miércoles, 28 de agosto de 2013

Un experimento en Mandril

El experimento

Leyendo los resultados del experimento. Ahora hay que ir pensando como pueden aplicarse a la vida cotidiana

Como nos gusta jugar a ser Mengele, hoy,  hemos realizado unos cuantos experimentos con los cuerpos de algunas cobayas humanas, todavía vivas, que se han sometido voluntariamente a estas curiosas y divertidas pruebas. Es importante advertir que entre los voluntarios no se encontraba nadie que ocupara alguno de los peldaños más elevados del poder, pero al menos, sí que financiaron el experimento.

Es importante señalar que el porcentaje de voluntarios aumentaba al mismo tiempo que disminuía su cuenta corriente, así que los mantuvimos en el anonimato, no tanto para garantizar su intimidad, sino porque no nos importaban nada. El experimento consistía en hacerles olvidar cosas, y de hecho, el experimento pareció exitoso cuando olvidaron quiénes eran y de donde provenían, incluso que eran personas. Así que se les sometió a toda clase de vejaciones y humillaciones y la respuesta fue positiva, es decir, no hubo respuesta. Lamentablemente el experimento comenzó a complicarse cuando los sujetos olvidaron que tenían que trabajar, y por tanto, a incorporarse a su puesto de trabajo, incluso comenzaron a desobedecer órdenes. No por nada, sino por olvido. En poco tiempo el experimento se derrumbó por completo. Olvidaron la medicación, se olvidaron depilarse, se olvidaron de comer. Por un momento vislumbramos una salida al experimento, y a sus consecuencias, en el caso de que las cobayas humanas acabaran con su existencia muriendo por inapetencia. Pero a las cobayas humanas se les olvidó morir.



lunes, 26 de agosto de 2013

Kim Jong-il llega a Mandril

"Puedo tomar cualquier espacio vacío y llamarlo un escenario desnudo. Un hombre camina por este espacio mientras otro le observa, y esto es todo lo que se necesita para realizar un acto teatral"

Peter Brook "El espacio vacío"

He calculado que cada quince minutos sucede un hecho teatral, pero nadie lo sabe. Si quiere disfrutar de la vida, contemple esta como una sucesión de teatruras que suceden a cada instante. El espectáculo no tiene fin. Ayer mismo fui partícipe de una pequeña obra que sucedió en el metro de Mandril; Kim Jong-II se sentó a mi lado. Esta mañana he recordado todo lo que sucedió y he escrito los hechos lo más fielmente posible. El resultado era esperable; me ha salido una pequeña obra de ciencia ficción que tiene dos títulos

Kim Jong-iI en el metro de Mandril

La única imagen que tenemos de la representación ocurrida ayer en el metro de Mandril. La he escrito corriendo, para dejar testimonio de lo sucedido

¡Disuelva su destino cuanto antes!

(Nos encontramos en el metro de Mandril, más en concreto en uno de los vagones.  Dominguet ha encontrado asiento. Vuelve del trabajo cansado, saca un cuaderno del bolso y toma algunas notas, pero enseguida le vence el sueño. Ya ha llegado a la siguiente estación. Se abren las puertas y entra un señor de aspecto asiático, más bien gordo, y se sienta a su lado. Este señor se llama Kim Jong-il, y fue presidente de Corea del Norte. Es muy raro todo, porque este señor hace tiempo que se ha muerto).

Kim Jong-il: ¿Se puede?

Dominguet: Si, por supuesto, está libre

(Dominguet no puede evitar mirarle con sorpresa, tampoco puede evitar dirigirse a él, a Kim Jong-il)

Dominguet: ¿Usted es...?

Kim Jong-Il: Si, soy Kim Jong-il

Dominguet: ¡Pero usted está muerto!

Kim Jong-il: Tiene usted razón. Yo mismo vi propio funeral por televisión...

Dominguet: Ah...entonces...simplemente ha resucitado...

Kim Jong-il: Quizá un poco tarde

Dominguet: ¿Tarde?

Kim Jong-il:  Si, tarde... Tarde porque no he conseguido construir mi existencia. No he conseguido vivir mi vida, solo he vivido la vida de los otros...y ahora con setenta años, he comenzado a vivir, o al menos estoy tratando de hacerlo

Dominguet: (Mirando de arriba a abajo a Kim) Para tener setenta años se te ve bastante bien, se nota que no has estado sometido a trabajos degradantes ¿No has cargado mucho peso, verdad?

Kim Jong-il: Tan solo el peso del poder

Dominguet: ¿Y cuanto pesa el poder?

Kim Jong-il: ¿Y qué más da? Yo no quería ser líder de Corea del Norte pero el destino me estaba preparando el camino para que fuera el secretario general...

Dominguet: ¿Ah, si?

Kim Jong-il: Si, antes de nacer ocurrieron prodigios en el cielo que avisaban de mi llegada. Escucha, decían así (saca una hoja arrugada del bolsillo y lee) "El evento fue presagiado por una golondrina y señalado con la aparición de una nueva estrella en el cielo y un doble arco iris sobre la montaña"

Dominguet: Pero...¿eso no era propaganda del partido?

Kim Jong-il: No lo sé, yo lo he leído en la Wikipedia

Dominguet: ¿Y que hiciste?

Kim Jong-il: Nada en absoluto. Cuando me dí cuenta estaba ocupando la presidencia del país, pero yo no quería

Dominguet: ¿Entonces te fugaste de Corea?

Kim Jong-il: Si, cogí una bicicleta y pedaleé por medio mundo hasta llegar a Mandril

Dominguet: ¿Y entonces tu funeral?

Kim Jong-il: Tenían que hacer algo para explicar mi desaparición, así que simularon mi entierro...

Dominguet: ¿Y quién había en el ataud? 

Kim Jong-il: No lo sé...¿A quién le importa?

Dominguet: ¿Pero has conseguido construir tu proyecto vital?

Kim Jong-il:  Estoy en ello. Si rompo con el destino y me alejo del liderazgo...podría ser poeta...

Dominguet: ¿Quieres ser poeta?

Kim Jong-il: Si, pero todavía no he conseguido escribir ni una sola linea

Dominguet: Bueno, ya has empezado a construir la poesía. Has concentrado en los últimos años de tu vida todos tus deseos. Has roto con el destino. Has montado en bicicleta. ¿No está mal, no?

Kim Jong-il: Está fatal, porque no he conseguido todavía ser yo. Estoy simplemente huyendo...

Dominguet: ¿Huyendo?

Kim Jong-il: Huyendo de mi destino

Dominguet: El destino no existe, tio

Kim Jong-il: ¿Cómo que no? Desde que escapé de Corea el destino me busca. Ya estoy muerto. Estoy en un mausoleo rojo cubierto de rosas. He tratado de romper con el destino, pero el destino siempre camina más rápido...

(El metro llega a la siguiente estación. Se abren las puertas del vagón y entra El Destino que se dirige directamente a Kim Jong-il)

El Destino: ¿Kim Jong-il?

Kim Jong-il: ¿Si?

El Destino: Soy el destino...y vengo a llevarte conmigo

Dominguet: (Dirigiéndose al Destino) Disculpe, aquí debe haber una equivocación...porque El Destino soy yo

El Destino: No, no...El Destino soy yo

Dominguet: No...Soy yo

El Destino: ¿Qué dice? Mire, yo tengo el carnet (saca su carnet de identidad) Lo dice aquí bien claro, "El Destino". Además, yo tengo el certificado...un título y varios diplomas que lo demuestran...(el destino comienza a sacar títulos y papeles del interior del abrigo y se los va enseñando a Dominguet) 

Dominguet: De acuerdo, me ha pillado, yo no soy el destino....estaba bromeando

El Destino: ¿Quién eres tú?

Dominguet: Me llamo Dominguet, trabajo de friegaplatos y estoy en contra de usted...

El Destino: ¿Y..?

Dominguet: Podría decir que soy tu destino si creyera en el destino

El Destino: ¿No crees en mi?

Dominguet: Tan solo veo una sombra que se va disolviendo...

El Destino: ¿Qué?

Dominguet: Te estás desintegrando...

El Destino: Pero...

Dominguet: ¡Adios!

(El destino se disuelve, y tan solo queda su abrigo en el suelo. Kim Jong-il está asombrado)

Dominguet: (Dirigiéndose a Kim) Lo ves...ya no tienes que preocuparte...El destino ha desaparecido....Ahora puedes ser poeta

Kim Jong-il: Yo...por fin...

Dominguet: Por fin, si, eres libre. Setenta años persiguiéndote el destino....y mira, el destino ha muerto

Kim Jong-il: Pero...

Dominguet: ¿Pero?

Kim Jong-il: ¿No serás tú mi destino?


Este es el fin. Los viajeros contemplan atónitos el espectáculo. Esperemos que hayan dejado pasar su parada para continuar viendo la obrita. Merece la pena llegar quince minutos tarde al trabajo.

















jueves, 22 de agosto de 2013

¿Deben tener los cerdos derechos políticos?

Notas sobre la cuestión porcina


La policía de Mandril procediendo a las primeras detenciones de cerdos

El cerdo del futuro está aprendiendo a hablar, pero jamás sabremos quién es. Simplemente morirá como todos los cerdos. Quién sabe, quizá usted lo encuentre envasado en el Carrefur, y aunque  un cerdo envasado podría decirnos más cosas de las que pensamos, vamos a olvidarnos por un momento o para siempre de ellas.

Nuestro cerdo llegó a este mundo asombrado, obtuvo un momento de lucidez y fue sacrificado. Pero bueno, le dio tiempo a aprender español, y lo que es peor, cuando caía la noche enseñaba español a sus compañeros. Bien, ya nadie recuerda como se llamó este primer cerdo parlante, pero los cerdos continuaron con sus clases nocturnas, hasta que un día ocurrió. Ocurrió que nos despertamos y descubrimos, leyendo el periódico, que los cerdos caminaban orgullosos por las calles de Mandril. ¿Puede el cerdo, ahora que ha tomado conciencia de sí mismo, compartir el espacio público con el ser humano? No olvidemos que el cerdo ya sabe hablar y posiblemente solicite formalmente sus derechos políticos. ¿Queremos que nuestros hijos compartan la escuela con los hijos de los cerdos? Cuando los cerdos se ponen a hablar entre ellos, se dan cuenta de que también precisan de una cama, un techo, algunos alimentos mucho más nutritivos que el pienso, que quieren incluso tocar la guitarra. Esto tiene un nombre: el fin del mundo. Porque claro, un día los cerdos se ponen a hablar y después reclaman derechos políticos, y una vez que han puesto a hablar quieren entrar en sentarse a la mesa en nuestros restaurantes, y si un día aprenden a tocar la guitarra podrían acabar seduciendo a nuestras mujeres. Así que tendremos que decirles bien claro como funciona la realidad: no hay petroleo para el cerdo. Así que es mejor que no se hagan ilusiones, que vuelvan al hacinamiento de sus granjas, que dejen de hablar, que regresen a nuestros platos. Algunos cerdos dirán que no les apetece volver al pasado, pero ese no es el problema. El problema  para los cerdos es que a nosotros no nos apetece lo que les apetece a los cerdos.







sábado, 17 de agosto de 2013

Llegada a la cara oculta de la Luna


¡Lunáticos en la Luna!

Detector de Lunáticos Magefesa


La gran ciudad de Mandril ha enviado a su primer cosmonauta a la Luna y ha encontrado lo que todos temíamos; bicicleteros. 

"¡Acabar con la locura!" Es una bonita consigna para iniciar una guerra entre mundos.  Lo hemos leído en el periódico; lo dice la Agencia Espacial Mandrileña, los lunáticos van en bicicleta, algunos en triciclo, otros en silla de ruedas. Sea lo que sea, la Luna se ha convertido de repente en una amenaza. Ya lo saben. Un día se desprende un trozo de locura de un bicicletero, atraviesa el campo gravitatorio de la Luna, y acaba cayendo en la gran ciudad de Mandril.  La locura puede estar flotando en el ambiente durante años, siglos, milenios, y pasar desapercibida hasta que encuentra un huésped mediante el cual replicarse. El gobierno de Mandril lo sabe muy bien, la lucha contra la locura es una prioridad.  Y saldrán cohetes y misiles rumbo a la Luna. Los lunáticos nos observan con sus prismáticos asombrados; han descubierto en sus cielos como se aproxima la cordura.



viernes, 16 de agosto de 2013

Caminito de la perfección

Caminito de la perfección


(El escenario se ilumina.  Un hombre, al que llamaremos Mandrileño, aparece con un cartel en el que está escrita la palabra "Extranjero". Está buscando a alguien al que llama a voces).

El Mandrileño está buscando a alguien entre el público

Mandrileño: ¡Extranjero! ¡Extranjero! ¿Hay aquí algún extranjero?

(Un hombre de entre el público levanta la mano)

Extranjero: ¡Yo mismo!

Mandrileño: Bienvenido a Mandril. Haga el favor de subir al escenario.

(El Extranjero sube al escenario, pero tropieza con uno de los escalones y cae al suelo)

Mandrileño: Tenga cuidado, aquí nadie tropieza dos veces en la misma piedra

Extranjero: Disculpe, pero tan solo tropecé una...

Mandrileño: Sea lo que sea, bienvenido a Mandril (Se dan la mano) Y ahora, dígame, ¿está dispuesto a alcanzar la perfección?

Extranjero: Si, ese es mi deseo

Mandrileño: Pues ha llegado al lugar apropiado. Yo seré su guía. Aquí tiene un pequeño equipaje básico para alcanzar la perfección y un pequeño librito

Extranjero: ¿Un libro? ¿De qué trata?

Mandrileño: Es la Constitución de Madril. Lea en voz alta el artículo primero...

Extranjero: "Se propugna como valor superior del ordenamiento jurídico de Mandril, la perfección..." 

Mandrileño: ¿Qué le parece?

Extranjero: Suena bien, no está mal...

Mandrileño: No está nada mal

Extranjero: (Sigue leyendo) Pero aquí, en el preámbulo, dice también: "Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia"

Mandrileño: Si, es un chiste de Roger Crunch, ¿le gusta? 

Extranjero: ¿Y por qué está incluido un chiste en la constitucíón?

Mandrileño: El humor forma parte de nuestros valores constitucionales. De hecho, es el último peldaño para alcanzar la perfección.

Extranjero: ¿Y donde se encuentra la perfección?

Mandrileño: ¡Allí! (señalando a un edificio gigantesco, que se eleva más allá de las nubes)

Extranjero: ¿Eso es la perfección?

Mandrileño: Si, bueno...se encuentra exactamente en el último piso. Pero amigo, acompáñeme hacia la perfección y yo le seguiré contando...

Extranjero: ¿Y usted, ya alcanzó la perfección? 

Mandrileño: Todavía no, pero me aproximo a diario. Mire mis dientes, por favor...

Extranjero: Son perfectos

Mandrileño: Para alcanzar la perfección es preciso un trabajo constante, cultivar el cuerpo, hacer abdominales, hacerse ortodoncias... Esto nos ha permitido obtener los cuerpos más follables del mundo y ser la primera ciudad del planeta en enviar a un hombre a Marte. Bueno, lo enviamos, pero la nave explotó por el camino. Actualmente estamos experimentando con un hombre que atravesará el océano Atlántico haciendo equilibrios sobre una cuerda floja.

Extranjero: ¿Llegaré a la perfección algún día?

Mandrileño: Si no me entretiene usted demasiado, si....¡Pero qué es esto! 

Extranjero: ¿Por qué me mira así?

Mandrileño: ¡Usted tiene granos!

Extranjero: Acné juvenil, supongo

Mandrileño: ¿Acné juvenil? ¡Si usted ya tiene cuarenta y cinco años! Con esa cara no va a poder entrar en la perfección...tendrá que hacer algo...explotárselos, hacerse un peeling...lo que sea

Extranjero: ¿Así, ahora, tan rápido?

Mandrileño: Haga algo, póngase algo en la cabeza, por favor. Además está gordo.

Extranjero: ¿Qué quiere que haga?

Mandrileño: Le seré sincero...La perfección es un templo, no puede pasar de esta guisa, pero le ayudaremos. Para alcanzar la perfección es preciso estimular la perfección, y para estimular la perfección, debe ser castigado

Extranjero: ¿Yo? 

Mandrileño: Bendito sea...no se le castiga a usted. Lo que se castiga es la imperfección; y usted tiene la imperfección pegada a la cara. 

Extranjero: ¿Me van a castigar por un grano?

Mandrileño: No se preocupe....Ya verá como en poco tiempo desaparecen esos granos y kilos de más que le hacen particularmente...

Extranjero: ¿Tan particularmente imperfecto?

Mandrileño: ¡Si! Pero que demonios...¡Ya hemos llegado! 

Extranjero: ¿Ya hemos llegado? ¡Si no nos hemos movido del sitio!

Mandrileño: No se preocupe. En breve se apagarán las luces y apareceremos conversando distendidamente en unos cómodos sillones.  Yo le entregaré todos los detalles que precise para comprender, si puede, nuestra organización política y social...

Extranjero: Si, por favor...que ya me duelen los pies. Primero me duelen y después...

Mandrileño: Después le huelen...Ya sabe usted que en esta ciudad el olor a pies es...

Extranjero: Ya, en esta ciudad el olor a pies es...demasiado imperfecto

(Se apagan las luces)



(Vuelven a encenderse las luces.  El Mandrileño y El Extranjero se encuentran sentados en unos cómodos sillones. Bueno, no es así exactamente; en realidad el mandrileño se encuentra sentado en un cómodo sillón y el extranjero en una incómoda silla).

Mandrileño: Ya está ¿Qué le parece?

Extranjero: ¿Esto es la perfección?

Mandrileño: No, esto solo es el vestíbulo. Pero por favor, póngase esto...(el mandrileño se saca un calzoncillo del bolsillo)

Extranjero: ¿Qué es esto?

Mandrileño: Un calzoncillo. Siempre llevamos un calzoncillo en el bolsillo, por si acaso. Nunca sabemos cuando vamos a tener que utilizarlo, pero no le haga ascos...está limpio

Extranjero: Gracias, no me hace falta

Mandrileño: No...si es para que se lo ponga en la cabeza

Extranjero: ¿En la cabeza?

Mandrileño: Si...es que ese maldito grano...

(El extranjero se pone el calzoncillo en la cabeza, cubriéndole el rostro)

Extranjero: ¿Qué tal ahora?

Mandrileño: Mucho mejor

(Un silencio)

Mandrileño: ¿Cómo se encuentra?

Extranjero: Incómodo, la verdad. Un clavo está sobresaliendo de la silla y me está haciendo una herida,  y el calzoncillo en la cabeza me impide respirar con naturalidad

Mandrileño: No se preocupe, así se aproximará a lo perfecto. ¿Quiere que le recite un poema de Walt Disney?

Extranjero: Querrá decir Walt Whitman

Mandrileño: No, Walt Disney

Extranjero: ¿No había muerto?

Mandrileño: Estaba crionizado, pero le descongelamos. ¿Conoce el "Canto a Micky a Mouse"?

Extranjero: No...

Mandrileño: Es un clásico. Tras la segunda llegada de Walt Disney a la Tierra, se puso a escribir poesía y...

Extranjero: ¿Poesía sobre dibujos animados?

Mandrileño:  Disney era un genio. Cuando despertó de su estado de hibernación, la ciudad de Mandril se encontraba sumida en una profunda depresión. La mujer se había extinguido, y los mandrileños se dedicaban a escribir sobre el extrañamiento. La ausencia de las mujeres les había llevado a la escritura de una poesía cargada de melancolía...y entonces llegó él, con sus canciones a Pluto, al pato Donald y al Tio Gilito...Permítame que le recite una breve estrofa de "Canto a Micky Mouse"

Extranjero: Si no hay más remedio...

Mandrileño: No hay más remedio. Escuche:

"Y me desnudó, 
y me llevó su cama,
a un profundo sueño de un millón de años
y él,
se levantaba  a comer trocitos de queso durante la noche más larga"

Mandrileño: ¿Qué le parece? ¿No es conmovedor? Me encanta leer a los clásicos. 

Extranjero: Estoy petrificado

Madrileño: ¿No le ha gustado?

Extranjero: No...si el poema está... en fin...muy bien...

Mandrileño: ¿Y entonces?

Extranjero: No me puedo creer que las mujeres se hayan extinguido en Mandril

Mandrileño:  ¿Eso es lo que le preocupa? Permítame que le diga; el camino a la perfección a veces nos lleva a tomar decisiones difíciles...pero desde que se abolió la mujer no existe la discriminación por género, ni los embarazos no deseados. La estadística lo demuestra; han desaparecido todos los delitos sexuales y la discriminación positiva

Extranjero: ¿Y por qué no se extinguió el hombre en vez de la mujer?

Mandrileño: Fue lo más práctico. En realidad era la única opción posible. Mientras existieran mujeres siempre cabía la posibilidad de que se embarazasen, ya sea por inseminación artificial o mediante relaciones con turistas o en sus viajes al extranjero. Y si se quedaban embarazadas cabía la posibilidad de que naciera un niño.Y un niño, a la larga, podría convertirse en un hombre.

Extranjero: ¿Entonces tampoco hay niños?

Mandrileño:  No hay partos, y por lo tanto no hay recién nacidos. Al suprimir a la mujer hemos eliminado también a los niños. Podríamos decir que...hemos matado a dos pájaros de un solo tiro

Extranjero: No entiendo nada, ¿cual es el fin de todo esto?

Mandrileño: La cuestión social, la mejora de las relaciones ¡Ha descendido el desempleo! El gasto en educación se ha reducido sensiblemente; no son precisas las escuelas, ni las guarderías, ni los paritorios. Las pensiones de orfandad ya no existen. ¿Sabe de cuanto dinero estamos hablando?

Extranjero: ¿Es una cuestión meramente económica?

Mandrileño: Se lo diré de otra forma ¿Sabe cuanto tiempo y energía se dedicaba en el pasado a pensar en las mujeres? Una vez que te acostumbras a vivir sin mujeres y sin niños, le coges gusto, y uno se emplea más a sus pequeñas cosas, a escribir artículos satíricos o comedias, breves dramaturgias, dibujar tebeos... Ahora queda más tiempo para cultivarse, para superar nuevas metas. ¿No recuerda que engorroso, ridículo y patético era ver a un anciano tras una adolescente en busca de sus favores? Hemos perdido a las mujeres, si, pero hemos ganado en dignidad. No obstante, la extinción de la mujer no se produjo de la noche a la mañana, el proceso llevó más de ciento cincuenta años. Ellas mismas acudían a las clínicas a realizarse unas ligaduras de trompas que por otra parte, tampoco era necesarias. Retrasaron tanto la concepción que cuando se dieron cuenta, era demasiado tarde. En realidad la abolición de la mujer no se produjo tanto por un mandato constitucional como a través de un proceso natural

Extranjero: ¿Han eliminado las mujeres de la sociedad para tener tiempo libre y dedicarse a dibujar tebeos y escribir obritas de teatro?

Mandrileño: Si ¿O acaso usted no quiere alcanzar la perfección?

Extranjero: Ahá

Mandrileño: Entonces sígame, le presentaré a la perfección ¿Ve ese ascensor?

Extranjero: Si...

Mandrileño: Usted subirá por las escaleras



(Se apagan las luces. Oscuridad total. Cuando vuelven a encenderse el Mandrileño está esperando. Al rato hace aparición el Extranjero, que llega al último piso, cansado, muy cansado, tras subir miles y miles de pisos por las escaleras, a pie)

Mandrileño: Llega tarde

Extranjero: ¿Tarde? Llego diez, quince o veinte años tarde...Si me hubiera dejado coger el ascensor...

Mandrileño: No se lo tome a mal...Mire que piernas se le han quedado. Son puro músculo...aunque parece más viejo

Extranjero: Soy más viejo

Mandrileño: No funfurruñe, ha llegado al último piso. Se encuentra a unos metros de la perfección

Extranjero: ¿Donde está, no la veo?

Mandrileño: Tras la puerta ¿No quiere llamar?

Extranjero: No sé...me da que al final este asunto será una gilipollez

Mandrileño: Haga lo que quiera, yo me despido. Me esperan...

(Llega el ascensor. El Mandrileño sube, y mientras se cierran las puertas saluda con la mano y vuelve a repetir....)

Mandrileño: Me esperan....


(El Extranjero se queda solo, frente a la puerta donde espera la perfección. Duda si llamar o no llamar, pero finalmente lo hace. Llama.

Abre la puerta la Perfección. Se encuentra tambaleante. Lleva un vaso en una mano y en la otra una botella de Whisky)

Perfección: ¿Quién molesta? No ve que estoy trabajando...

Extranjero: Eh....

Perfección: ¿Quién es usted? Qué quiere...

Extranjero: Venía por lo de la perfección...

Perfección: ¿Qué viene por lo de la perfección?

Extranjero: Si...

Perfección: Pues póngase entonces a fregar los cacharros....que se me acumulan en la pila. Tengo la casa llena de mierda, y en el water aun hay más...

Extranjero: ¿Yo?

Perfección: ¿Quién sino?  No voy a ser yo el que limpie mi propia mierda

Extranjero: Pero...

Perfección: ¿Qué es eso? ¿Qué lleva en la cabeza? ¿Un calzoncillo?

Extranjero: Si, un calzoncillo, es que...

Perfección: ¿Un calzoncillo en la cabeza? ¡Quíteselo inmediatamente!

(El extranjero se quita el calzoncillo)

Perfección: ¿Qué tipo de broma es esta? ¡Tiene granos! ¡Póngase el calzoncillo de nuevo, o un saco, o una bolsa de plástico, lo que sea, pero póngase algo en la cabeza ya!

(El extranjero vuelve a ponerse el calzoncillo en la cabeza)

Extranjero: Yo es que...creía que aquí alcanzaría la perfección...

Perfección: ¿Sabe de lo que está hablando?

Extranjero: Eh...

Perfección: ¿Cómo cree que va a llegar a la perfección si tiene que fregar platos?

Extranjero: (Extendiendo su brazo hacia la perfección) Yo...

Perfección: (Dando un paso atrás) No me toque, ¿no ve que es contagioso?

Extranjero: ¿Contagioso?

Perfección: No ve que tiene granos, que está gordo, tiene canas, que le faltan los dientes...

Extranjero: ¡Pero yo quiero ser perfecto!

Perfección: Para ser perfecto tiene que ser ingenioso, contar chistes, escribir comedias de situación...

Extranjero: ¡Yo quiero contar chistes!

Perfección: Usted no puede contar chistes. Para contar chistes tiene que cultivar su cuerpo y su mente, asistir a talleres de crecimiento personal, tocar la guitarra, esquiar, vivir experiencias únicas e irrepetibles, viajar por el mundo,  hacer abdominales, hablar en público sobre la coyuntura internacional mientras un hombre le sirve la mesa...¿Usted tiene un hombre que le sirva la mesa?

Extranjero: No, pero...

Perfección: ¿Cómo va a tenerlo si es usted, precisamente, el hombre que sirve la mesa?

Extranjero: Pero yo puedo contar chistes...

Perfección: No puede. No puede porque no tiene el ingenio suficiente, porque no tiene el tiempo preciso para cultivar el ingenio, porque tiene que fregar mis platos, porque no podemos dejar la técnica cómica en manos de cualquiera...Qué quiere, ¿arruinar el país?

Extranjero: ¿No puedo contar chistes?

Perfección: No, no tiene el certificado

Extranjero: ¿El certificado?

Perfección: El certificado acreditativo, el certificado de veinte años de estudios especializados sobre el humor y una probada experiencia...

Extranjero: ¿Qué hago aquí entonces? Mejor haría si me fuera...

Perfección: ¿Irse?

Extranjero: Si, irme (Se dirige a la puerta) ¡Adiós!

(El Extranjero trata de abrir la puerta, pero esta no se abre)

Perfección: A dónde quiere ir usted, pobre hombre...

Extranjero: (Tratado de forzar la puerta) ¡No se abre!

Perfección: Es muy difícil entrar en la perfección, pero más difícil es salir...

Extranjero: (Abatido) Pero yo...yo llevo la perfección dentro...

Perfección: Si, muy dentro...y espero que se quede allí siempre

Extranjero: ¿Y si quemo a la perfección? ¿Y si quemo la perfección conmigo dentro?

Perfección: ¿Eso es un chiste? Muy malo por cierto, no me ha hecho la menor gracia ¡Ale, a fregar platos!


(El extranjero entra en combustión espontanea. Desaparece de escena agitando los brazos mientras es devorado por el fuego)

Extranjero: (Gritando en llamas) ¡Arggg! (Sale)

Perfección: ¡A fregar! ¡Y no dejes manchas de hollín por el suelo!


(En ese momento alguien llama al timbre. La perfección abre la puerta. Se encuentra tambaleante. Lleva un vaso en una mano y en la otra una botella de Whisky)

Perfección: ¿Quién molesta? No ve que estoy trabajando...





(Cae el telón)





















lunes, 12 de agosto de 2013

Proyecto de un bar restaurante comunista en Mandril

Bueno, siempre hay algún capullo al que le pagan para que los bares comunistas no existan


Construyamos el primer bar comunista de Mandril

El primer bar comunista ha abierto sus puertas en Mandril y todo el mundo está invitado. Disculpen, no me había dado cuenta; los bares comunistas ya existen

Nunca he visto a un rico en mi vida, salvo en televisión o en la prensa, pero eso no asegura nada. Una vez creí ver un rico paseando por Carabanchel Alto con su chistera y su puro, pero más tarde supe que era un desempleado que volvía a casa después de pasar una agradable velada tras una una fiesta de disfraces. Quizá los ricos no existan, pero es poco probable. Lo más seguro es que vivan escondidos. ¡Oh! ¡Qué desgraciada existencia vivir siempre oculto, cómo si de criminales se tratarse!.

A finales de los 90' del siglo pasado se puso de moda una frase muy chula que decía así: 

"Eat the rich"

A mi me gustó mucho, incluso me hice una camiseta con la frase en cuestión, aunque entonces no tuve el coraje de ir con mi camiseta de "Cómete a los ricos" por las calles de Mandril. Era un cobarde, pero no lo sabía. Lo sigo siendo, pero un poco menos. También sigo siendo pobre, y los pobres no entramos a restaurantes a comer, a no ser que nos acompañe una chica que nos gusta. Pero hoy lo he hecho, he entrado en un restaurante chino, solo, con un menú a un precio de 6,5 euros. Entonces ha ocurrido, he visto la luz en el preciso instante en el que me servían un plato de tallarines fritos. En ese momento he visto claramente una franquicia de restaurantes comunistas que se extendían más allá de Mandril. Me he he acordado de la leyenda urbana que dice que los chinos que mueren acaban guisados, y he pensado que en el futuro los ricos podrían desaparecer en el menú del día de un restaurante bar comunista. No he podido evitar sonreír perversamente cuando he encontrado un trozo carne que ha aparecido entre la pasta. Pero no, los comunistas no nos comemos a los ricos. Nuestra dieta solo incluye seres que han vivido en libertad, sin torturas ni opresiones, criados por hombres y mujeres que reciben un trato agradable, trabajan las horas precisas para poder cultivar la amistad, formarse y estimular su creatividad y reciben a cambio un sueldo digno. Dignísimo diría yo. Los comunistas preferimos que los ricos entren en razón. Nuestros argumentos tiene que ser racional y emocionalmente incontestables. 

En un bar restaurante comunista quizá no haya propietario, ni siquiera un  propietario estatal. Los empleados dedicarán 3 horas diarias al trabajo en un primer estadio, más tarde esas tres horas diarias se trasformarán en tres horas semanales, si acaso. Se establecerá un dia rojo a la semana, dedicado a la asamblea, donde los clientes cocinarán y servirán a los trabajadores. Es fácil que no se distinga muy bien quien es el cliente y quién es trabajador, y se sumistrará a los empleados, si quieren, de una vivienda colectiva, que irá incluida en su sueldo. En realidad una vivienda colectiva no es algo tan monstruoso; actualmente la mayor parte de la gente comparte la vivienda ya sea con su familia, sus amantes, o bien con amigos o desconocidos a unos precios quizá desorbitados comparados con sus ingresos. 

Me imagino algunos de los precios que se establecerían si un restaurante bar comunista abriera sus puertas en el presente:

Menú

1 euro para aquellos que carecen de ingresos

2,5 euros para aquellos cuyos ingresos no superen los 700 euros mensuales

4,5 euros si los ingresos rondan entre los 700 euros y los 999 euros


Esta escala irá en progresión dependiendo de los ingresos. Muchos de ustedes se reirán y argumentarán que aquellos que tengan grandes sueldos jamás acudirán, y preferirán comer en un restaurante de lujo. ¿Pero quién ha dicho que un bar comunista no es un bar de lujo? Es cierto que un bar comunista es un espacio donde no existe el derroche, pero la experiencia de comer en un bar comunista será todo un lujo, se lo aseguro. Imagino que habrá voluntarios que leerán poemas de Walt Whitman a los comensales, encontraremos libros y autopublicaciones por doquier, y cualquiera podrá tocar su instrumento preferido por solo el placer de agradar a los demás. Será inevitable por tanto la conversación, el debate, y las relaciones interpersonales. Todavía no me es posible ver todas las maravillas que sucederán, eso es algo que se encontrará a disposición de la voluntad y la imaginación de cualquiera, pero fruto de todo ello, nacerán algunos niños.

Addenda

Ya he recibido algunas críticas, más bien negativas, sobre mi proyecto de bar restaurante comunista. Una de las críticas es que mi bar sería antieconómico y sobre todo inviable. La otra crítica argumenta que mi bar se llenaría de pobres, como si la pobreza fuera una enfermedad contagiosa. El sueño de conseguir un mundo lleno de ricos ha hecho mucho daño, pues ha provocado un aumento del número de imbéciles. La promesa de que en el futuro íbamos a estar mejor y por lo tanto íbamos a ser más ricos, era mentira. Lo que se ha quemado ya no vuelve. Yo tengo una linea telefónica permanentemente abierta con el futuro, y dependiendo de las decisiones políticas que se tomen en cada momento en el presente, a veces, si siquiera cogen el teléfono en el futuro, porque simplemente no hay nadie. Nadie. Pero propuestas como la creación de un bar comunista, permiten que vuelva la conexión telefónica con el futuro. ¿Qué mi bar es inviable en el presente? No es cierto. Yo ya conozco algunos bares comunistas, y si existen, es que funcionan. 










lunes, 5 de agosto de 2013

Sobre la quema de bibliotecas públicas en Mandril

¡Las bibliotecas arden!

En una primera fase, se podría intentar sustituir a los lectores por estos divertidos muñecotes

Ayer ardieron tres nuevas bibliotecas en Mandril. La productividad lo demandaba. Ahora los parados que pasaban la tarde leyendo a Marx, se largarán a otro lugar; quizá encuentren un extraño empleo

Se incentiva el empleo cada vez que una biblioteca pública arde. Los desempleados ya no pasarán la mañana y la tarde leyendo a Marx, gastando aire acondicionado. De ahora en adelante dedicarán sus días a la búsqueda activa de empleo. Se consideró la propuesta de crear una biblioteca piloto de pago, pero demostraría que son inviables, así que se optó por hacerlas arder. Esto es cultura. Al desaparecer las bibliotecas es probable que se produzca un ligero repunte en la venta de libros digitales y de aparatos de aire acondicionado, y así,  descubriremos a las gentes volviendo a los parques con libros, hasta que por fin, comiencen a arder los parques y un nuevo repunte haga florecer la economía. 




sábado, 3 de agosto de 2013

El hombre que hacía desaparecer las cosas

No hay muchas fotografías del Hombre Que Hacía Desaparecer Las Cosas, sobre todo si las tocaba con las manos. Solo he conseguido este, de cuando ingresó a trabajar como estatua en el museo de cera

El hombre que hacía desaparecer las cosas que tocaba

Nació en Mandril, y apenas sabemos nada de su infancia, ni él mismo la recuerda; tan solo algunos fragmentos brumosos, imágenes de madres sollozando porque sus hijos se habían desintegrado cuando jugaban con El Hombre Que Hacía Desaparecer Las Cosas en los columpios, pero entonces, no hay que olvidarlo, tan solo era un niño

Fue expulsado de la escuela. No podemos asegurar que tuviera malas notas -no se han conservado documentos que lo acrediten-, pero lo que si sabemos, por referencias verbales, era que los libros desaparecían de sus manos. Es reseñable una anécdota de su tiempo de instrucción, cuando preguntó a su profesor de geografía qué era La Nada. 


- ¿Qué es la nada? 
- Ven, acércate y tócame
- ¡Oh!

Expulsado de la escuela, se dejó crecer el pelo. No por nada, sino porque cuando él entraba a una peluquería, los peluqueros saltaban por la ventana. Se había creado un mito acerca de este joven despeinado, que nunca tuvo peine. En los debates en los mercados, en los corrillos de las universidades, en las plazas, se analizaban dos cuestiones; si era la gente la que huía de él, o si era él quién huía de la gente. Su psicólogo nos ofreció algunas pistas:

"Su personalidad era evitativa. Prefería no tocar a las novias, ni a los amigos, ni a la familia. Yo siempre le invitaba a atreverse a acariciar y abrazar a quién amaba. Pero fue en vano. Todo tratamiento se mostraba como un rotundo fracaso". 

Muchos eran los que pensaban que era una amenaza pública. Cuando se aproximaba a una oficina o a una fábrica, esta se desintegraba. En otras palabras, llevaba consigo siempre una elevada tasa de desempleo. Había órdenes muy explicitas de disparar a matar si se aproximaba a los alrededores de La Bolsa de Mandril. Sin embargo, las cárceles no servían de nada, pues se desvanecían en cuanto le encerraban en ellas.



 
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