viernes, 5 de marzo de 2010

Una máquina emocional


Aprobada por mayoría absoluta la maquinita que provocará el secuestro emocional de Dominguet


Maquinismo para élites y destrucción programada


Dominguet está fabricando una máquina. Una máquina que al acariciarla la amígdala cerebral de los mandrileños se inflama

Nos imaginamos la máquina una vez finalizada, robusta, grande para que pueda ser manipulada, ajustada y reajustada con todas las partes del cuerpo del operario. Pero todo hay que decirlo, esta máquina en manos del poder es una máquina fascista. Bueno, toda máquina es fascista, y en caso de que la máquina sea neutral, transforma en fascista a quién la posea. Y Esperanza Aguirre quiere esta máquina. Ha sacrificado su imaginación en favor de lo económico, así que ya puede situarse frente a esta maquinita y girar una enorme tuerca, accionar una palanca o un interruptor y alterar el sistema límbico de miles de mandrileños. ¡Y como parar! ¡Si con tan solo pulsar un botón las amígdalas cerebrales se inflaman y las masas acuden iracundas a quemar tiendas de chinos! Odio, ira, tristeza, miedo. Esperanza Aguirre pulsa otro botón y el hermano gemelo de Dominguet quiere asesinarle.

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