El problema de los viejos más allá de 2022

¡Si continuan tomando el Sol podrían estallar!

"¡Viejos, viejas, ha llegado el momento!"

El fracaso de la revolución no televisada de 2022 será el fracaso de millones de viejos en 2052. El destino les habrá alcanzado. Mala cosa

Pero Dominguet tiene esperanza en los viejos. Es cierto que no tienen dientes, pero siguen operativos para morder. En la actualidad los viejos son asustadizos y temen perder el equilibrio y fracturarse la cadera. Dominguet supone que quién llega a viejo es porque toda su vida ha sido un cobarde, es decir, que en el futuro habrá muchos viejos. Lo que ocurre en realidad es que la generación de Dominguet es realmente cobarde, y esto, no es nada novedoso, pero podría ocurrir precisamente lo contrario, que el valor de un hombre se expresara en la vejez , cuando no tiene nada que perder, o mejor dicho, cuando nada tiene que ganar. El plan para los viejos de 2052 es el siguiente: no hay plan. Y cuando no hay plan, los expertos piensan. Y desde este periódico ya hemos comentado el peligro que supone un experto pensando. En ese estado de cosas, es mejor para los viejos ser temidos. Lo que quiero decir es lo siguiente; es una llamada a los viejos para explosionarse. No es necesario que esperen a la demencia, ni a la silla de ruedas, ni a las sujecciones en la cama ni a un pañal geriátrico. El 2052 podrían ser el ejército más poderoso del mundo. Imaginen la secuencia: un amable anciano se pasea por el centro comercial, después se oye una tremenda explosión. Un funcionario acude a entregar una citación para embargar un pisito, cuando descubre que en su interior vive un entrañable abuelito, se queda paralizado, o huye, si, huye. Para que los viejos vivan con dignidad tienen que ser temidos. Actualmente solo tememos a viejos como Botín. Eso no mola. Me refiero a temer a viejos proletas, a viejos borrachos, a viejos vagabundos, capaces a explotar en cualquier sitio, en cualquier campo de exterminio, en cualquier desfile de amos del mundo, en cualquier banco, en cualquir lugar donde fueron perdiendo sus dientes, en cualquier lugar donde perdieron la dignidad, en cualquier lugar donde escapó su vida.