sábado, 6 de febrero de 2010

Demostración irrefutable de la imprescindibilidad de los imprescindibles



Este señor es prescindible

A favor de los imprescindibles

Nuestro intelecto nos dice; "Los proletas son prescindibles". Entonces amigos, prescindamos de ellos, pero hagámoslo ya.

Existen poderosas razones para prescindir de los prescindibles. La crisis demográfica, la transmisión de enfermedades, y la envidia, que les lleva a tratar siglo tras siglo a nivelarse en vano, con la inteligencia, llevando fuego, peste y destrucción a su paso. Prescindir de los prescindibles nos llevaría a un mundo amable de cerebros plenos en vez de planos, discusiones al más alto nivel rodeados de cuerpos saludables y sin deformidades. Un mundo sostenible sin proletas termita comiéndoselo todo, arrasando bosques, tirando sus chiles al suelo. Así cuando un hombre sensato, es decir, inteligente, descubre las grandes posibilidades que ofrecería un mundo sin prescindibles, entonces solo puede pensar en su eliminación. De nada valdría pensionarlos. Una vida dedicada a la holganza les llevaría a la borrachera y a la promiscuidad. Lo brutal no se encuentra en el programa de la inteligencia, es mejor para todos, para la vida en la tierra, su desaparición. Dejarían de sufrir. ¡Cuanto deseamos que un mundo de máquinas reemplace a los brutos! ¡Pero no podemos esperar! Aún a riesgo de que nuestras ciudades se colapsen por miles de toneladas de basura sin retirar, las minas y las fábricas quedaran vacías, las mercancías no llegaran a ningún destino, los campos quedaran incultos, y majestuosos edificios quedaran a medio construir. ¡Somos adultos! ¡Somos imprescindibles! ¡Nosotros también podemos hacerlo! ¡Podemos hacer el pan!¡Podemos limpiar letrinas!¡Podemos por caer por los andamios!

1 comentario:

ASCOPENA dijo...

Joder si hasta podemos escribir en blogs como no vamos a poderlo todo

 
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