Nadie sabe qué sabe lo está muriendo, si el viejo mundo o el nuevo
La vida fuera de control
La vida siempre ocurre al revés de los deseos. Los deseos se cumplen, o simplemente se enrevesan hasta perder el control. Las pruebas se acumulan. Cómo aquel que se encerró en su casa entrenando y jugando con la máquina de pinball, para encontrarse al salir al mundo, que las máquinas de pinball ya no existían, que habían desaparecido.
El futbolín desapareció de los bares, siendo desplazado por las maquinas de pinball. La hegemonía del pinball cayó ante la llegada de las máquinas de marcianitos. Ya no hay máquinas de marcianitos en los bares, su espacio ha sido ocupado por las máquinas tragaperras. La economía productiva ha dejado paso a la economía financiera, la sociedad sólida se licúa y la izquierda se desplaza al centro. Mientras tanto los deseos siempre se cumplen; como aquel que deseaba encontrar la manera para dejar de trabajar y encontrar tiempo para escribir su primera tragicomedia. Fue escuchado por los dioses: se rompió un brazo.Todo funciona, pero todo está fuera de control. Las bicicletas fueron apartadas del camino de los coches, y ahora los coches están siendo desplazados por las bicicletas. Ya no sabemos que tipo de mundo es el que está llegando, si el viejo mundo o el nuevo. El petroleo se acaba. Las máquinas tragaperras dejan paso al futbolín.
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