martes, 3 de septiembre de 2013

Dos breves propuestas sobre la creación del universo

Una propuesta para debatir en la sobremesa


La creación de dos universos


"Al principio fue la risa, y después aparecieron las estrellas, el mundo, los cielos" Este puede ser el principio del origen del universo, pero tengo otro, un universo que se multiplica por mitosis.

Crear dos universos en una sola noche cansa mucho. Apenas he podido dormir por la excitación de la creación, y debería tener cuidado, pues la falta de sueño podría hacer tambalear estas dos nuevas hipótesis sobre la creación del universo. Ya lo saben ustedes, un acento mal puesto, y toda mi tesis se derrumbaría. Quizá por eso la humanidad ha caído, porque siempre tiene siempre sueño, y como está dormida pone el acento en el lugar equivocado. Pero yo no quiero escribir sobre cual es el lugar exacto donde hay que poner el acento para que la humanidad vuelva a ponerse de pié, de lo que quiero hablar es sobre la creación del universo. 

Mi primer universo es un comediógrafo que duerme un eterno y silencioso sueño sin tiempo. Este comediógrafo es infinitesimal y no para de soñar. De repente pasa algo, una singularidad, el comediógrafo comienza a reírse en el sueño, y sus propias risas le despiertan. Podemos decir que "Al principio fue la risa", que la risa apareció antes que el hombre y las cosas. En el anterior modelo, todavía vigente, el hombre y las cosas aparecieron antes que la risa, pero en el mio la risa es lo primero que aparece. Así que primero nos reímos y después empezamos a crear el chiste. Primero escuchamos una carcajada e inmediatamente después el comediógrafo se pone a crear las situaciones, es decir, a crear el universo, las estrellas, el mundo, el cielo.  

Mi segundo modelo de universo es un organismo, quiero decir, un chiste vivo. No ha aparecido de la Nada, sino que su aparición es fruto de la multiplicación. A diferencia del universo donde vivimos, en el mio no existe la generación espontanea, por lo tanto, el chiste vivo solo puede aparecer mediante el chiste vivo. En este caso no solo podríamos afirmar que "Al principio fue el chiste que vivía" sino que nunca hubo un principio. Nos encontraríamos ante un universo se crea así mismo, se multiplica mediante mitosis, sexo, bipartición, esporas o cualquier otro sistema que utilice la vida y los chistes para diseminarse. Esto es; no solo no hay principio ni fin, sino que el universo está poblado por infinitos chistes copulantes.  



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