¡Siempre hay alguien que se empeña en no hacerse mayor!
Dominguet se hace mayor
Dominguet está reuniendo pruebas con las que demostrar que se está haciendo mayor
Sin adentrarnos en problemas técnicos como el de los pelos que van tomando posesión de las orejas o la fisura en la muñeca al tratar de hacer el pino, existen otras pruebas más concluyentes, si cabe, que demuestran que Dominguet se encamina decidido hacia la nada. Un hecho incontestable: hace unos años, cuando una tostada caía al suelo del lado de la mermelada, la ira y la irritabilidad se apoderaba de Dominguet aún a riesgo de un derrame cerebral. Cuando en 2010 una tostada cae al suelo del lado de la mermelada, Domininguet permanece impasible. Se parece a esos ancianitos a los que Dominguet sentaba y dejaba mirando frente a la pared, no por nada, sino porque la pared era lo más interesante que había en el hospital. Cuando volvía horas después para acostarles, los ancianitos continuaban impasibles, a veces dormidos, casi siempre con el pañal desbordado. Sorprendentemente, la cadera rota y la demencia no incitaba a los ancianitos al insulto o la ira en cuanto Dominguet aparecía por la puerta, ni siquiera le trataban de morder, más que nada porque quedaban atados y bién atados mediante la sábana al sillón. Prosigamos: cae una tostada al suelo del lado de la mermelada, se derriba un barrio obrero y miles de hombres y mujeres de clase media acuden en busca de un prometedor futuro, a un señor con bigote se le para el corazón durante unos minutos y automaticamente otro señor con bigote asciende en la empresa, se bombardea una aldea en el desierto y más tarde baja el precio de la gasolina en Mandril. Todo ocurre con madurez, sin ira, impasiblemente. Los friegaplatos han llegado a ese lugar de la madurez donde no existe la ira. Saben que no es nada personal, que una patada en el culo les llevará hacia el reajuste presupuestario. Se han hecho mayores, como Dominguet ¿No podrían al menos ponerles en una plaquita junto con miles de nombres de proletas caidos por la patria? ¡Ay! ¡Esos malditos proletas griegos! ¡Cuando se harán mayores de una vez!
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