domingo, 14 de septiembre de 2014

Botín se va al Paraiso

Dominguet y Botín hablando por walky talky


Botín se va al Paraiso

Acto I

(Aparece entre tinieblas Dominguet. Avanza, se dirige hacia el público. Tiene el rostro blanco. Lleva un objeto en la mano, un walky talky).

Dominguet: A veces hablo con los muertos. "¡No está bien reírse de los muertos!"-dicen- Pero a nadie le importa que los muertos se rían todos los días de los vivos. 

(El walky talky comienza a hacer ruido)

Dominguet: ¿Botín? ¿Botín? ¿Estás ahí? Cambio

(Ruido como de interferencias. Escuchamos la voz de Botín)

Botín: (Solo voz) ¡Hola Hola! ¡Aquí Botín! ¿Alguien me escucha? ¿Alguien me escucha? Cambio

Dominguet: Te escucho Botín. Aquí Dominguet. Cambio

Botín: Te recibo Dominguet. Cambio

Dominguet: ¡Ay Botín! ¿Cómo es que te fuiste así, tan de repente, sin avisar? Seguro que te dejaste algún asunto, un objeto, el móvil quizá. Si, el móvil. Mediante walky talky es imposible realizar una entrevista en condiciones a un muerto. Cambio

(En el otro extremo del escenario aparece Botín, hablando por el walky talk y sin pantalones)

Botín: (Ya visible) Me he dejado todo, hasta los pantalones. Esa manía de entrar en casa sin llamar, sin avisar. No está bien. Cambio.

Dominguet: No está bien, pero, ¿qué esperabas? ¡Es la muerte! Suele estar por ahí, al acecho y por regla general no avisa. Suele entrar sin llamar. Cambio.

Botín: Un burofax, un cablegrama por lo menos....¡Hay que avisar! ¡Y no sé cómo ha conseguido las llaves! Se ha encendido uno de mis puros y me ha echado el humo a la cara. Me picaban los ojos, he tosido...Cambio

Dominguet: ¿Y no has hecho nada? ¿No sabes que la muerte no mola? Cambio

Botín: ¿Qué iba  a hacer? No sabía que la muerte tenía ese aspecto. Parecía un don nadie, sin estudios, con aspecto de yonqui. Cambio.

(Se oyen ruidos, interferencias, la comunicación se complica)

Dominguet: ¿Qué decías? No te oigo.¿Qué tenía qué? Cambio

Botín: ¡Qué tenía aspecto de yonqui!

Dominguet: ¿Qué?

Botín: ¡De yonqui! ¡Yonqui! ¡Aspecto de yonqui!

(Los ruidos lo llenan todo. El escenario pasa a negro).



La Muerte visitando a Botín

Acto II

(Botín está en su piso, en ropa interior. Alguien golpea la puerta con insistencia)

Botín: ¿Quién coño es? (Siguen golpeando la puerta) ¡No estoy! ¡No estoy! 

(La puerta se abre y aparece La Muerte. Tiene mal aspecto, como de un don nadie, un sin estudios, un yonqui).

La Muerte: ¿Es  usted Botín?

Botín: ¡No estoy! ¿Quiere que se lo diga otra vez?

La Muerte: No es preciso, ya lo sé. Usted ya no está

Botín: Eso, eso, no estoy. Lo ha comprendido perfectamente. Así que lárguese por donde ha venido, y si me hace el favor,  no dé portazos al salir.

La Muerte: Me temo que es usted quién no ha comprendido, que es usted quién se va a ir. Me tiene que acompañar...

Botín: ¿Qué dice? ¿Está usted loco? 

La Muerte: No lo sé ¿Eso es una caja de puros? (Coge uno, lo enciende, echa el humo en la cara a Botín)

Botín:  ¿Quién le ha dejado pasar?, ¿cómo ha conseguido las llaves de mi piso? Le advierto que esto es allanamiento de morada, ¿o es un escrache? ¿Quién se ha creído que es?

La Muerte: ¿Yo?

Botín: Si, usted

La Muerte: La Muerte

(Botín se dirige al teléfono, lo descuelga, hace una llamada. Está algo nervioso)

Botín:  ¿Hola? ¿Policia? Se me ha colado un tipo en casa que dice ser la muerte, un loco. Por favor, envíen algo...no sé, lo que sea.  Soy Botín, Emilio Botín...¡Oiga. oiga! ¡Me ha colgado! (Dirigiéndose a La Muerte) ¡Ha visto, me ha colgado!

La Muerte: No, no le han colgado. Ni siquiera han descolgado el teléfono

Botín: (Cada vez más nervioso) Me falta el aire

La Muerte: No tenga miedo, es solo un instante....

Botín: Me duele el brazo izquierdo

La Muerte: Y un dolor agudo en el pecho...Lo sé

Botín: Me duele el pecho

La Muerte: Ya se lo he dicho

Botín: (Acalorado, renqueando, rebuscando) ¿Dónde están?, ¿dónde están?

La Muerte: No busque. Las pastillas sublinguales de nitroglicerina para el infarto, no le servirán para nada...

Botín: Ahá, ¿Y esto qué es? (Encuentra el frasco de las pastillas pero caen al suelo desparramándose. Botín se arrodilla para recogerlas. La Muerte las pisa)

La Muerte: No se moleste, de verdad. Cada segundo que pasa usted es más patético. Mantenga la dignidad (Le pone la mano en el hombro) Acompáñeme

Botín: ¿A dónde me lleva? ¿Al Paraíso? 

La Muerte: Si, a un paraíso fiscal (Se ríe a grandes carcajadas) ¿Esto qué es?

Botín: Un jarrón chino, de la dinastía Ming

La Muerte: ¿Me permite? 

Botín: Ni hablar

La Muerte: Me gustaría verlo. ¿Sabe? Me encanta  lo delicado ¿Se da cuenta de que lo frágil requiere siempre de cuidados y atenciones? Déjeme ver el jarrón

Botín: Ni de coña

La Muerte: ¿Por qué?

Botín: Es mio

La Muerte: No sea así, déjeme verlo....

(Botín estrella el jarrón contra el suelo, rompiéndolo en mil pedazos)

Botín: Ahí lo tiene, disfrútelo...

La Muerte: Sabía que lo haría. Este jarrón caído sobre el suelo, roto, dará más ambiente a la escena. Ya que ha sido usted mismo el que ha incorporado el atrezzo a su propio final, nos podemos ir.

Botín: Ahora no me apetece

La Muerte: ¿Ahora no? ¿Acaso tiene algún asunto urgente que hacer?

Botín: Si, si, tengo algunas cosas pendientes, a medias...

La Muerte: Ha tenido setenta y nueve años para resolver y cerrar sus asuntos, mucho más tiempo que los desahuciados, que los muertos que encontraron muertos en sus pisos. Los suyos. De usted. No, no voy a esperar más. Nos vamos.

Botín: Déjeme al menos que me ponga los pantalones

La Muerte: A donde vamos no son necesarios los pantalones

Botín: ¿Nadie lleva pantalones en el Paraíso?

La Muerte:  Nadie

Botín: ¿Qué será de mi?

La Muerte: ¿Quiere saberlo? (Sacando un libro y leyéndole una cita) "Debes perder toda esperanza de que la posteridad te reivindique..."

Botín: (Interrumpiendo a La Muerte) ¿Y "El País", "El Mundo", "El ABC" "La enciclopedia Larusse"?

La Muerte: No digas chorradas (La Muerte continúa leyendo) "Debes perder toda esperanza de que la posteridad te reivindique. La posteridad no sabrá de ti. Desaparecerás por completo de la corriente histórica. Te disolverás en la estratosfera, por decirlo así. De ti no quedará nada: ni un nombre en un papel, ni tu recuerdo en un ser vivo. Quedarás aniquilado tanto en el pretérito como en el futuro. No habrás existido"

Botín: ¿Y mis propiedades?

(El escenario pasa a negro)

Reproducción a boli bic azul de un recuerdo del jarrón chino de la dinastía Ming desaparecido


Acto III

(Dominguet y Botín aparecen de nuevo en el escenario hablando por walky talky. Les envuelve la niebla. Ruidos, interferencias)

Dominguet: ¿Rompió el jarrón? ¿Rompió el jarrón Ming? Cambio

Botín: Si, ¿y..?. ¿Acaso no puedo hacer con mi dinero lo que quiera? Cambio

Dominguet: ¿Y los que vienen detrás? Cambio

Botín: ¿Las generaciones futuras? A mi, plim. Ya estoy muerto. Qué arreglen el jarrón con pegamento. Cambio

Dominguet: Si usted está muerto, cómo es posible que estemos hablando por walky talky. ¿No le parece un tanto extraño? Cambio

Botín: Estoy muerto, no lo dude. Peor todavía, me encuentro en la Nada. La Muerte me engañó, me dijo que me iba a llevar a un paraíso fiscal, y mire, ahora usted se encuentra hablando con un eco, una resonancia...algo parecido a una psicofonía...(Ruido)

Dominguet: ¿Hay alguien ahí? Hola, hola....

Botín: ¿Se acuerdan de mi? ¿Alguien se acuerda de mi? (interferencias)

Dominguet: Hola, hola...¿Hay alguien ahí?. Hay alguien por ahí para hacerle una entrevista. No sean tímidos, hablen, de lo que sea...Les escucho ¡Digan sus últimas palabras! ¿Hay Alguien? ¿Alguien? ¿No hay nadie? Cambio y cierro.

(Ruido)

Fin. En realidad existe un IV acto titulado "La Resurrección de Botín". Pinchar si alguien se aburre.










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