¡No nos hacemos responsables!
Alargamiento de pene para obreros despistados
Es ilegal, lo sabemos. Estamos dedicando todo nuestro esfuerzo en crear clínicas falsas que bajo el reclamo del alargamiento de pene, induzcan a los mandrileños a dar un salto cualitativo.
Cada época tiene su tamaño. Cuando Dominguet tenía 18 años todavía se vivía el final de un tiempo donde el tamaño del pene no tenía tanta importancia. Pero los tiempos han cambiado. Y el tamaño del pene tiene importancia. Y como cada vez tiene más importancia, las clínicas de alargamiento de pene florecen aquí y allá en un Mandril cada vez más devastado. Y es aquí donde los revolucionarios establecen sus clinicas falsas de alargamiento de pene. En realidad no alargan el pene, solo es un reclamo. Lo que hacen es alargar el cerebro. ¿Ustedes han visto algún anuncio publicitario donde una clínica de alargamiento de cerebro busque clientes? Pués no, no existen. Imaginen la escena; un hombre entra en una falsa clínica con la esperanza de que le alargen el pene y sale de ella con el cerebro mucho más grande. Ay. Uno sale con el cerebro más estirado y el mundo tal como lo conocemos desaparece.
9 comentarios:
Pues si, es terrible y doloroso, sobre todo porque ya no vale esas pamelas o sombreros donde esconderse del calor tórrido o de los rayos de Luna cuando uno/a se hace pequeñito. Si. No caben en la cabeza.
Vaya, modificaciones del cerebro no solicitadas....tal y como hace el sistema de consumo/producción.
Esto nos devuelve a la vieja polémica de si una técnica represora deja de serlo cuando se usa para fines revolucionarios.
Pero no, espera, me estoy equivocando: las modificaciones del cerebro llevadas acabo por el sistema SÍ SON SOLICITADAS POR SUS VÍCTIMAS
Estoy cada día más despistado.
Orola, me parece magnífica tu sugerencia de donar mis libros a la biblioteca de una carcel. Lo he consultado con un par de amigos con pasado....interesante, je, y les parece muy buena idea.
Se me ocurre, incluso, escribir en determinadas páginas mensajes apropiados para los futuros lectores de mis libros.
Algo parecido a colar limas de palabras que les sirvan para cortar los barrotes.
Pellicer; el estiramiento de cerebro no consentido en falsas clínicas de alargamiento de pene no obedece tan solo a una praxis revolucionaria. No se trata de salvar al mundo ni a tales individuos. Se trata de juerguismo. ¿Lo oyes? Se puede escuchar la risa del juerguista cuando un hombre sale de la falsa clínica con su pecepción alterada del mundo. Es una gran cabronada, lo sé, pero vaya risa. En cierta manera me pasó la primera vez que abrí la puerta que me introducía por el luminoso túnel del trabajo asalariado. Desde entonces he perdido vitalidad, ingenio, alegría, voluntad y creatividad. Una gran putada. ¿No ois sus risas?.
Pués tienes razón. Devolver la vista a un ciego que se niega a ver contra su voluntad, es de alguna manera una capullada. Pero sabes...como decían en "To be or no to be" La carcacajada sería estrepitosa.
Publicar un comentario