sábado, 12 de diciembre de 2009

Otra visión del catorceavo encuentro con la mujer de 14,85 metros de altura



Un cuaderno muy parecido a este



Algunas notas sueltas en el cuaderno amarillo

Dominguet cierra el cuaderno amarillo para siempre y siempre lo vuelve a abrir.

Deben ustedes comprender a Dominguet. El problema estriba en que la mujer de 14,85 metros es marxista leninista, y a Dominguet le molan las marxistas. Ustedes dirán; ¡pués que milite en Izquierda Anticapitalista!. No puede ser, el cree todavía que es un acrata anti-industrial gandhiano que apoya la violencia selectiva contra mercancias, cachivaches y símbolos de un mundo que se autodestruye, y claro, no le dan el carnet de partido de Izquierda Anticapitalista. Por otra parte, la mujer de 14,85 metros es libertaria, pero todavía no lo sabe, y eso la hace mucho más atractiva. En definitiva, la mujer de 14,85 metros es una mujer imposible, con el problema añadido de que a Dominguet le produce vértigo mirarla a los ojos, quizá por la altura. Todas estas circunstancias han llevado a Dominguet al borde del infarto. Por eso vuelve a abrir el cuaderno amarillo, para escribir, por ejemplo, "Oda a la mujer de proporciones gigantescas" o "Adios adios" o "Como no comprendo nada voy a construir un hombre nuevo" y esas cosas que hacen los infartados en la intimidad. Por eso se ha comprado una caja de un complejo de vitaminas B1-B6 y B12 que van bién para la piel, el corazón y los granos, que ultimamente le tienen muy preocupado

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