Dominguet a los seis años de edad, cuando tenía el mundo en sus manos
Mensaje oculto desde el más acá
(Suena el teléfono. Dominguet se precipita hacia el. Tiene la esperanza de que sea una chica que le haga palpitar, sin embargo, en la pantalla del móvil, un nombre le anuncia su próximo interlocutor. "El poder". Si amigos y amigas, el poder está telefoneando a Dominguet. ¿Qué hacer? Finalmente se decide y descuelga el teléfono)
Dominguet: ¿Diga?
El Poder: Hola Dominguet, ¿te he despertado?. Te quiero anunciar algo. El asunto requiere de cierta atención.
Dominguet: Ahá ¿Y por qué yo? Ahí fuera hay mucha más gente. Más creible. Qué suscita más confianza, con más estatus, más estable, en equilibrio constante.
El Poder: Por eso precisamente
Dominguet: Dispara
El Poder: ¡Oh! Precisamente es lo que vamos a hacer
Dominguet: No comprendo, vocaliza por favor
El Poder: Disculpa, es la costumbre. Pero seré claro, y solo lo diré una vez
Dominguet: ¿Qué?
El Poder: Solo lo diré una vez
Dominguet: ¿Acaso quieres decir que el pacto de paz social se ha roto?, ¿ese pacto por el que se nos tiraban cacahuetes transgénicos a cambio de que las masas iracundas no quemaran los palacios ni expropieran las propiedades ni se bebieran vuestros vinos?
El Poder: Ehh...pues si
Dominguet: Entonces todo este tiempo de paz social solo era para ganar tiempo, para preparar nuevas técnicas condicionantes, psicológicas y bioquímicas ¿Quizá para reducir mi cerebro? ¡Oh Poder! ¿Estás seguro de que el volumen craneal en menor que hace 150 años?
El Poder: Preguntas demasiado Dominguet ¿No te das cuenta que no tengo respuestas!? ¡Soy El Poder! Y El Poder nunca fué muy listo
Dominguet: Pero tienes el poder y yo no
El Poder: O quizá lo tuviste pero no lo sabías
Dominguet: O quizá lo tenía pero no lo quería
El Poder: O quizá lo querias pero no lo tenías
El Poder y Dominguet se rien a carcajadas. Son risas de lunático, muy agudas, y como en la película "El Tambor de Hojalata" donde Oscarcito revienta cristales con sus grititos, Dominguet hace estallar las bombillas de la buhardilla hasta quedar a oscuras, muy oscuras, y entonces, ya no le hace demasiada gracia.
1 comentario:
Vale. En el móvil te ha quedado el número de El Poder (no lo tiene oculto; si que es tonto, sí)
Pásalo, que le vamos a decir un par de cosas.
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