lunes, 11 de mayo de 2015

Una maquinita de bolsillo para ser otro

Prototipo primigenio de la máquina para ser otro. La primera máquina tenía dos opciones, la de ser un marciano o la de ser Rousseau. Los modelos más avanzados permitieron hasta cuarenta y cinco posibilidades. Continúo investigando en el desarrollo de nuevas máquinas para convertir a los individuos en muchas variedades de personas. Hay gente que me pide la máquina definitiva, una que tenga  tan solo una opción, esto es, la de ser uno mismo, pero eso es muy difícil. Es más fácil construir una máquina en la que ser un millón de opciones diferentes.



La máquina de ser otro

He creado una pequeña máquina -adjunto croquis para quién quiera construirla en casa-. Es una máquina de mutaciones o conversiones. En esta primera versión la máquina ofrece la posibilidad de tan solo dos mutaciones; la posibilidad de convertirse en Rousseau o en un marciano. La segunda versión de la máquina permitirá hasta cuarenta y cinco transformaciones, cuarenta y cinco maneras de ser otro.

El prototipo más avanzado será de bolsillo y permitirá la posibilidad de mutar cuarenta y cinco veces, de ser cuarenta y cinco veces otro. Esta máquina podría trasformar al usuario, es decir, al cumplirse el viejo sueño de ser otro, podría encontrarse por casualidad a sí mismo. Reconozcámoslo, la mayor parte de la población de Mandril, siente que no está viviendo su propia existencia, la suya, en la que podría reconocerse según sus propios gustos, sueños, necesidades o visiones. Más bien se encuentra en una vida que no es la suya, sino en otra que le ha tocado, que se ha encontrado, o que le han engañado diciéndole que era la suya . Mi máquina no permite vivir la propia vida, esa que nos correspondería, y que por lo que sea, ha pasado de largo o ha quedado encerrada en algún lugar que no puedes ver, o que ha caminado en dirección contraria a la tuya. Mi máquina te permitirá vivir otra vida, y con algo de suerte, encontrar la senda que te lleve a encontrarte a ti mismo. A veces parece que estamos perdidos.

 La maquinita no ocupará demasiado espacio, es mucho más pequeña que el móvil, y se presenta en dos colores, verde y gris, y dos opciones: ser Rousseau o ser un marciano. Es aconsejable que maneje la maquinita en sus días libres, rodeado de sus seres queridos, no sea que algún día no pueda regresar a su propio cuerpo.  De momento tiene pocas variaciones, probablemente insuficientes, pero podrá convertirse durante sus paseos solitarios en Rousseau. Lamentablemente, no podré ofrecerle la peluca ni el vestuario de época. Si usted quiere ser Rousseau, tendrá que serlo en el gran Mandril del siglo XX, y me temo que tendrá que ir en vaqueros. 

Si usted desea convertirse en ser un recién llegado, mi maquinita de bolsillo le ofrecerá la posibilidad de ver el mundo con nuevos ojos, con otra mirada, en otras palabras: ser un marciano. El riesgo que supone adoptar esta posibilidad, es enorme. Es preciso agilidad suficiente, reflejos, y una amplia sonrisa ante el apedreamiento generalizado contra su persona. Sea como fuere, ya me han hecho llegar las primeras reclamaciones, indicando que el botón para seleccionar el personaje a elegir se encuentra defectuoso. Esto es, que en vez de ser Rousseau o un marciano, se han encontrado siendo un Rousseau amarcianado. 



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