jueves, 30 de septiembre de 2010

Toda la verdad sobre la huelga narrada minuto a minuto



Un contrapiquete estatal de polis ensayando una coreografia algo antigüa


Dominguet y la huelga general

A continuación les ofrecemos una breve crónica de la jornada de huelga general vivida en primera persona por Dominguet. De acuerdo, Dominguet es un ser imaginario, por lo tanto, todo que aquí se cuente pudiera formar parte de lo irreal, sin embargo es muy probable que tenga un asombroso parecido con la realidad.

23:00 horas del 28 de septiembre de 2010: Dominguet llega al barrio después de fregar varios miles de platos, entra en un ciber y cierra este periodiquito. Se cita con un colega y su hermano en la Tabacalera de Mandril. 00:00 horas del 29 de septiembre de 2010: Al grito de "Vecina despierta la huelga está en tú puerta" Dominguet y varios cientos de personas emprenden la desagradable tarea de ir chapando bares. Durante el periplo nocturno descubren verdaderas madrigueras llenas de modernos, alternativos y buenrollistas consumiendo cervezas y cubatas. No han podido soportar ni tan siquiera una hora sin autocontenerse, es decir, sin consumir, es decir, sin hacer que otro trabaje para ellos. En ese momento Dominguet vuelve a llegar a la misma conclusión que siempre; las huelga laboral debe estar indisolublemente unida a la huelga de consumo y consumidores. Lástima que nadie, y cuando digo nadie quiero decir nadie, se haya tomado en serio el debate de la huelga de consumo, ni su difusión. 2:00 horas del 29 de septiembre de 2010: El centro está absolutamente cerrado y parado, tanto por la acción de hombres y mujeres en huelga, como por los piqueteros, como por la normativa municipal vigente en materia de horarios de locales comerciales nocturnos. 3:00 horas del 29 de septiembre de 2010: Se disuelve el piquete. Unos van no se sabe a donde, otros se dirigen a las cocheras de los autobuses de Mandril. Dominguet tiene apetito y se va en busca de un bocadillo que reparten los sindicatos burocráticos. Un corrido mejicano dice " El que es revolucionario puede morir donde quiera" bién, los anarquistas pueden comer donde les apetezca. 4:00 horas del 29 de septiembre de 2010: Dominguet se acuesta. 7:00 horas del 29 de septiembre de 2010: Suena el despertador. Ducha fria y una manzana para el camino. Dominguet se convierte ahora en un bicicletero que se une a otros seiscientos bicicleteros que circulan a la espeluznante velocidad de 20 km/h por el centro de Mandril. Al poco tiempo un contrapiquete estatal de polis golpea a los bicicleteros y detiene a la mitad ellos impidiendo la libre circulación. La otra mitad consigue burlar el cerco policial y continúa transladándose a 20km/h por Mandril. Alguien les mira con odio. 10:00 horas del 29 de septiembre de 2010: La bici se revela como una herramienta fenomenal para el huelguista. En poco tiempo los bicipiquetes puden llegar a las sedes del Partido del Estado y de La Banca y llamar al tiembre para que Botín salude y se tire al vacío por la ventana. No hay resultados. 13:00 horas del 29 de septiembre de 2010: Dominguet vuelve a tener sueño. 13:30 del 29 de septiembre de 2010: Dominguet cae abatido por el sueño. 14:30 del 29 de septiembre de 2010: Dominguet se despierta y baja a la calle. Se da un paseo por los lugares donde suele dejarse la pasta. Apunta mentalmente los sitios abiertos y a los cuales no entregará su dinero jamás. Dominguet queda absorto en sus pensamientos y se dice " Si un consumidor en dia de huelga fuera tiroteado, seguro que saldría un extraño fluido verde a través de la herida de bala" Dominguet se aproxima a una cristalera de una peluqueria y se queda mirando sorprendido como a una mujer le entintan el pelo. 18:00 horas de 29 de septiembre de 2010: Dominguet se tumba sobre el césped que hay bajo la estatua de Moyano, en Mandril. Desde allí mira como pasa la gente. Se dirigen a la gran manifestación convocada por los sindicatos burocráticos. Un grupo de unos 15 anarquistas despliega una pancarta y grita consignas es rodeado por unos 20 polis, después les quitan la pancarta. Dominguet regaña a los polis diciendo"¡Eso no se hace!". 19:00 horas del 29 de septiembre de 2010: Dominguet se encuentra ahora en la manifa alternativa. Falta esa excitación que ha encontrado durante la noche y la mañana. Reconoce que si aquellos que no hacen huelga vivieran por un dia la pasión piquetera nunca más irían a trabajar. Al finalizar la manifa alternativa se desplaza a la manifa de los burócratas, escucha los mítines, levanta el puño cuando suena La Internacional y se pira. 21:30 horas del 29 de septiembre de 2010: La peñuqui se abalanza sobre los paquistanis en busca de cervezas, en busca de terrazas abiertas para cenar, busca bares, tiendas para comprar cualquier cosa. 22:00 horas del 29 de septiembre de 2010: Dominguet llega a casa, enciende una vela. Se hace un micropeta y se acuesta. ¿Es el hachis o la intensidad de la vida la que hace que le de todo vueltas?

2 comentarios:

PELLICER dijo...

Ja, Ja, Ja, sabía que estabas entre los piqueteclistas de Atocha. Yo estaba delante de Agricultura. Lo mejor fueron las dos vueltas que distéis a la rotonda sin que los "romanos" fueran capaces de inventar un método racional para detener vuestro tour de force.

Cuando os adelantaron invadiendo con sus furgones el carril contrario llegastéis a la gloria. Por alguna razón, cuando el estado se salta las normas de circulación pone especialmente de manifiesto su caracter de chulo prepotente.

Felicidades.

Ah, y me alegro de que no te jodieran la bici. Pude ver como hacían volar por los aires alguna que otra.

Dominguet dijo...

Digan lo que digan de los piquetes, Pellicer, son absolutamente necesarios. No son decimonónicos, sino el futuro. Por eso caen mal, porque funcionan. Esperanza Aguirre proponía ayer que en la próxima ley de huelga incluya tres años de cárcel para los piquetes "violentos". Se creen que un trabajador al que quizá no le renueven por hacer huelga y que es capaz de ver unos metros más allá, se va a quedar viendo el desarrollo de la huelga por la televisión. Todavía no se ha llegado a tal grado de alienación.

Saludos Pellicer. En la próxima huelga nos vemos! Porque va a ver próxima.

 
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