Paso a paso hasta conseguir llegar a la realidad
Imaginación, realidad, y los de abajo
Los peligros de la imaginación y la fantasía son reales. Un grupo de trabajo del CNI, todos ellos universitarios, investigan como utilizar la fantasía y la imaginación para disolver el mundo
En "Desafío Total" unos pocos obtienen el control sobre el aire, en un capítulo de "Los Simpson" otros pocos obtienen el control sobre la luz del sol, en Mandril, en lo real, un grupo de expertos prepara el camino para que unos pocos tengan en control sobre agua. A eso se le llama privatización, externalización, o salida a bolsa. Y solo unos pocos han accedido al control del agua porque primero el estado se hizo con control el agua del común. Bién, sigamos con nuestra propuesta de realidad y con los peligros de la imaginación y la fantasía. La fantasía es peligrosa; en cuanto alguien imaginó algo, ese algo comenzó a existir. En cuanto alguien imaginó la posibilidad de un arma definitiva, una solución final, o le dió por fantasear con un dios, la realidad devino a peor. La imaginación y la fantasía entre las clases medias, entre los técnicos, los burócratas, entre todo aquel que roce de alguna manera el poder, es muy peligrosa. Y es peligrosa porque se vuelve real. Los obreros sabemos lo peligroso que puede resultar la imaginación entre quienes se encuentran en una escala social por encima de nosotros. Cuando se ponen a pensar, ya lo hemos dicho aquí mil veces, nos ponemos a temblar. No sabemos si se han dado cuenta, o si se darán cuanta alguna vez, pero a nivel obreril lo que queremos es que nos dejen en paz de una vez.
El resultado de la fantasía y la imaginación es la salida a la realidad. Una cosa es bien segura, cuando los de abajo imaginan, construyen también realidad. La propuesta de realidad es por tanto una propuesta de imaginación y fantasía. Es conveniente no perder demasiada energía en la confrontación; cuando se habla del temor a la degradación de la escuela pública, ¿de qué se está hablando realmente? De la perdida de empleos de técnicos docentes estatales y el aumento del ratio de alumnos por aula. Pero ahora mismo algunos imaginamos una escuela sin grados y sin profesores. Una escuela comunal. Y ante una escuela de este tipo, ¿cual será la actitud de los docentes? Prometemos no volvernos demasiado locos y apoyar la escuela que no nos conviene, es decir, esta cosa que llaman escuela pública ante los ataques de la imaginación de los expertos, la fantasía de los banqueros, o las ensoñaciones de los poderosos, pero sería bueno, que los de abajo, los de muy abajo, comencemos a imaginar nuestra propia escuela. Solo nosotros lo podemos hacer, ningún cuadro, nadie que ocupe un espacio por encima de ti y de mi, aunque sea un milímetro, deberá hacerlo por nosotros. El primer paso para la libertad es la recuperación de la imaginación, la ensoñación y la fantasía si queremos escapar de lo práctico y de la supervivencia cotidiana, para construir la realidad primero tenemos que hacer realidad la imaginación, aunque lleguemos muy cansaditos a casa.
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