miércoles, 11 de noviembre de 2009

Comentario a un concierto de Billy Bragg

Dominguet vió un concierto de Billy Bragg en Octubre
En Octubre de 2009 Dominguet se encaminó a un concierto de Billy Bragg. LLegó tarde, pagó 27 euros y entró.
El concierto estaba empezado. Miró a su alrededor y buscó a una mujer de sobresaliera de entre el público. Ya saben, alguien que mide 14,85 metros de altura es facilmente divisable. No estaba. Así que trató de concentrarse en Billy Bragg. En otros tiempos se hubiera acostado con Billy Bragg, pero esa noche le parecía poco apetecible. Y a medida que las canciones sobre la cuestión social, la lucha de clases, la transformación de la sociedad y el amor se sucedían ocurrió algo que dejó aterrado a Dominguet. No había ningún obrero de la construcción entre el público, ni friegaplatos, ni trabajadores de cadenas de producción de circuitos impresos, ni celadores de hospitales públicos, ni chicos de la limpieza ni barrenderos, ni repositores de mercancias y subproductos en supermercados, ni chavales que tiran cable en las centrales de telefónica a través de una subcontrata. ¿Y como sabe Dominguet que no había proletas en el concierto de Billy Bragg? Os lo diré; por sus cuerpos y sus dientes.

3 comentarios:

PELLICER dijo...

¿Y que se supone que escuchamos los friegaplatos de hoy en día?
Y aún más inquietante: ¿y los friegaplatos de más -bastante más- de 40 años?

Servil dijo...

Solo hay que escuchar ordenes.

dvd- dijo...

bakalao!!!

 
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