Descubrimos en "Terrible" al culpable de la coyuntura internacional

Una cosa que le pasa a Dominguet

¿No podría ocurrir que en alguna parte del mundo, alguien anónimo, imperceptible, tuviera en sus manos el poder omnímodo?

Resulta que a veces Dominguet se imagina algo y ocurre. Es cierto, ocurre más tarde. Así que debe tener algo de cuidado con lo que piensa y ensueña. Es una mala noticia, desde luego. En primer lugar, porque en un solo instante Dominguet acaba definitivamente con la posibilidad de una humanidad emancipada. Mala suerte. Para que el género humano vuelva a tener el control, es mejor liquidar para siempre a Dominguet. En segundo lugar, tener todo el poder, incluso un poco más, exige demasiada responsabilidad. Tanta responsabilidad no ha vuelto loco a Dominguet, por lo menos no demasiado. Fregar platos le devuelve a la realidad todas las tardes. Efectivamente, tanta responsabilidad no le ha vuelto loco y no exige más estatus social ni mayor sueldo, ¿para qué? En su imaginación cualquier cosa es posible y por tanto ser real. Amigos y amigas, y ahora que Dominguet lo puede hacer todo, ¿Por donde empezar?, ¿por acabar con las enfermedades?, ¿la guerra?, ¿la muerte?, ¿el capitalismo?, ¿la superpoblación?, ¿los automóviles?, ¿la soledad?, ¿la vejez?, ¿la sociedad industrial?, ¿las clases sociales? ¿las jerarquias?. Efectivamente, la tarea es inmensa y Dominguet se acaba de levantar. Se prometen grandes aventuras a partir de la próxima semana. El mundo irá cambiando radicalmente mientras Dominguet lo transforma a su voluntad. En tiempo real las gentes de Mandril podrán conocer con al menos siete dias de anticipación como será el porvenir. Se admiten objeciones.