viernes, 2 de octubre de 2009

Preguntas ante una posible derrota en 2022


Una comunera leyendo`Terrible´ bajo forma de pasquín en las calles de Mandril allá por 2022

Encaminándonos hacia la quema y el saqueo del Banco de España

¿Y si la revolución planetaria no televisada de 2022 fracasa?, ¿si es cierto que triunfa en Mandril, o Solsona o Cadiz u otros enclaves repartidos por el mundo, pero en el resto del planeta las revueltas son aplastadas nada más empezar?

Podría ocurrir, es cierto. Entonces estos enclaves durarían lo que la Comuna de Paris, es decir, exactamente dos meses si no se produce un contagio. Asediados por contrarrevolucionarios y en aras de la eficacia Mandril podría caer en la tentación de la burocracia, las jerarquías, el estatus y el bigote. Esto es intolerable. Es mejor que los revolucionarios mueran fusilados los dias siguientes a la toma de Mandril por la represión, que sobrevivir con pelusilla sobre el labio superior. Eso si, esta vez, no seremos unos pringaos, el Banco de Mandril será tomado, y ni un solo céntimo servirá para financiar otra contrarrevolución. Cuando las tropas tomen de nuevo la ciudad y sean recibidas por las clases medias que estuvieron dos meses sin poder ir de compras al supermercado en sus 4x4, se encontrarán que no hay pasta, ni oro, ni un euro. "¿Donde está el dinero?" preguntarán bajo tortura a los revolucionarios. Ellos tampoco lo sabrán. Porque el dinero esta vez no estará en ningún sitio.


Posdata: una cosa que dijo Ratgeb en 1974

"Los verdugos de la Comuna de París y de Budapest nos han enseñado que la represión siempre es despiadada y que la paz de los cementerios es la única promesa mantenida por las fuerzas del orden estatal. Llegados a una fase de enfrentamiento en que la represión no perdonará a nadie, no perdonemos tampoco a ninguno de los cobardes que esperan nuestra derrota para convertirse en verdugos. Quememos los barrios residenciales, liquidemos los rehenes, arruinemos la economía a fin de que no subsista nada de lo que nos ha impedido ser todo."


4 comentarios:

PELLICER dijo...

¿Y por qué esperar, oh Dominguet sin carnet para ser Dominguet, a que la contrarrevolución -o los revolucionarios revisionistas; ojo con ellos- llamen a nuestras puertas con las culatas de sus fusiles asesinos?

Convirtamos la Gloriosa del 2022 en una vigorosa fiesta destructiva. ¡A tomar por culo todo el tinglado desde el primer día!

Al fin y al cabo, las ciudades y lo que contienen no han de servirnos para nada. Y hechas las imprescindibles salvedades que dicte la lógica práctica y nuestro buen gusto, ¿para qué conservar el mediocre escenario si ya habrá dejado de representarse la burda y cruel comedia?

¡Nunca han sido vistos fuegos artificiales tan espléndidos como los que celebrarán la irreversible victoria del 2022!

desasosiego dijo...

Claro que sí, totalmente de acuerdo¡ No solo los bancos y la pasta, los centros comerciales, las infraestructuras, el pirulí, aremos las careteras¡¡
Y de acuerdo con Pellicer, esto no es una estrategia para defendernos de los contrarevolucionarios, esto es la revolución en sí misma¡¡

Dominguet dijo...

¡Si consiguieramos liberarnos del lastre de nuestra sobresocialización entonces sería todo más fácil! Quién nos dice que Dominguet, en el momento decisivo, tenga tanto temor a la revolución como cualquier otro progresista de pro. Habría que verle guardando oro bajo un un ladrillo por si acaso las cosas salieran mal. Yo escupo a ese Dominguet. Por supuesto que no quiere ser posibilista y que solo desea vivir la vida como una aventura auténtica. ¿Pero sería necesario liquidar a los rehenes? Le dan pena. Son tan parecidos a todos nosotros. Le gustaría cuando la contrarrevolución penetrara solo hallará un Mandril irreconocible. Tan bello, que solo pudieran exclamar "¿Qué hemos hecho?"

elpeor dijo...

"Quememos los barrios residenciales, liquidemos los rehenes, arruinemos la economía a fin de que no subsista nada de lo que nos ha impedido ser todo"

POR EL KAOS Y LA DESTRUCCION DE LA HUMANIDAD!

VIVA LA VIDA Y LA LIBERTAD!

 
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