El perrito de Dominguet
Es cierto que a Dominguet le gustaría conocer un perrito. Pero no quiere un perrito para mandar sobre él, ni para gritarle, ni decirle "¡Ven!" El perrito de Dominguet no existe todavía.
Desde un punto de vista práctico el perrito de Dominguet le recibiría con una pequeña demostración de saltitos y cabriolas. Y claro, el perrito podría bajar a la calle solo para dar un paseo o picotear cualquier cosa cuando le viniese en gana. Lamentablemente esto último está prohibido actualmente. En fin, exactamente los mismo que hace Dominguet. Es muy importante que el perrito de Dominguet pudiera hablar, y así discutir sobre lo justo y los injusto en una de esas tardes lluviosas de otoño, mientras uno dibuja tebeos y el otro mira al techo tumbado en el sofá. El perrito debe leer y apasionarse. Dominguet se imagina a este perrito y a él ensimismados en sus tareas, pero mirándose de vez en cuando a los ojos. Si, molaría que se indignara y abriera la ventana para ladrar airado contra el mundo y todas las jerarquias planetarias, desde las maquinarias complejas hasta los especialistas. No puede imaginarse que exista alguien en el mundo que pudiera estar por encima de este perrito. En cualquier caso, Dominguet sabe que el primero de mayo el perrito le despertaría a lametazos y el dos de mayo ladraría una canción del futuro sobre la abolición del trabajo forzado asalariado. Dominguet no reprocharía jamás nada a este perrito y espera que este perrito no se enfade con él. El perrito debe hacer lo que le plazca ¿Como va uno a enojarse con su perrito porque se pasa el día durmiendo o llega sucio y magullado tras dias desaparecido en busca del desenfreno sexual?A veces Dominguet imagina a su perrito a dos patas y con un pulgar separado. Se imagina un perrito con una silueta antropomófica. No porque le disguste el cuerpo de los perros ¡Son tan hermosos! sino porque el mundo de los hombres es realmente complicado para la vida cotidiana de un perrito con cuerpo de perrito, ya saben, nadie piensa en los perros ni en los señores bajitos a la hora de proyectar edificios, autobuses o ascensores. No existen en la mente de los creadores. Dominguet promete no lanzar jamás un hueso ni un madero para que este vaya tras él, a no ser que este se lo pida. Nunca se dirigirá al perrito imperativamente. Pero Dominguet teme que los mandrileños traten de apedrear o atraparle mientras vagabundea y lo olisquea todo. Sabe de otros perritos que han sido gaseados cuando fueron sorprendidos disfrutando de la vida.
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