jueves, 25 de febrero de 2010

Hacia un reordenamiento del universo



Dominguet junto al meteoro que aplastó a su jefe


¡Reajuste universal!

Imaginemos que un meteorito atraviesa la atmósfera sin desintegrarse y cae justamente en la cabeza de un conocido fascista-banquero-presentador de TV y contador de chistes.
El meteorito incandescente arranca la cabeza de un popular y simpático hombre del siglo XXI ¡Qué nadie se confunda, de ninguna manera eso será El Hombre Nuevo! El meteorito arranca la cabeza de eso y la hace rodar hasta detenerse junto a una alcantarilla. Dios no existe, es un hecho, pero un ateo interpretará esta realidad y dirá "¿Qué ostias significa esto?" Por una concatenación de casualidades un infraser perderá su cabeza. ¿Podría ser que el cosmos se esté reordenando a si mismo? No, no es una broma del gran juerguista loco que explota mundos para su diversión, este nuevo fenómeno podría ser más esperanzador. El cosmos se reajusta. Si amigos, se está reajustando en estos mismos momentos. Hasta hace unos minutos la situación era la siguiente; la miseria se retroalimentaba a sí misma hasta desembocar a un lugar catástrofico, pero al iniciarse el reajuste fino el universo, es el fascismo el que pierde la cabeza. Quiero decir; ningún habitante de villa miseria perecerá ni verá arrasado el mañana por un rio de lodo. Las cosas serán de otro modo. Un hombre de bién saluda a los fotógrafos justo antes de descender del avión, pero tropieza y cae por las escaleras y se rompe el cuello. En otra parte de mundo otro hombre de bién al visitar las obras de un próximo campo de exterminio para las amasas desdentadas quedará atrapado para siempre en las duchas de Ziclon B. En Mandril, otro hombre de bién se asoma al balcón en lo que será un hermoso dia y un meteorito llegado desde los confines del cosmos le arranca la cabeza a él, precisamente, en lugar del borrachin de la plaza. ¿Mola verdad? Pero Dominguet tiene una duda, ¿debemos dejar en manos del reajuste fino del universo el poner las cosas en su sitio? ¿Quiere decir que podemos ir con nuestros colegas al bar mientras el cosmos, al reordernarse, acaba con la explotación mundial? Y sin ser aguafiestas ¿Hasta qué momento podemos confiar en el universo para que resuelva nuestros asuntos?

1 comentario:

PELLICER dijo...

Dominguet: el azar es muy hijo puta y no es de fiar. El azar cósmico, además, incluye todas las posibilidades posibles. Una de ellas es que el meteorito nos caiga encima a los de la Revolución del 2022 y no al plutócrata.

Hay cosas que uno tiene que hacer por sí mismo. No todo se puede delegar. Lo que nos lleva a un debate muy bonito: el asesinato considerado como legítima defensa.

Al final, como decía Camus, el único tema filosófico auténtico es la muerta. La propia y la de los demás.

 
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