Quizá durante el tiempo de ajustes y recortes propuestos por este periódico tengamos que hacer algunas cosas raras
El 95% de los mandrileños votarían "No" pero Dominguet votaría "Si"
Tanto la derecha como la izquierda se declararán en contra de la propuesta de este periodiquito:
El meollo de la propuesta es la siguiente: cese durante el periodo estival de toda actividad mercantil, productiva, financiera y política. Durante el verano se produciría un apagón inducido en todoel estado. No llegaría flujo energético a las casas, ni a las fábricas.Todo pararía, ningún negocio o tienda abriría. La bolsa, los bancos, los ministerios y las gasolineras chaparían. Nadie cobraría sueldo en este tiempo, se suprimiría la paga extra. El ejército y la policía suspenderían sus actividades, grupos de voluntarios, una especie de Sants Culottes con sombrero, camisa de flores y barba postiza recorrería las calles haciendo cumplir las medidas de ajustes. Aplicando este plan de recortes propuesto por ¡Terrible! se superarían los objetivos más ambiciosos de Kioto. La actividad criminal caería empicado: ¡Es del todo absurdo tratar de robar un automóvil sin gasolina! Durante la realización del plan de recortes los teatros, los bares y los cines permanecerán cerrados también. Es posible que durante el verano a la luz de una gran hoguera vuelvan los cuentacuentos, o algunos vecinos cuenten chistes o a alguien se le ocurra montar su propia compañía de teatro desinteresado. Ustedes dirán, "¡Es imposible! ¡Sería el caos!"
¿Cómo hacerlo?
Ustedes dirán "¡El tifus se adueñaría de una ciudad sin basureros ni barrenderos!" Al decir esto, por primera vez en su vida afirmarían la verdadera trancedencia de los basureros, y cómo el mito de la responsabilidad no va asociado al estatus ni al salario, es decir, que todo el proceso de categorización laboral no va unido a su importancia ni a su necesidad social. Los basureros forman parte de un sistema sanitario ignoto y oculto, de una importancia radical, así como las viviendas luminosas y ventiladas, las calles tranquilas, las risas de los niños. En el modelo de ajustes y recortes que promueve este periódico apenas habrá generación de residuos: una vez cerradas las fábricas de plásticos durante el periodo del apagón autoinducido no habrá residuos plásticos. En cualquier caso durante el apagón grupos de voluntarios rotativos se encargarían de una limpieza de mínimos, así como en el terreno de los cuidados y la salud, al reducirse el número de enfermedades nerviosas provocadas por el estres laboral, el consumo de ansiolíticos se vería drásticamente reducido. Decir que durante el apagón estival las plantas necesitarían ser regadas, los frutos ser recogidos y sembrar para el después, bién, los voluntarios se organizarán por turnos, la comida tendrá que ser puesta al uso en común. Es cierto que al cortar el flujo eléctrico las cámaras y las neveras se descogelarán, así que desecaremos y salaremos la comida y con todo lo que sobre iniciaremos una especie de festín carnavalero antes de que la comida se eche a perder. Como la distribución de la comida se complicaría durante el verano desmotorizado, sería más fácil centralizar la cocina por barrios, en una especie de comedores colectivos con cierto ambiente festivo. Ir todos los dias a por patatas a las afueras de la ciudad en bicicleta o burrito es un rollo, para cumplir más eficazmente los objetivos de recortes y ajustes en la economía Dominguet propone suprimir cinco de los seis carriles de la avenida que pasa por delante de su piso y dedicarlos al cultivo sin transgénicos
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