miércoles, 30 de abril de 2014

¡No te quedes sentado!

¿Estar sentado o estar de pié? Todo reside en esto.


¡No permanezcas de pie!
Pequeñas aportaciones para el día 1 de Mayo


Todo reside en esto, en estar sentado o levantado. Si el mal tuviera forma sería la siguiente; la de un hombre o una mujer sentado o tumbado, pero no está muy claro

Todos queremos sentarnos o tumbarnos, pero lamentablemente no es posible realizar las dos cosas al mismo tiempo. Desde este mismo momento hasta el fin del artículo, cuando me refiera a "sentado" o "tumbado" querré decir la misma cosa. Quiero defender mi tesis sentenciando que "Existe una tendencia natural en el ser humano que le empuja hacia la búsqueda de una silla, un sofá o una cama" Esto no solo es cierto para aquel que lleva todo el día de pié, sino también para aquellos que llevan toda su existencia en pié. Es preciso recordar que dependiendo de su estatus social, especialmente el de aquellos que utilizan su cuerpo como herramienta para conseguir un sustento, que no solo pasan toda su vida de pie, sino que lo hacen cargando pesos sobre su espalda. No es casualidad que se despida a estos hombres y mujeres cuando mueren con un breve "Descanse En Paz". Es muy cansado pasar toda una vida de pié.

Me gustaría que observaran toda la energía e interés que invierten las élites, corporaciones y estados para que aquellos que utilizan su cuerpo como herramienta, no puedan sentarse. Evidentemente, esto solo es posible lograrlo llevándoles a un estado de necesidad, mediante el cual deben permanecer de pie para seguir existiendo. No es extraño entonces descubrir que desde desde hace más de un siglo, a pesar de la mecanización y la robótica, la jornada laboral continúe en las ocho horas, siempre y cuando les llegue el sueldo para aquellas cosas básicas de la vida, si no, deberán buscarse otro empleo, permaneciendo más tiempo de pié, y tanto peor  si se encuentran desempleados, pues deberán permanecer de pié todo el día buscándose la vida. 

Es del todo seguro que resulta imposible descargar camiones tumbado, aunque ya es posible matar mucha gente sentado, sobre todo si se pilota un bombardero. Las tanquetas con agua a presión se manejan sentado con el fin de disolver a las masas enfurecidas ya cansadas de permanecer mucho tiempo de pie.

Aclaremos que permanecer "sentado" o "encamado" es un concepto. Un teleoperador, a pesar encontrarse sentado, lo que  resulta de su actividad es un estar de pié.

Ya hemos comentado que se emplea mucha energía para que las gentes no se sienten, pero esta energía invertida no es para evitar este estancamiento de fluidos que se produce cuando estamos sentados o tumbados. Ustedes ya lo saben, en cuanto un líquido se estanca comienza a pudrirse. Es al menos curioso que aquellos tan obsesionados tratando siempre que  permanezcamos de pie, se encuentran siempre sentados o tumbados. Lo que es seguro es que desde hace tiempo se han comenzado a estancarse y pudrirse.

Sin embargo, a pesar de que nos encontramos muy cansados, no puedo defender como objetivo que debamos ir en busca de la posición horizontal. Cuanto me temo que la realidad jamás se ha transformado tumbado, no siquiera en silla de ruedas. En realidad esto es mentira, existen técnicas de desobediencia civil donde los resistentes se aferran unos a otros sentados o tumbados en la vía pública. Reconozco también que es muy necesario permanecer sentado para poder pensar o leer, aunque en mi caso, pienso mejor cuando me encuentro de pié y en movimiento, también tumbado. Todo esto es una aparente contradicción, pero si leemos bien, lo que se nos está diciendo es que para pensar y tomar bastillas es preciso tiempo libre. Para conquistar el tiempo libre necesitamos pensar y ponernos de pie, pero cómo levantarnos si estamos cansados después de una agotadora jornada de pié. La consigna entonces será ¡Conquistemos el tiempo libre! Para pensar y subir montañas necesitamos tiempo libre. 

lunes, 28 de abril de 2014

A favor de correr

"Precisamente, 1997 terminó en Madrid con un ridículo “acontecimiento” que nos es muy útil como ilustración de lo que queremos decir. El 28 de diciembre se celebró la carrera de Popular, organizada bajo el increíble lema de “Movilización popular contra los excesos de las fiestas. Desafía la pereza”. Francamente, esto ya es demasiado. ¿Qué excesos? ¿Qué pereza?"

"He aquí pues el factor clave de la alienación deportiva, cuya importancia decisiva para la reproducción ideológica del sistema no radica tanto en los efecto letárgicos y desmovilizadores que se deducen de su carácter de espectáculo de masas, como en el cariz sorprendente de mito social, de historia ejemplar que todos los días y todas las noches pone en escena la agonía sagrada de los especialistas del dolor y del esfuerzo que lo sacrifican todo a cambio del “triunfo”. “Los madrugones de cada día a las seis de la mañana, el hecho de tener que sacar las asignaturas de segundo de INEF robándole horas al sueño, o el no poder pasar más tiempo con sus amigos o con su novio... son algunos capítulos del cuento de María que algunos no querrían leer. Ella los asume sin más”. En estos términos hagiográficos, edificantes, aleccionadores, se relata la peculiar forma de vida de una famosa nadadora, que presume libre y felizmente de su propio calvario: “Yo no me escaqueo ni un metro de los entrenamientos. Voy a tope aunque me duelan los brazos, y respiro cuando tengo que respirar”

"El martirio. Volviendo al caso práctico del que nos hemos servido como amena ilustración, oigamos a uno de los imbéciles que participaron en la Popular: “Ya por el hecho madrugar y por el frío que hemos pasado combatimos la pereza, la abulia, la apatía y lo que me digas”. Masoquismo enfermizo, sumisión cobarde al instinto de muerte, odio al principio del placer y depreciación miserabilista de la existencia, obediencia ciega y fanática a la voz de mando, eso decimos porque todo eso es lo que se esconde tras una opinión así, que se ve corroborada y esclarecida por la peligrosa estupidez de uno de los organizadores: “Es impresionante la imagen de tanta gente corriendo tan temprano”. Impresionante, sí, tanto como el espectáculo de un campo de concentración o de una plantación de esclavos. Por cierto que el inevitable “mecenas” de este evento de pesadilla no fue sino la multinacional de material deportivo Nike, famosa por su explotación salvaje de la mano de obra (incluso infantil) del Sureste Asiático. El círculo vicioso siempre tiende a cerrarse cortando el hilo de la vida"

"La palabra-llave sigue siendo hoy la desmoralización, que debe aplicarse sin más tardanza a cualquier manifestación del espíritu del enemigo. para empezar, parece completamente necesario el sabotaje sistemático de esa peste ridícula de “carreras populares”, “gincanas por los derechos humanos” y “marchas contra la droga”, cuya nocividad social es solo comparable a los trances colectivos, antesalas del linchamiento y del progrom, que se generan en los estadios de futbol, y que en todo caso son más peligrosas que el mero consumo pasivo de las retransmisiones deportivas en tanto y en cuanto que la participación en la carrera o prueba implica una ilusión de afirmación personal, un simulacro de decisión libre, un delirio de comunión mística que inevitablemente refuerzan la asunción de los valores de la clase dominante que sustentan y dan sentido a estas demostraciones. Como medios adecuados de perturbación y sabotaje, recomendamos desde medidas agresivas como alfombrar con chinchetas, canicas o alquitrán las calzadas donde se desarrollará la carrera, hasta otras posibilidades más hedonistas y quizá más efectivas: la puesta en práctica, al paso de la carrera, de ceremonias eróticas realizadas por dos o más personas, la exhibición festiva del estado de embriaguez, la organización de fiestas irresistibles y juegos tan apasionantes como inútiles, el ejemplo provocador de durmientes entregados al mejor de los sueños, o la instalación de objetos misteriosos que despierten la curiosidad de los “atletas”, incitándoles al abandono de la prueba. Se trataría en fin de la exaltación decidida y contagiosa de los placeres de la pereza, y, por contraste, del desenmascaramiento, por vía del humor y del goce, de la nueva dictadura eugenésica de la salud y el deporte, del puritanismo y el deber".


"Todavía no se han parado todos" Grupo surrealista de Mandril



La aventura se encuentra por doquier. Cuando hacemos algo placentero, al mismo tiempo ocurre algo terrible.


A favor del correr por las mañanas


¿Se puede ser surrealista y levantarse por las mañanas para ir a correr? Me pregunto también si es posible ser surrealista y trabajar en una fábrica. Considerando que trabajar en una fábrica es como vivir en un sueño -si, tengo que despertar ya de una vez- su relación con el surrealismo es inevitable. Hay muchas formas de tomar la fábrica antes de dar la patada final en la puerta del despacho donde se encuentra  reunida la junta directiva. Se puede tomar la fábrica haciéndola tuya. Pongo un ejemplo extraido de unas posibles memorias mias: "fui dejando objetos en casa de mis padres, de tal manera, que pasados unos años el piso era irreconocible, lo había transformado según mi voluntad. Sólo sobraban mis padres, que en realidad me hacían de esclavos. En cualquier caso, la decrepitud, la muerte o el asilo estaban de mi parte. El piso ahora era mio" 

Queremos vivir. Si no podemos realizar la aventura por cobardía o porque las turbulentas aguas de la sociedad líquida nos arrastran siempre, podemos crearla.  Luchar contra los dioses es agotador, subir al Olimpo a emborracharse o tratar de ser inmortal es agotador, pero más agotador es acudir a la fábrica, y  ya saben, la fábrica se encuentra en todas partes. Sin embargo hay esperanza, porque lo que he aprendido en estos últimos años es que la aventura se encuentra también en la fábrica. Me gusta imaginar que en cuanto uno practica la aventura, comienza a luchar contra la fábrica y los dioses. Es cierto, la fábrica universal se encuentra en todas las partes, y es un lugar tedioso. Correr es tedioso. Sin embargo, lo que hemos descubierto de la aventura es se encuentra en todos los lados, también en el correr, y que es placentero. La linea que separa el placer del sacrificio es sumamente delgada. Muchas veces no resulta fácil saber en que lado nos encontramos, si en el lado del placer o en el del dolor.

 Si, siento el frío de la  primera hora de la mañana. Pero más que frío lo que se siente es la vida. Llama la atención la luz del alba, la de los sonrosados dedos, que atraviesa el bosquecillo de pinos por el que corro. Me asombran también las personas. Todos los que estamos en el bosquecillo, caminando o corriendo, tratamos de escapar de la muerte. Podría ser un pequeño ritual, si, en el que entregamos unos minutos de nuestras vidas para ganar unos minutos más de vida. Delirante, y sin embargo nos encontramos bien. Le ocurren cosas a mi cuerpo, dependiendo del sexo o la edad,  se remoldea cuando se me aparecen personas. Las miro con cuidado, sin embargo, tengo la sensación de no haber sido observado. Oigo cosas que no oía antes, mi respiración, mis pasos. Hay muchos perros sueltos y me dan miedo, siento que en cualquier momento podrían saltar sobre mi, aun así, me desafío y busco el lugar donde hay más riesgo. Paro. Trato de concentrarme a fabricar bolas de Qi, la concentración me desconcentra. Me da vergüenza.  Los perros me rodean y ladran. Hay días que busco un lugar expuesto a la vista de todos y me resulta muy incómodo, pero tengo que hacerlo para más adelante no ser aplastado por las miradas de los otros, también me gusta buscar el lugar más agradable. Si, hay días que los perros me ladran cuando fabrico  bolas de Qi, otros, me vuelvo invisible a su mirada. Observo las mutaciones que sufre el bosquecillo, un día está verde, otro, se agosta todo. Me turba el ruido de los coches, los dominicanos juegan a beisbol los fines de semana. He penetrado en el bosquecillo ¿Es esto una aventura? Me abrazo cohibido a un árbol. Cuando me abrazo a los árboles me salen orzuelos. 







jueves, 24 de abril de 2014

¿Por qué está desapareciendo la pobreza?

La realidad siempre es mucho más inquietante

El punto ciego de Mandril

En Mandril existe un punto ciego. Dependiendo de la posición donde usted se encuentre hay algo que desaparece; un pobre, un barrio de pobres, una ciudad entera, un amante. 

Usted se encuentra con su amante y de repente un día deja de verlo. No, no es que se haya ido de su vida ni que se haya vuelto invisible, lo que ocurre es que se encuentra en un punto ciego. Su mirada, la suya, no es capaz de verle, y aunque su amante agite los brazos, pasará desapercibido para usted. En realidad, ese espacio donde se encuentra su amante desaparecido se rellena del entorno que le rodea, en otras palabras; su amante no puede ser visto por su mirada, en su lugar, solo habrá un relleno inexistente.

En el punto ciego lo inexistente hace aparición y lo que existe desaparece. En fin, sabía que el gran ojo de Mandril tenía la vista cansada, pero desconocía que tenía un punto ciego. Yo creía que en la noche oscura de Mandril irrumpían furgonetas del Ministerio del Interior secuestrando al sobrante, a los pobres, que se manipulaban las estadísticas manipuladas sobre la pobreza, que se expulsaba a los pobres y que estos emigraban lejos del gran Mandril, lejos de las miradas. Yo pensaba que cada día había menos pobres porque cada día había más cárceles, que se nos arrojaba al frío y oscuro tártaro cuando empezábamos a sobrar. Lo que ocurre es mucho más inquietante. Desaparecen barrios enteros, la pobreza, porque se encuentran situadas justamente en el punto ciego. Por más que estos barrios ardan, por más que sus vecinos agiten sus brazos, nadie puede verlos. Ese espacio se ha sustituido por relleno, por una recreación inexistente. Para existir hay que ser visto, mientras barrios enteros y paises se encuentren en el punto ciego, permanecerán en el tártaro. Si usted quiere escapar de la pobreza, debe ser visto, si quiere ver a su amante de nuevo, dígale, aunque no le vea, dígale que se mueva, que se aparte del punto ciego para dejar de ser puro relleno.


martes, 22 de abril de 2014

Breves apuntes para escribir tu propio periódico

Un periódico para tener principios


¡Escriba su periódico!

Es muy importante tener tu propio periódico para tener tus propios principios. Sin tiempo libre es difícil escribir un periódico, sin tiempo, los principios se complican.

Todas las mañanas al despertar me pregunto quién soy. Hay que ser muy cuidadoso, casi todos los desastres que acechan al ser humano ocurren precisamente por haber perdido la identidad. En cuanto uno no sabe quién es comienzan los problemas, y el mayor problema es despertar precisamente con la identidad de otro. Hay que hacerse cuanto antes una lista de principios antes de que venga el otro con los suyos. En mi lista de principios hay algunos muy importantes A) La conquista del tiempo libre. Para saber quién es uno, es preciso tiempo libre. Sin tiempo no solo se complica el saber quién soy, es mucho más terrible, sin tiempo dejamos de ser. Sin tiempo no es posible escribir tu propio periódico B) La nivelación salarial. En cuanto se establece la desigualdad salarial dejamos de saber quienes somos.  La desigualdad salarial implica la destrucción de nuestra identidad y el deseo de ser otro, es decir; un capullo. No es posible escribir tu propio periódico queriendo ser otro, pues será otro precisamente quién lo escribirá.  Y lo que no mola, lo que hay que evitar, es que sea precisamente un capullo quién escriba mi periódico.






martes, 15 de abril de 2014

Lección rápida de inmortalidad

-¿Quién es usted?
-No lo sé, ¿y usted?
-Tampoco lo sé


El oficio duro oficio de ser inmortal

El hombre que habitaba mi cuerpo se fue o murió. Nada sé de él, desapareció ayer por la noche y no ha vuelto. Se acostó siendo él y desperté siendo yo

El cuerpo en el que estoy debió pertenecer a alguien, pero no sé quién, apenas dejó algunos objetos tras de si, cosas que pudieran pertenecer a cualquier otro. No ha dejado ningún recuerdo, ni el rastro de una herida, ni tan siquiera una palabra. Ya no está. Quizá se lo pasó bien o vivió atormentado, pero me resulta imposible saberlo, sin duda ha muerto.  Consolémonos porque ya habrá alcanzado la eternidad, y sin embargo, que poco interesante me resulta la eternidad, no por nada, sino porque todas las evidencias indican que no existe ¡Ay! He nacido a una edad avanzada. Si pudiera ser inmortal debería dejar un resto, un trozo de mi que permanezca en el mundo durante un tiempo más; miles de años es poco, y sin embargo, todavía no sé nada de mi.

(Bien, amiguitos. Pasado mañana reescribiré este artículo en clave de humor en caso de que no haya sido lo suficientemente graciosillo)



viernes, 11 de abril de 2014

Los peligros de correr por la mañana

Hay un patrón, algo que se repite y que no consigo revelar

Los peligros del correr

Existe una relación directa entre correr y un mejoramiento de los derechos ciudadanos. Esta es mi teoría, a medida que en un país se corre menos, las libertades caen.

La estadística lo demuestra, en aquellos lugares donde se corre por las mañanas hay mayores derechos, libertades y normativas laborales en pro del trabajador. Ustedes dirán que un pueblo que corre tiene menos derechos, sobre todo si corre delante de la policía, pero quizá haya que correr delante de la policía para un día tener que correr detrás de la poli. En cualquier caso, si no corremos todo está perdido. No hay datos al respecto; la intuición me dice que una vez que se corre detrás de la policía comienzan a incrementarse los derechos. 

El acto de correr nos permitía estar alerta, tanto para depredar como para huir, es un hecho que cuando los presidentes les da por correr por las mañanas como en el caso de Aznar, Putin o Bush, los derechos de la ciudadanía retroceden, sin embargo cuando la ciudadanía comienza a correr, la realidad se transforma, pero la duda persiste.

La duda persiste ¿Es correr una forma de acción política o es la acción política la que nos hace correr? En otras palabras; ¿correr por las mañanas transforma la realidad o si por el contrario la realidad ya se ha transformado y por ello nos encontramos con ganas de salir a correr? En cualquier caso, ¿cómo es posible que el acto de correr no esté todavía restringido tan solo a las élites, si esta acción pudiera desencadenar la abolición de la injusticia si fuera practicada por el populacho? Quizá no sea necesario prohibir el correr, lo más probable es que la peñuqui esté demasiado cansada para ir corriendo a la fábrica



lunes, 7 de abril de 2014

¿Por qué no llevo calzoncillos?

Yo imagino dos cosas, que la mujer de la fotografía está alertando sobre los peligros derivados de las bragas, o bien que esté comentando a sus amigas que Robespierre, un verdadero comunista, no llevaba calzoncillos.


El calzoncillo como objeto antirrevolucionario


El aspecto simbólico es importante. Me he levantado tarde y he decidido tirar toda la ropa interior a la basura. Ahora soy un hombre sin calzoncillos, quizá, un hombre libre.

A medida que pasan los años, aumenta el número de calzoncillos que hay en el cajón. Tratamos de ser libres prescindiendo del automóvil, por ejemplo ¿pero y si existiera algo, un objeto quizá, qué ha pasado desapercibido entre los pensadores marxistas, y que finalmente nos ha absorbido la energía vital revolucionaria? Imaginen la existencia de un objeto que nos arranca derechos políticos, democráticos y las libertades, este objeto estaría en todas las casas, lo llevaríamos pegado al cuerpo. No podría ser algo demasiado obvio, debería ser lo suficientemente ridículo para impedir debates o polémicas. Nadie en su sano juicio organizaría un taller titulado "El calzoncillo reaccionario" El mal, lo que nos trasforma en idiotas, nunca mira de frente, y para triunfar debe estar presente por doquier, ocultarse en lo intimo, y sobre todo, nadie debe desconfiar de él. ¿Usted conoce a alguien que desconfíe de los calzoncillos? La gente desconfía de las armas nucleares, pero nunca de los calzoncillos, sin embargo sus efectos pueden ser igualmente devastadores. Para llegar a la libertad hay que comenzar por algún sitio. Mi padre me comentaba que los verdaderos comunistas no usaban calzoncillos, y yo no sabía como interpretar esto. Si irrumpiéramos a la fuerza en un congreso de Izquierda Anticapitalista y les obligáramos a bajarse los pantalones, ¿cuantos de ellos llevarían calzoncillos? Posiblemente todos. Ser comunista no es fácil, uno trata de ser comunista durante toda la vida y al final se muere con los calzoncillos puestos. Yo empezaré por lo más difícil, por bajarme los calzoncillos. 











 
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