lunes, 13 de julio de 2015

El hombre que realizaba sus sueños

Por favor, si ven a este hombre, apártense inmediatamente. Es mucho más peligroso que Netanyahu, Elvis Presley y Putin juntos.


El hombre que cumplía sus deseos

Seré claro. Tengo más responsabilidad que usted, ante la historia, nuestro tiempo y ante las generaciones futuras. No me juzgue por el ínfimo lugar que ocupo dentro de la gran maquinaria estatal, en realidad, usted debería temerme, puesto que todos mis sueños se cumplen.

Todos mis sueños se cumplen; desde una mujer deseada, a un presidente que cae por las escaleras o una revolución cívica alegre y democrática. Me interrogo a menudo el por qué me sucede. Cuando se carecen de respuestas se tiende buscarlas en los dioses, aunque no existan. Sea lo que sea, debo tener un exquisito cuidado con mis deseos y pensamientos, no sea que se cumplan.

Usted está sorprendido, y se pregunta cómo es posible que pudiendo hacer realidad mis sueños, continúe en estado estanflacionario. Se lo diré; cuando mis sueños hacen aparición en el mundo, se presentan con un rostro diferente. Si los sueños son ligeros, en la realidad aumentan su peso considerablemente. Un sueño hecho realidad puede ser perfectamente una carga, por ejemplo:

Deseo liberarme del trabajo asalariado

Pero el sueño llega a la realidad bajo el rostro de la indigencia, muy desagradable por cierto.

Así que debo debo tener cuidado con lo que pienso, pues no solo me afecta a mí, sino a la humanidad entera. El temor a que el deseo desencadene el fin del mañana, la destrucción del continuum. Al fin y al cabo, los que vienen detrás podrían enviar a un sicario del futuro para asesinarme. O si en el porvenir se respetan los derechos humanos, podrían llegar al presente, localizarme, y envolverme la cabeza en papel de plata.


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