domingo, 12 de septiembre de 2010

¡Los sueños se mueren!

Breve historia del SSS

"Los sueños mueren. Y cuando los sueños mueren los hombres mueren. Todo está dispuesto para un remedio"

Discurso de presentación de Somnidir ante la junta de accionistas de Glaxo

Cuando se descubrieron los primeros casos de hombres sin sueños, saltó la alarma, nos encontrábamos ante una nueva enfermedad que pronto se denomino SSS (Sindrome de los Sin Sueño) Al poco tiempo el Servicio Mandrileño de Salud aseguraba haber encontrado el causante del SSS, al parecer, un retrovirus, que acabó llamándose "Virus del Sueño Humano VSH". Para entonces la teoría más aceptada, es decir, la única teoría conocida era la del origen vírico de la muerte de los sueños. La historia del VSH es la historia de un virus muy particular: ningún laboratorio pudo aislarlo después de que lo hiciera el Sistema Mandrileño de Salud, aún así el SMS recibió el premio Nobel en 2008. Lamentablemente los test del SSS no confirmaban la presencia del virus, sino de una reducción del número de sueños, y esto podía dar lugar a falsos positivos. Por ejemplo; si usted se sometiera a un test del SSS justo después de su jornada laboral las posibilidades de que el resultado del test fuera positivo serían crecientes. Esto no impedía que los falsos positivos fueran estigmatizados por la sociedad y les fueran administrados potentes antivirales. Años más tarde se supo que el número de positivos fallecidos que habían seguido un tratamiento antiviral, era superios al de positivos que no habían seguido tratamiento alguno. En cualquier caso el resultado de los test variaba si los realizaba un laboratorio u otro, o un pais u otro, o incluso en extensas zonas de Africa ni tan siquiera era necesario un test del SSS para obtener un diagnóstico: bastaban unos dias continuados de diarrea o algo de tos para pertenecer al ahora amplio segmento de la población mundial afectados por el VSH. Sin embargo los hombres seguían muriendo de SSS. No tenían sueños y poco a poco se consumian hasta morir. Los laboratorios que se habían embarcado en la busqueda de una vacuna, fracasaron, desistiendo en la investigación. "¿Podría encontrarse una vacuna para un virus que no existe?" decían algunos. Estos mismos, quizá unos aguafiestas, afirmaban que el VSH no existía y que los test solo llevaban a una caida de la autoestima y a resbalar por la peligrosa pendiente de la miseria social, a un aumento de la venta de retrovirales y a un estres que provocaba finalmente la muerte de los sueños.

2 comentarios:

angola dijo...

El tema onírico da para mucho. Es cierto que mucha gente admite e incluso se jacta de que no sueña, pobrecitos, de que no sueñan NUNCA!!!
esto pasa en Mandril y en Vingo también, somos tan urbanícolas que no nos permitimos la debilidad de soñar como patatas en época de lluvias. Yo, sin embargo sueño y mucho, no podría vivir sin mis sueños, son lo más original e inquietante que hai en mi. Que haría yo sin mis sueños?

Dominguet dijo...

Si, dan para mucho. Algunos dicen que los sueños son una manera de escapismo ¿y qué? Pero lo cierto es que no lo son. Son autoconstrucciones. Me cachis, tragarse un partido de la selección, ¡eso si que es evasión!

 
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