En un último intento desesperado por perpetuarse, prohibirán el uso del preservativo
El fin del Partido Popular
Los votantes del Partido Popular están desapareciendo. Se mueren. Esta es la sola verdad, caen uno a uno en la caja de la Nada.
Tengo dos titulares futuros guardados en el cajón. No me los he inventado yo, los he sacado del Instituto Nacional de Estadística. En el primer titular podemos leer: "¡Crisis en el Partido Popular! ¡Sus votantes se mueren!". En el segundo titular descubrimos: "¡El diario ABC y La Razón, quiebran!" Si continuamos leyendo, encontraremos que la mayor parte de los votantes del Partido Popular, así como los compradores del "ABC" o "La Razón" han cumplido más de 65 años. Según el INE, la población del gran Mandril, en términos absolutos, se habrá reducido en siete millones de personas, la mayor parte de derechas, de aquí a unos años. Ante estos datos, nada se puede hacer, tan solo asistir al espectáculo del cierre de sus periódicos y al final de su propio partido. Nos encontramos ante una extinción masiva, como la desaparición de los dinosaurios (Ver dibujito de arriba y pie de foto).
Algún octogenario de derechas avisado, quizá trate de cambiar de ideología en el último momento, por si acaso pudiera alargar su existencia unos minutos más. Lo siento, ya es tarde. No puedo asegurar que ser izquierdista alargue la vida, pero sí puedo asegurar que el hombre o mujer de derechas no cambiará de pensamiento, porque ser derechista no es una cuestión de ideas, ni de filosofía de vida, ni siquiera producto de la razón. Ser derechista es una creencia, una cuestión de fe, un patrón mental firmemente asentado. Así, por mucho que mostremos pruebas y argumentos de que en la existencia encontramos múltiples colores, el derechista seguirá creyendo que la vida se compone de un solo color, el verdadero: el marrón.
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