jueves, 3 de febrero de 2011

Amanece en la Luna


¡Larga vida a la Sociedad Industrial!

Mi primer amanecer en la Luna


El primer amanecer en la Luna se celebró decorchando la última botella de cava. Brindamos, si, pero sabiamos que habiamos hecho el canelo.

Abandonar la Tierra, la mar, la montaña, los dias en el parque, el camino en bicicleta hacia la casa de la amada y el huertecito biológico por una residencia permanente en una base lunar era, digámoslo así, una de las mayores cagadas que sin duda se habían producido en toda la historia del cosmos. Macahacar la Tierra, agujerear la montaña, autopistar la senda hacia la amada, pisotear el huertecito biológico, incendiar el mar; ¿se puede incendiar el mar? Lo incendiamos. Una política de tierra quemada, una huida hacia delante. Demasiado delante quizá. La escapada nos llevó muy lejos. Que tontería. Apenas queda cava en la copa de cristal. No hay viñas en la Luna.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya sabiamos que la ciencia y la tecnologia, ademas del libre mercado, lo solucionaria todo. Eso si, quizá la solución no sea tan bonita, pero somos esclavos de Dios y hemos de bajar la cabeza y confiar en lograr un puesto de trabajo en la otra vida. Sabremos como le sabe la polla a Dios y olvidaremos este valle de lágrimas al que nos somete.

Dominguet dijo...

Bueno; yo creo que a Dios la polla le tiene que saber bién, aunque el sabor sea algo artificial. En cualquier caso, amigo, debes de tener cuidado con los potenciadores del sabor, a la larga podrían crear dependencia

 
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