martes, 2 de noviembre de 2010

En el mercado libre de hombrecitos de color verde


En la imagen dos hombrecitos verdes, que sin llegar a la Nada, cayeron profundamente en ella

¡Corre hombrecito de color verde, corre!

Se les cría a montones. Hacinados. Hasta que un día llega alguien y dice "Quiero ese" Y se llevan al hombrecito de color verde a casa.

Y el hombrecito de color verde, asustado, sin atreverse a mirar a los ojos, sin saber hablar pués nunca habla dice "No me mates. Pero si me matas, arráncame el corazón y devora mis entrañas" Entonces, sucede algo asombroso; se le abre la puerta al mundo y él sale alocado, calle abajo, agitado, absolutamente esperanzado, hasta que el primer coche que pasa le devuelve a la Nada.

7 comentarios:

angola dijo...
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Dominguet dijo...

Desde luego siempre hay que mirar al cruzar la calle. Aunque sea una paradoja, la nada está demasiado llena y lo lleno demasiado vacío. Es fácil resbalar tanto por la peligrosa pendiente de la nada y caer aparatosamente sobre el Corte Inglés como por la pendiente de lo lleno y caer en la profunda nada.

Y ahora solo me queda releer varias veces este comentario para saber yo mismo lo que he dich.

angola dijo...
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Dominguet dijo...

En fin..es mi especialidad

angola dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Dominguet dijo...

Tienes toda la razón. Así es. Ya lo sabes, uno trata de observar con cierta distancia la gravedad de las cosas, pero es lo que tiene la gravedad, que a uno le atrae. En cualquier caso unos dias uno tiene que amarrarse a un mástil, y otros la cabeza le empieza a molestar al llegar a su millón de mudanzas. Ha llegado el tiempo de la mudanza.

angola dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
 
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