Observen cómo la nube radiactiva se desplaza por Grecia, Italia, Portugal, y Mandril reajustando la economía y privatizándolo todo
Radiactividad, zombis y privatizaciones
Vivir en Mandril es vivir en un escenario continuo de serie Z. Este es el argumento; una nube radiactiva llega a Mandril, a la gente se le cae el pelo, tiene problemas de tiroides, y por fin se privatiza la ciudad
Los efectos de la radiactividad sobre el cuerpo humano creará un ejército de zombis radiactivos muy chungos que permanecerá en movimiento rectinineo uniforme años y años, y un día, arrastrando los piés y babeando, acudirá a La Bolsa de Mandril con antorchas. En La Bolsa se refugiarán banqueros y grandes grupos de seguros privados. Morirán todos quemados. Para evitar malos entendidos diremos que los zombis radiactivos no se dirigían a quemar La Bolsa, era el mundo el que estaba el llamas. Si, eran los pirómanos los que se habían escondido en La Bolsa. Para consolar al público que se encuentra viendo esta película diremos que la ceniza después del incendio permitió refertilizar la Tierra, y las altas dosis de radiactividad dieron su fruto germinando calabazas gigantescas y quizá, un nuevo amo del mundo con una cabeza reducida
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