Pulsando este botón u otro parecido los épsilon van y vienen
Desintegración de los épsilon
A veces en Mandril ocurre algo asombroso: un épsilon pasea por las calles cuando de repente, sin previo aviso, se desintegra para siempre de la realidad
Veamos el asunto con más detalle. En otro lugar de Mandril, un alfa, amante de la poesía, canta al amor romántico cuando de repente, sin previo aviso, pulsa un botón, y en ese mismo instante doscientos cincuenta épsilon se desintegran. Pulsa de nuevo el botón y otros doscientos cincuenta épsilon más desaparecen, pasando de una realidad increible e inestable a otra realidad todavía más miserable.
Veamos el asunto con más detalle. En otro lugar de Mandril, un alfa, amante de la poesía, canta al amor romántico cuando de repente, sin previo aviso, pulsa un botón, y en ese mismo instante doscientos cincuenta épsilon se desintegran. Pulsa de nuevo el botón y otros doscientos cincuenta épsilon más desaparecen, pasando de una realidad increible e inestable a otra realidad todavía más miserable.
3 comentarios:
Recuerda que aquel mundo feliz se caotizó bastante cuando un error permitió que los genes de un alfa se mezclaran con otros menos puros.
El resultado fue un amante de la poesía que no quería abusar de los epsilones. O un épsilon que era amante de la poesía. Nunca se supo.
En todo caso, un poeta destripaterrones es un arma cargada de futuro...por lo menos sabe cultivar patatas sin tener que pagar por ellas.
¿es posible la unión entre alfas y épsilon? No lo creo, aunque se trate de contruir esa unión con buenos propósitos, el resultado es desastroso (para los épsilon). Pero si es posible el encuentro entre algunos alfas y algunos épsilon. Lo sé, tengo pruebas!
Sí, claro que es posible ese encuentro a nivel individual. Algunos alfa traicionan a su clan. Los que encabezaron todas las revoluciones en siglo XX eran alfas...y luego siguieron siéndolo.
Pero yo me refería a alfas y epsilones que no se crean que son lo que les dicen que son. Que no quieran jugar.
Para que alguien mande se tienen que dar dos condiciones indispensables: que él se crea que manda y, sobre todo, que los que tienen que obedecer también se crean que él manda.
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