serpenteando por las calles. Llegado a este punto declaro que me encuentro en contra del sufrimiento. Me declaro partidario de la fiesta, pero en contra si el sufrimiento es condición sine qua non para la fiesta. Creo que es posible la fiesta, sin que sea preciso la violación en grupo. Es decir, una fiesta que sea divertida para todos. Pero atención, pues aquellos que lleguen anunciando la fiesta universal, serán los aguafiestas, ¿pues puede considerarse fiesta un evento donde no se puede jugar al fútbol con la cabeza de un hombre, ni comerse un niño frito criado para la ocasión, ni acuchillar hasta la muerte al Minotauro? O interrogado por el aguafiestas, ¿puede considerarse fiesta un evento en el que es preciso el dolor?




sábado, 25 de octubre de 2014

En relación a los últimos acontecimientos sucedidos en Hallowen

Lo ocurrido en Hallowen nos ofrece nuevas pistas para afrontar la geopolítica del futuro


Geopolítica en Hallowen


Que la mitad de la población de Mandril se disfrazara de zombie el 1 de Noviembre, es un hecho histórico, uno de esos acontecimientos que tan solo ocurren una vez en  la vida. Las consecuencias de este suceso han sido enormes. El origen de lo ocurrido el 1 de Noviembre podemos descubrirlo en un estudio sobre las máscaras y su uso. En el se detalla que las máscaras nos transforman.

Las máscaras pueden trasformar a las personas. Conduzca un Mercedes, colóquese una nariz de payaso, use corbata. Descubrirá en poco tiempo que se está convirtiendo en un personaje. Y este es el punto central de lo ocurrido en Hallowen: dos millones de personas disfrazadas de zombis solo podía llevarnos a un lugar, a la interpretación de un papel, de un drama que escapaba del escenario, o mejor dicho, a la aparición de un macro escenario que se extendía por toda la ciudad, a la escenificación de una obra teatral colectiva y sin límites. Seré claro. Dos millones de personas disfrazadas de zombis, comenzaron a comportarse como zombis. Y esto causó alarma, pues los primeros síntomas se manifestaron inmediatamente. Yo iba disfrazado de zombi en el metro mientras leía un libro de texto titulado "Geopolítica" camino a una fiesta. En el exterior, decenas de miles de zombis eran arrestados por la policía. Yo me pregunto el por qué se estudia en  geopolítica los recursos o los procesos electorales y no se tienen en cuenta los disfraces, o la vestimenta que se utiliza habitualmente. Vestir a los soldados de soldados, no se realiza solo por una cuestión de identificación, sino sobre todo para dotarles de un poder especial, para convertirlos en un personaje, el personaje de soldado. Y otro dato curioso, el numero de muertos aquella noche en Mandril se redujo a la mitad, pese haber disturbios toda la noche con  la policía, y esto nos lleva a hacernos otra pregunta: "¿Los zombis mueren? No, no mueren. Asómbrense ustedes de un posible ejército de soldados zombi, si es que ya no está inventado. Estrategas y geopolíticos del siglo XXI ya están tomando nota


viernes, 24 de octubre de 2014

Los últimos minutos del fin del mundo

El temor a no superar la anestesia tras una operación quirúrgica al fracturarme la muñeca, me ha llevado a pensar en la proximidad del fin del mundo, y en hacerme adventista del último día. 

Confesiones

Toda la vida esperando el fin del mundo para hacer esas cosas que nunca solemos hacer, como violar, asesinar, comer niño frito, y al final, nos dedicamos a limpiar y a recoger la casa. Precisamente, es verdad, hacemos lo que nunca hemos hecho en nuestra vida

¿Quién en este mundo no ha asesinado, violado, o comido niño frito? Y claro, lo excepcional es lo corriente, y lo corriente, se ha vuelto excepcional. Es normal que en los últimos minutos del fin del mundo nos pongamos a fregar el piso. Si usted pregunta qué hacer en el fin del mundo, le responderán que abrazarse a la familia y a los seres queridos. Yo no lo haré. Cálculo que para cuando llegara al abrazo de los que amo, ya habrá pasado el fin del mundo. Esto es lo que tiene vivir en Carabanchel Alto. Y eso sin contar que a esas horas del fin del mundo, el metro seguramente ha cerrado. Además, el fin del mundo llega en el momento más inesperado. Lo lógico, sabiendo que uno va a morir, es hacer el testamento en esos últimos minutos, y sin embargo, al menos por una vez, lo lógico y lo sensato no van de la mano. El fin del mundo es necesariamente surrealista, piensen en ello. Es el fin del mundo, y claro, hay que hacer cosas diferentes, como en los fines de semana, y al final acabamos haciendo lo de siempre. Así que lo único que puedo hacer es mantener la dignidad en estos últimos minutos, esto es, ducharme, afeitarme, barrer y recoger el piso, leer un poco, y escribir un artículo para este periódico. En estos últimos minutos había pensado muy seriamente hacerme adventista del séptimo día, por aquello de que llegan con facilidad a los cien años, pero me temo que tendría que cambiar de dieta y comer frutos secos. Me gustan los frutos secos, pero me produce cierto embarazo tener que explicar a todos el por qué como frutos secos justo segundos antes del fin de los tiempos



miércoles, 22 de octubre de 2014

El ejército surrealista de viejos de Mandril

Imagen recreada por ordenador de  un posible militar del ejército surrealista de Mandril


 El ejército surrealista de viejos de Mandril

Quisiera compartir con los lectores de este periódico algunas reflexiones sobre un futuro  e hipotético ejército surrealista para esta ciudad. Se trata de una inquietante propuesta; la creación de un ejército armado de viejos y pensionistas. Estas son las motivaciones que me obligan a hacer pública mi propuesta:




La propuesta es resumible en 35 palabras, pues se trata de la sustitución del actual ejército profesional de Mandril, por otro ejército  novedoso y surrealista, en el será preciso para participar un único y sorprendente requisito, esto es, cobrar una pensión de jubilación, sea contributiva o no, de viudedad, minusvalía, o una mera baja por enfermedad, para la participación en el glorioso ejército del gran Mandril. En otras palabras, al enviudar, al jubilarse, al perder un pie, o simplemente al darse de baja por enfermedad, se pasará automaticamente al ejército de Mandril, en situación activa, y disponible para cualquier contingencia, conflicto, guerra o desastre en cualquier parte del mundo. A nadie, efectivamente, se le obligará a participar en este fantástico ejército, pero la consecuencia de su negativa, será la retirada de su renumeración bajo forma de pensión o incapacidad temporal. Negarse a incorporarse al surrealista ejército de freaks, le privará de los ingresos de su pensión, pero podrá seguir trabajando o mendigar por las calles de Mandril. Este sorprendente ejército no rechazará a tullidos, ni a ciegos, enanos o locos. Todos ellos, viejos y viejas, dispondrán de armamento de última tecnología, y defenderán, si es preciso, con su sangre y su vida, el gran Mandril. 


En mi defensa:


Algunos lectores se han mostrado ofendidos con mi propuesta. No es para tanto.  Mis lectores/as se indignan ante la posibilidad de que un pensionista de 90 años, realice maniobras y cabe zanjas y trincheras.  Pero nada dicen de que un joven, en el esplendor de su vida, se vea forzado por la necesidad a embrutecerse tras caer en la resbaladiza pendiente del ejército español, dejando para un futuro incierto, la pasión por la lectura, formarse, bailar, montar en bicicleta, en globo, escribir poesía, dedicarse a la cuestión amorosa, o subir a las más altas e inaccesibles montañas

martes, 21 de octubre de 2014

Vacaciones en el planeta de los simios


Hay buenos grupos de música en el planeta


Vacaciones en el planeta de los simios

 Desde que las vacaciones pagadas han dejado de existir, recuerdo con añoranza el estío en el planeta de los simios. Sé que estoy condenado a travesar las calles de Carabanchel Alto con el viento en contra una y otra vez, envejecer, escribir algunas cosas que no tienen mayor interés que el de dejar de escuchar la voz del viento, ese viento recordándome siempre y de continuo la muerte. Y sin embargo, prometo volver.

 365 días de viento al año. Llevar lastre siempre en los bolsillos. He subido la escalera y miro desde lo alto, como ese personaje de El Tambor de Hojalata, y me he dejado caer rodando hasta el primer descansillo. El resultado es inmediato y perceptible: un brazo en cabestrillo y algunos días libres. Resbuscar en internet alguna oferta, de alguna agencia que me lleve al planeta de los simios. Un billete de ida. Da miedo no regresar. Da más miedo volver.

Aparentemente todo continúa igual en el planeta de los simios. Hay monos, muchos monos, y turistas, muchos turistas. Me he alojado en el hotel "El Mono Verde", sensiblemente el más económico. Es gracioso el bar del hotel y pedir una cerveza. Te atiende un mono. Siempre pone para picar un platito de frutos secos. Voy a la piscina. Los monos no acostumbran a bañarse en piscinas. Les pesa mucho el pelo y es un incordio. Así es imposible nadar. La realidad es que estas piscinas no están pensadas para el turismo interior, el de los monos, sino para el turismo exterior, el nuestro. Aquí no hace viento y hay sol. Ni recuerdo hace cuanto que no me tumbaba al Sol. Me duermo. Alguien se tira a la piscina y me salpica. Despierto. Ese despertar a lo real: no tengo dinero, ¿pero para qué volver? Sacar dinero a los turistas gracias a los monos. Antes quería ser dibujante de cómic, fotógrafo, dramaturgo, escribir poesía. Ahora solo pienso en los monos. Y de repente, como una maldición, se levanta el viento en el planeta de los simios.

lunes, 13 de octubre de 2014

La vida es un cambio continuo e inesperado


¡Advertencia! El autor ha escrito esta microobra de teatro, inhibiendo forzosamente el hemisferio izquierdo de su cerebro.  Esto es; potenciando el hemisferio izquierdo. Para ello, ha tenido que convertirse en zurdo por causas ajenas a su voluntad. Sea como fuere, todavía es pronto para advertir cambios en su proceso creativo, la inercia de toda una  existencia como diestro todavía le arrastra. Es como aquellos hombres a los que le han cortado la cabeza y todavía continúan levantándose a la misma hora para ir al trabajo, sin saber que en cualquier momento caerán fulminados al suelo. Y aunque todavía sea pronto para advertir cambios radicales en su proceso creativo, si pueden observarse algunas transformaciones al realizar los dibujitos que acompañan esta breve obra. Un nuevo estilo. Lo denominaremos, siguiendo el diccionario de la neolengua, como linea chunga plus

Sucedió una noche


La vida es un cambio continuo e inesperado
(Una terrible historia de ciencia ficción contada en tres minutos)


Cuando uno menos lo espera, encuentra compañía nocturna


1. La lógica es una broma ¡Larga vida al materialismo dialéctico!


(Son las tres de la madrugada y Dominguet duerme. Tiene el brazo escayolado. De repente se despierta sobresaltado, alguien aporrea fuertemente la puerta de piso)

(Golpes insistentes en la puerta)

Dominguet: (En calzoncillos y el brazo en cabestrillo) ¡Ya voy! (Tratando de ver a través de la mirilla) ¿Quién es?

Voz: Abra ahora mismo

Dominguet: ¿Ha ocurrido algo? ¿Es la policía?  Son las tres de la mañana...

Voz: ¡Abra!

Dominguet: (Aparte, dirigiéndose al público) ¿Lo ven? Es estos momentos echo de menos una maleta con lo imprescindible; ropa interior, monedas y billetes, un móvil de prepago con saldo, calzado por si acaso, una libreta con direcciones, billetes de metro y autobús, una peluca y un bigote postizo, algunos frutos secos...y una cuerda. Una cuerda para descender desde la ventana, pero yo vivo en un bajo, así que da igual...Siempre me pasa lo mismo...La maleta sin preparar. Además, hay rejas en la ventana.  No puedo escapar, estoy atrapado.

Voz: ¡Abra!

Dominguet: Ya voy, ya voy...Tanta prisa, tanta prisa...¡Ni que el mundo se fuera a acabar!

(Antes de que Dominguet pueda abrir, la puerta cede. Mejor dicho, cae abruptamente, con gran estrépito. Entran al piso unos tipos encapuchados)

Dominguet: ¿Esto qué es?, ¿quiénes son ustedes?

Encapuchados: Venga con nosotros, el mundo se acaba...

Dominguet: ¿Se acaba el mundo?

Encapuchados: Se acaba su mundo (Ríen)

(Se llevan a Dominguet en volandas)

Dominguet: ¡Mis pantalones, por favor, mis pantalones!

Encapuchados: A donde vamos no le hacen falta pantalones (Ríen)

A donde llegué, había un hombre que se aproximaba a la verdad


2. En busca de la verdad


(Lo siguiente que sabemos de Dominguet, tras su abducción a las tres de la mañana, es que ahora se encuentra con mucha más gente. Tienen mal aspecto; unos tienen los brazos rotos, otros las piernas, algunos simplemente son viejos)

Dominguet: ¿Qué es esto?¿Dónde estamos?

Cojo: Nadie sabe dónde estamos, pero nos han ido trayendo a cuenta gotas, durante toda la noche...

Dominguet: ¿Pero cual es el motivo? ¿Lo sabe?

Cojo: Observe a su alrededor, hay un patrón...

Dominguet: ¿Qué todos somos calvos?

Cojo: No, eso es una casualidad. Mire bien a su alrededor.

Dominguet: ¿Que usamos gafas?

Cojo: No

Dominguet: ¿Qué estamos en calzoncillos?

Cojo: No

Dominguet: ¿Que somos cejijuntos?

Cojo: No

Dominguet: ¿Qué somos de la mítica ciudad de Mandril? ¿Del gran Mandril?

Cojo: No

Dominguet: ¿Qué pertenecemos o hemos pertenecido al partido comunista?

Cojo: Tampoco

Dominguet: No puedo más, me rindo....¿Cual es ese patrón que nos une a todos aquí hoy?

Cojo: No lo sé

Dominguet: No lo sabe

Cojo: No lo sé. Yo pensaba que a todos nos unía algún problema físico, psíquico o psicomotríz, sorderas, o problemas visuales. Sin embargo, estoy equivocado. Mire a ese hombre de allí (Señalando a un viejo); no le pasa nada.

Viejo: ¡Es verdad! Estoy perfectamente. Puedo hacer el pino.

Dominguet: (Dirigiéndose solemnemente a todos los reunidos) Amigos, amigas, creo que he encontrado la solución a este enigma. Podemos resolver este misterio si miramos al fondo de la sala ¿Qué hay allí?

Voz de alguien entre los reunidos: ¡Hay un gordo! ¡Al fondo de la sala hay un gordo!

Gordo: ¡Tengo alto el colesterol!

Dominguet: Su problema no es el colesterol, amigo Su problema se encuentra en el lado opuesto de la sala. ¡Miren allí! ¡Hay un hombre que es feo!

Feo: ¿Yo? ¿Qué he hecho ahora?

Dominguet: Se lo explicaré, amigo. Se lo explicaré a todos y a todas. ¿Quieren escuchar el motivo por el que nos han sacado de nuestros pisos, separándonos de nuestras familias y amigos, durante la noche oscura para arrojarnos aquí; a un lugar del todo desconocido. ¿Quieren escuchar la verdad?

(Se produce un gran silencio en la sala)

Dominguet: ¿Quieren escuchar la verdad?

Voz de alguien entre los reunidos: Preferiría que no dijera nada

Dominguet: Al principio pensé que nuestro secuestro era parte de una acción meramente económica. Creía que el gran número de tullidos aquí congregados era la respuesta. Una retirada de hombres y mujeres de las calles que bajo la mirada de la lógica mercantil, habían dejado de ser necesarios, aun temporalmente. Me explico; personas que eran una carga para la economía. Pero estaba equivocado. El asunto es más simple y más terrible. Es una operación meramente estética. Se trataba de hacer más agradable la vida social a la vista, apartando y reduciendo lo desagradable de la vida cotidiana. Y nosotros somos lo incómodo y lo desagradable. La cosmética a una escala superior

Voz de alguien: No me lo creo

Dominguet: ¡Pues no se lo crea!

Feo: ¿Y qué hacemos?

Dominguet: Propongo destruir con nuestras escayolas, muletas y bastones, la puerta que nos encierra en esta sala

Cojo: ¡Es absurdo!

Dominguet: ¿Por qué es absurdo?

Cojo: Porque la puerta está abierta. ¡Miren! (El cojo abre la puerta)

(Voces de asombro)

Dominguet: Amigos, amigas, crucemos la puerta y vayamos al otro lado

Voz de alguien: Me niego, prefiero quedarme aquí

Dominguet: ¡Pues quédese! Nosotros iremos a ver que hay al otro lado ¿Quién me sigue?

(Nadie le sigue. Sin embargo Dominguet cruza la puerta.Segundos después, el cojo también le acompaña)

La vida es como un viaje a Sol


3. La realidad se pone caliente caliente



(Dominguet y el cojo han traspasado el umbral de la puerta y han llegado a otra sala llena de ventanas)

Cojo: Asombroso. Observe la cantidad de ventanas que hay en esta sala

Dominguet: Me temo que no son ventanas

Cojo: ¿Qué son sino?

Dominguet: Escotillas

(El cojo y Dominguet se aproximan a las escotillas y miran a través de ellas)

Cojo: Está muy oscuro allá afuera

Dominguet: Si, aunque hay lucecitas que centellean

Cojo: Eso de allí, ¿qué es?

Dominguet: Parece un planeta, ¿no?

Cojo: Es la Tierra

Dominguet: Si eso de allí es la Tierra, ¿dónde estamos nosotros?

Cojo: ¿En una nave espacial?

Dominguet: No perdamos la calma. Reflexionemos. Si nos encontramos en una nave espacial, es posible que orbitemos alrededor de la Tierra

Cojo: Es dudoso, si te fijas bien la Tierra es cada vez más pequeña

Dominguet: Cojonudo, nos estamos alejando. Ahora bien, ¿tendremos agua, oxígeno y víveres suficientes para llegar al lugar donde nos envían?

Cojo: Lo más probable es que no

Dominguet: ¿No?

Cojo: No es necesario. Fíjate en nuestra trayectoria...Nos dirigimos a Sol

Dominguet: Esto tiene mala pinta

Cojo: Muy mala

Dominguet: Seamos adultos. Es preciso decírselo a los demás. Tienen derecho a saberlo


El derecho a conocer la verdad

4. Mi vida como hombre público

(Dominguet y el Cojo se dirigen a sala donde se encuentra reunida la multitud de tullidos, viejos, feos y el resto de tejido adiposo. Sin embargo, cuando van a pasar, se encuentran la puerta cerrada)

Dominguet: ¡Abran la puerta, pardiez, abran!

Cojo: ¡Abran, es importante!

(Alguien entreabre la puerta. Es el Gordo y y el Feo)

Feo: Disculpen que hayamos cerrado. Como tardaban, hemos pensado que es mejor salvaguardar la seguridad del grupo y hemos preferido chapar por dentro

Gordo: No sabemos quién puede haber por allí fuera

Dominguet: ¡Si solo hemos tardado dos minutos!

Cojo: Incluso menos tiempo

Dominguet: Da igual. Escúchenme...¡Atención! ¿Alguien quiere saber lo que hay allá fuera?

Voz entre la multitud: Yo casi preferiría que no nos lo dijera

Dominguet: ¿Saben ustedes rezar?

Voces de la multitud: (A coro) ¡Siiiiii!

Dominguet: Es broma, chicos (Risas de la multitud) Allí fuera no hay nada, bueno, si, hay un señor con bigote, y me ha dicho que guarde el secreto ¡Pero no lo haré! Sabéis amigos y amigas....¡Nos preparan una sorpresa!

(La multitud aplaude)

Domiguet: ¡Nos van a subir las pensiones!

(Aplausos. Gritos de viva y hurra. De repente una explosión, la nave espacial se desintegra al llegar al Sol)


Fin























jueves, 9 de octubre de 2014

Mis estudios sobre El Hombre Nuevo

     Es cierto, este no es el hombre nuevo. 

Últimas informaciones sobre el hombre nuevo


Salvando las distancias,  no veo el porqué Afrodita puede nacer de la espuma del mar,  Jesucristo de una virgen, Atenea de la cabeza de Zeus, o  Dionisio del muslo del mismísimo Júpiter, y El Hombre Nuevo no podría nacer de uno de mis propios huesos. Bien, pues de hecho así ha ocurrido, El Hombre Nuevo ha nacido de mi radio. Mejor dicho, de una fractura del radio. 

Muchos han especulado con la posibilidad de que el Hombre Nuevo nacería con un libro bajo el brazo, tras la revolución, o durante un proceso electoral, o en un laboratorio donde experimentan con las futuras quimeras transgénicas. Todos creen que el Hombre Nuevo será mejor, más alto, más joven y más sabio.  Se equivocan. El hombre nuevo ya ha nacido, de forma violenta y dolorosa, de la quiebra del radio de mi brazo derecho, y no parece muy habilidoso. No tengo ni idea de cual será su cociente intelectual, pero le cuesta horrores subirse la bragueta. Tras nacer, todos los objetos y las cosas se han puesto en su contra, mantienen una actitud de resistencia pasiva. Ni yo mismo sé como resolverá este entuerto. Digámoslo claro, el hombre nuevo es zurdo y no sabe escribir. Su primera linea "Llevé las botas viejas al zapatero" la plagió de los cuadernos "Rubio" y la ha tenido que repetir cinco veces. No puedo revelar todas las cosas que hace con su mano izquierda, pero en la mezquita le miran mal. Si los dioses existen, el hombre nuevo ha podido nacer como producto de una broma o  un castigo divino. Es un chiste enfrentarse todos los dias con la vida cotidiana. El hombre nuevo mira a todos los lados, por si acaso hubiese cámaras que le estuviesen filmando. O quizá sea un castigo por exceso de hybris.   Tanto reirse de los dioses, tanto escribir chistes reyes sobre desnudos, que el hombre nuevo ha nacido sin poder escribir, sin la posibilidad de tomar notas. Solo hace garabatos que ni el mismo sabe lo que significan. Tiene una mano impura y le sobran cuatro de los agujeros de la flauta.


miércoles, 8 de octubre de 2014

Entrevista exclusiva a la ministra Ana Mato, sobre la cuestión del ébola

Algunos matemáticos afirman que origen del ébola se encuentra en el Consejo de Ministros


¡Entrevista a la ministra!


"No tendremos olimpiadas, pero Mandril tendrá su propio ébola" Ha declarado la Ministra de sanidad a este períódico en una entrevista que publicamos en exclusiva.

El periodismo es un oficio de riesgo. Dominguet, el corresponsal zurdo de La Gallina Vasca, ha tenido que acostarse -es decir, follar-  con la ministra de sanidad para conseguir una entrevista. Aproximándose a la erótica del poder, ha obtenido por fin la exclusiva, aunque todos esperamos que el roce no establezca las bases de una hermosa amistad. Para leer y comprender bien la entrevista, los lectores deben recordar que esta ha sido realizada mientras entrevistador y entrevistada se encontraban desnudos en la cama.

Dominguet: ¿Puedo llamarte "mi menestra"?

Ministra: ¿Menestra?

Dominguet: Cariñosamente, en vez de ministra que parece muy serio ¡Oh, mi menestra!

Ministra: Pues no te encariñes conmigo, y llámame Ministra o Ana, pero bajo ningún concepto te dirijas a mi como menestra, es casi insultante. Te seré sincera, lo nuestro debe acabar, es un imposible. Es una relación circunstancial, yo necesitaba aliviar y dar salida a mis tensiones...

Dominguet: ¿No puedo encariñarme contigo?

Ministra: No nos volveremos a ver, tengo que salir de viaje

Dominguet: Siempre que llega el ébola a Mandril, tienes que hacer un viaje...

Ministra: Precisamente, a una pequeña isla perdida en la polinesia...

Dominguet: Pero, ¿qué tienes contra el ébola? Parece que le evitas...

Ministra: ¿Evitar el ébola?, ¿yo? Para nada. El ébola es nuestro amigo, o podría serlo, si quisiera acabar con la pobreza...

Dominguet: Tú dijiste que iba a acabar con los pobres

Ministra: Acabar con los pobres es otra manera de finiquitar la pobreza. La pregunta que deberíamos hacernos todos, es si es la pobreza la que crea a los pobres, o si es porque hay pobres, por lo que existe la pobreza

Dominguet: Yo pensaba que los pobres eran un producto de la acumulación de poder y recursos por parte de unos pocos...

Ministra: No, no son un producto de la acumulación de poder

Dominguet: ¿No?, ¿entonces que son? 

Ministra: Un subproducto

Dominguet: ¿Y el ébola?

Ministra: Una oportunidad

Dominguet: ¿Una oportunidad para qué? 

Ministra: Una oportunidad para hacer un viaje a las antípodas, para hablar de otras cosas, antes de que quiebre el banco Santander,  por ejemplo. Lamento la pérdida de Botín, pero ha muerto en el mejor momento. Escúchame, Mandril es perfecto, está situado en el centro del mundo y como un paradójico efecto, lo invisible, como el ébola, se hace visible, y lo visible, como la corrupción, se vuelve invisible. Y si no se ve, no se habla de ello. Solo se habla de lo que se ve, y el ébola ¡Por fin! se ha hecho visible. 

Dominguet: Estoy petrificado

Ministra: ¿Lo ves? Se puede desmoronar el mundo, privatizar el agua, que el centro de salud se encuentre cada día más lejos. Se puede vivir sin dignidad perfectamente. Pero lo que no se puede es mirar el rostro sin afeitar del ébola, sanguinoliento, hinchado, haciendo "¡uhhh!" a los telespectadores, sin sentir el miedo

Dominguet:¿Pero existe o no existe el ébola?

Ministra: ¿Y qué más te da? Exista o no, tan solo deberían morir los pobres...


Dominguet: ¿Y el perro?

Ministra: ¿Qué perro?

Dominguet: El perro de la chica con ébola, del paciente cero ¿Lo vais a sacrificar?

Ministra: Pues claro, hay que empezar por algún lado

Dominguet: ¿Y no hay otras alternativas?

Ministra: Según el protocolo de actuación de economía neoliberal, no hay alternativa

Dominguet: ¿Y el reparto?

Ministra: ¿El reparto de recursos y poder? El reparto ya no está de moda

Dominguet:  Te miro, y no se qué decir. Te amo. Eres fascinante

Ministra: Lo sé, pero no me toques












 
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