sábado, 19 de septiembre de 2009

Vida cotidiana en las playas de Mandril


Después de presentarse acabó un poco muertecito

¡La vida continua!

Apareció hacia el mediodía, se dirigió a un grupo de jóvenes y estos, al ver que se acercaba comenzaron a tirarle piedras

Emergió de las aguas desnudo y caminó erguido hacia los chicos. En sus manos, como queriendo regalarla, llevaba una caracola, y al soplar a través de ella su sonido dijo alto y claro "¿Puedo dormir con vosotros?" Entonces los chicos comenzaron a apedrearle y él cayó de rodillas en la playa, pero todavía pudo esbozar una sonrisa. Después dejó de sonreir, y ahora su cuerpecito yace sobre la arena y no dice nada



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