domingo, 18 de octubre de 2009

Innovaciones en el código penal y en el arte de la guerra


Si observan con detenimiento la imagen, podrán descubrir a un malandrín de proporciones microscópicas apunto de ser aplastado por la maza de la justicia

Todo magistrado debería ser capaz de hacer cumplir sus sentencias

¿Usted como juez considera que un reo debe morir de un disparo certero en la nuca en cumplimiento con lo dispuesto en el código penal?

Si condena a muerte a un recluso deberá usted mismo cargar la pistola y ejecutar al preso, que permanecerá arrodillado y maniatadas sus manos a la espalda. No es tan difícil ¡Usted puede hacerlo! La aplicación de la sentencia no requiere de estudios especializados, por lo que no es necesario que delegue la muerte del prisionero a un técnico. De la misma manera, si usted como ciudadano, parlamentario o militar es favorable a la entrada en guerra, deberá usted, exclusivamente, y nadie más, avanzar a rastras por el barro con la esperanza de llegar a alguna aldea al amanecer y participar en las recurrentes matanzas y saqueos que se suceden en la primera linea del frente.

7 comentarios:

PELLICER dijo...

¡Ah, Dominguet, en que nervio tan sensible has ido a dar el golpe de hoy!

Porque si el juez delega la aplicación de su sentencia en otros (lacayos siempre armados)¿en qué se sustenta realmente el así llamado "estado de derecho"?

A mí un juez me puede condenar a lo que quiera pero si no tengo a cada lado a dos tíos con pistola y porra, lo más probable es que, leída la sentencia, me suba al estrado y le pegue una colleja al señor magistrado, por gilipollas.

Es decir, que el "estado de derecho", que cualquier clase de "orden de estado", no se sustenta en ningún cuerpo de leyes, constituciones o necedades similares, sino en la coacción por la amenaza del uso de la violencia.

Es decir, tal cual procede un ganster cualquiera, por poner un ejemplo.

PELLICER dijo...

Y se me quedaba en el tintero lo de la guerra:

No recuerdo quien fue el que dijo que, en cualquier guerra, un fusil es un trozo de hierro con un esclavo en cada extremo. El número de poderosos que ha muerto en un campo de batalla es significativamente bajo, en mi opinión.....

Dominguet dijo...

Joer Pellicer; que interesante reflexión y que incuestionable, salvo que los programas de condicionamiento mental estén tan avanzados, que el culpable no sea sometido por jueces y esclavos que cumplen órdenes ( y se las creen) sino que llegado a un punto, este sea el juez más implacable de sí mismo, y ejecute la sentencia él contra él. Uff. Da miedo.

PELLICER dijo...

Bueno, Dominguet, que los esclavos se autoencadenan es evidente. Y lo más sorprendente para mí es que hasta los ciudadanos más montaraces también pasan por semejante aro:

¿Por qué razón tipos calificados de "peligrosos asociales", que no consienten ni que les soplen sin vengarse, aguantan sumisos que un fiscal les ponga a caldo y que un juez les meta décadas en la cárcel?¿Conoces algún caso de alguno de estos que al salir del trullo se haya ido directo a por el tipo que le ha jodido 20 años de su vida?

¿Acaso es pensable que en las cárceles no se produzcan motines y los presos se larguen cuando quieran si la relación entre presos y funcionarios de prisiones es de 1/50 y apenas hay una docena de picoletos custodiando el perímetro?

¿Acaso es normal que una compañía de antidisturbios -50 tíos vestidos de langosta, en el peor de los casos- haga correr a 10, 100, 1000 veces más de manifestantes?

¿Acaso es normal que miles de trabajadores perfectamente capaces sigan dependiendo de que un hijoputa de empresario zampabollos con puro en la boca o que un ejecutivito depredador con el pelo engominado y un master en cualquier tontería les contrate por una mierda o les largue directos a la miseria cuando esos dos tipos serían incapaces de hacer ni la mitad de lo que hace el más inexperto de los trabajadores?

Lo más peligroso -y patético- de nuestras "bonitas sociedades democráticas" es asumir un reparto de roles sociales pervertido -en especial la estructura policía/delincuente, contratador/contratado, mando/subordinado- y no sólo no ser capaz de romper con semejante atropello a la razón, sino no ser capaz ni siquiera de ser consciente de su existencia.

(Menudo rollo acabo de soltar. Perdón, pero se me calienta la boca/teclado con estos temas)

elpeor dijo...

de rollo nada, tienes mucha razón.
Yo por eso hace siglos que no voy a manifas, el día que nos comamos a los antidisturbios a bocados quizás me pase.
Y lo de los jueces es para pegarles un tiro a todo@s, pero que gente mas cabrona, y se lo que digo que he ya he sido juzgado y condenado mas de una vez, pero que gentuza los jueces!

Dominguet dijo...

Pues si Pellicer. Joer, es que en realidad es todo un descubrimiento. A mi me ha cabreado mucho descubrir la existencia de la maquinaria del establecimiento de roles y estatus y como se justifica. Y lo peor, como el resto nos lo creemos, lo asumimos y participamos activamente,con buen rollo de manera natural, y más chungo, como lo perpetuamos a través de nuestros hijos o con el fin de mejorar lo que nos rodea.

Un tio me dijo ayer que separar por ropa de colorines al personal de una empresa (pública o privada) permitía una mejora del servicio y facilitaba la comunicación y la información. Yo solo veía un elemento de división, de control, y de mantenimiento del estatus.

Dominguet dijo...

Pues elpeor, a mi también me parecen gente muy peligrosa. La verdad.

 
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