martes, 9 de marzo de 2010

Trató de se ser un infiltrado pero no lo consiguió



Dominguet y su banderín colorao



Dominguet como infiltrado
El 7 de marzo, Dominguet trató de infiltrarse entre las 9726 personas que exigían la derogación de la ley que permite el aborto, pero la policía no le dejó

No pudo llegar a la Puerta del Sol con su globito rojo. En cuanto la policía le solicitó la documentación se mezcló entre la muchedumbre hasta llegar al metro. Ya lo saben, en cuanto un policía pide que se identifique, Dominguet acaba llegando siempre tarde al trabajo, y eso no puede ser. Moises Naim decía el otro dia que una vida sin trabajo reblandecía el cerebro. Dominguet ha experimentado con su cerebro y puede afirmar exactamente lo contrario. El trabajo reblandece el cerebro. ¿Se le ha reblandecido ya? ¿Como explicar entonces que prefiera llegar puntual a un trabajo repetitivo? Pero volvamos al espinoso asunto del aborto que abordaremos de nuevo con las gafas de la película de John Carpenter "¡Están Vivos!" y leamos amigos y amigas, leamos lo que pone en las banderitas y en los globitos colorados que llevaban niños, monjas y pedófilos y que dice "Derecho a Vivir", así que nos ponemos las gafas y alehop, descubrimos que realmente quieren decir "Por la mano de obra barata" o "A favor del incremento del número de consumidores y de mayores oportunidades de negocio" o "¡Más chicos para la máquina!" y también "¡Guerra a las mujeres!" pero lo que quieren decir es "¡Muerte a la humanidad!". Donde pone "¡Vivan los no nacidos!" está escrito con una tinta invisible indeleble que dice "¡Viva la esclavitud!". Por otra parte, ¿qué ocurriría si millones de paradas quedaran embarazadas? Se dispararía el déficit público y el FMI intervendría y el gobierno reajustaría el salario a los trabajadores con más granos. Amigos y amigas; una confesión: Dominguet es antiabortista. Imaginen un mundo de monos plateados y corbatas fosforescentes en donde se esterilizara a los feos en aras de la higiene pública, el control demográfico y el bién común. Vale, es política ficción, pero un zombi con mono plateado aporrea en estos momentos la puerta de Dominguet. LLeva maletín y fonendoscopio.




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